En los pasados días he visto y escuchado muchos y muy buenos deseos para el 2012, y le voy a ser honesto, me incomoda un poco que la gente me desee “lo mejor para el año que inicia”, considero en lo personal que es una manera rápida y poco objetiva de decir algo bueno a las personas, ya que cualquiera puede decirlo sin necesidad de involucrarse con la persona a la que lo dice.

He meditado en muchas y largas ocasiones acerca de ello, y siempre llego a la misma conclusión, es difícil tener una palabra adecuada para cada persona, siempre y cuando pretendamos que venga de nosotros, no tenemos la capacidad para decir algo individual para cada quien (es entonces cuando me asombro de la capacidad de Dios de tener una relaciones individual con cada persona que le busca), pero que tal el buscar algo que venga de Dios y que tenga ese efecto de ser una palabra que afecte de manera positiva e individual a cada persona, a su vez sea una palabra poderosa y un buen deseo para comenzar el año?.

No batallé mucho para encontrar esa palabra y le quiero contar un poco de ella y quiero aprovechar que curiosamente estamos arrancando el 2012 que hace sentido con respecto al tema que le quiero contar y se refiere a la cita de hoy.

En la Biblia el número 12 tiene un significado interesantísimo y de gran poder, ya que el 12 significa gobierno, si lo analiza a lo largo de la Biblia hay muchos números 12, es interesante pensar que Jesús tuvo 12 discípulos a los que enseño todo acerca del Reino de los Cielos, el que hayan sido 12 no es casualidad, ya que posteriormente esos discípulos fueron quienes fundaron la iglesia, es decir por medio de ellos Dios estableció un gobierno espiritual que diera a conocer al mundo el nuevo pacto que hizo Cristo con los hombres.

La cita de hoy habla de una mujer que hacía 12 años que sufría de una terrible enfermedad, que no solo la afectaba físicamente, sino que le había hecho gastar todo su dinero y que además era una enfermedad visible que no le permitía acercarse a la gente, ya que el flujo de sangre es un estado de impureza, en otras palabras, esta mujer estaba tan concentrada en su enfermedad que la enfermedad le gobernaba.

Tengo entendido que los maestros de la palabra en los tiempos de Jesús usaban un manto llamado Talit (es el famoso manto blanco con azul y oro que visten muchos rabinos en las películas), esos mantos tienen en sus esquinas 613 flecos que representan cada uno de los mandamientos de la Torah (los primeros 5 libros de la Biblia) que Dios dio a los hombres, es decir, al cubrirse con un manto, estos hombres se dicen cubiertos por la voluntad de Dios y viven en obediencia a esos 613 mandamientos, Jesús vestía un Talit, ya que era un maestro de la palabra y es aquí donde se pone interesante la cosa.

La mujer del flujo de sangre dijo: “si tan solo tocare el borde de su manto, sería sana”, que interesante que al borde del manto se encontraran estos flecos (llamados tzizit), es decir, la mujer del flujo de sangre había decidido cambiar de gobierno en su vida, quería dejar de ser gobernada por su enfermedad y empezar a ser gobernada por la obediencia a Dios (eso es lo que representan los flecos del manto), el resultado todos lo conocemos, la mujer fue sana de inmediato y la descarga de poder de Dios en ella fue tan fuerte que Jesús lo sintió y tuvo que detenerse y preguntar quien había sido.

Creo que a cualquiera de nosotros nos haría bien un cambio de gobierno, no lo cree?, creo que todos tenemos que dejar a un lado cosas que nos gobiernan, enfermedades, deudas, creencias que no nos llevan a ningún lado, maneras de pensar, adicciones, que se yo, cada uno sabe exactamente aquello con lo que lucha, y que increíble que es tan sencillo como lo que hizo la mujer, ella entendía perfectamente el significado del manto de Jesús y reconocía que este vivía en obediencia a Dios y por tanto aspiraba a vivir de la misma manera y ese anhelo de ser obediente fue lo que la sanó.

Se que conforme pasan los días se hará menos común el expresar deseos de año nuevo a las personas, pero podemos entender esto, estamos en el 2012, podemos empezar por tomar la decisión de que este será el primer año en el que Dios gobierne nuestra vida, en el que decidamos a ser obedientes a Él, en el que decidamos tocar como la mujer el borde de su manto, es decir el ponernos en contacto con su ley y obedecerla y con ello, ser libres de cualquier cosa que nos gobierne y nos oprima, y a su vez trasmitirlo a los demás, que mejor deseo de año nuevo, no lo cree?, “Que Dios gobierne tu vida este 2012”, no creo que haya un mejor deseo para nadie, por que no ponerlo en práctica?

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2 Comentarios

  1. QUE EXCELENTE DESEO PARA EL 2012!, AMÉN!