Creo que hace tiempo que no platico sobre esto, pero disfruto mucho el ver películas, ya que Dios me habla mucho por medio de ellas, es decir la historia y la trama de la película quedan en segundo lugar y viene a primer plano lo que Dios habla a mi corazón, de hecho cuando llego a ir al cine, siempre tengo muchas cosas sobre las cuales meditar y tarea por hacer después

Hace algunos años Dios me llevó en la ciudad de Torreón en México a ver la película que relata la historia de los hermanos Grimm, aquellos que escribieron todos los cuentos que conocemos el día de hoy, como la Cenicienta, Blanca Nieves y otros muchos que entiendo son de su inspiración y fueron luego llevados a la pantalla grande por Disney y que son historias con las que muchos de nosotros crecimos.

Recuerdo que veía con gran asombro la película y descubría cosas que no sabía sobre los autores de estas historias y entendía como es que deberíamos tener mas cuidado sobre lo que nuestros hijos ven y como es que lo que ven puede afectar su futuro, pero no es de eso de lo que le quiero hablar, aunque va directamente ligado al tema.

Las historias de los hermanos Grimm, empezaban con un “érase una vez” y siempre terminaban con un “y fueron felices por siempre”, wow! que manera de alterar nuestra percepción de las cosas!.

Es interesante entender como una frase como un “y fueron felices por siempre” puede distorsionar nuestro concepto de las cosas, recuerdo perfectamente que en mi niñez aprendí por medio de estas historias que la felicidad era una meta y era aquello por lo que deberíamos luchar y esforzarnos, pero en realidad nadie sabía exactamente que era, ya que los hermanos Grimm nunca se interesaron en contarnos que era ese “y fueron felices por siempre”, por tanto muchas personas crecen pensando en casarse (por poner un ejemplo) como una meta la cual les proporcionará felicidad, y no como una etapa en nuestra vida la cual se vive feliz desde antes y mucho después.

Hoy en día muchas personas viven anhelando ser felices, pero no lo son y cuando lo llegan a ser lo son solo por un momento, porque pareciera que esa felicidad depende de factores externos a ellas, a situaciones que tienen que coincidir, para que puedan llegar ser felices, y no se dan cuenta que la felicidad es una manera de vivir la vida, sin importar el resultado, todo en esta vida es disfrutable.

Hace unas semanas tuve un fuerte accidente automovilístico y me llamaba la atención que la gran mayoría de las personas insistían en decirme “volvieron a nacer” como si algo malo nos hubiera sucedido, cuando en realidad le puedo decir que fue una gran experiencia, obvio, estuvimos en una situación de gran peligro y salimos de ella sin siquiera una herida de gravedad, en definitiva Dios nos guardó en el hueco de su mano, pero el que Dios nos cuidara no nos llevó a nacer de nuevo, sino a entender que Dios verdaderamente vela por nosotros y esa paz que experimentamos, es verdaderamente adictiva, como lo dije, fue una gran experiencia, es parte de la felicidad que experimento todos los días, los daños materiales son secundarios, no hay nada que el Dios del cual dependemos no nos pueda ayudar a reponer, no cree?

Me encanta entender que Dios es quien piensa de esta manera, es precisamente Él quien  nos enseña a vivir una vida feliz y llena de su favor, cuando sacó a su pueblo de Egipto, les prometió llevarlos a una tierra en la que fluye leche y miel, pero esa no era la meta, los israelitas tenían que aprender a dejar de sufrir bajo la esclavitud de los Egipcios y a ser felices, pero corrían el riesgo de que si entraban directo a la “tierra prometida” se pudieran desilusionar, ya que no estaban acostumbrados a ser felices, por ello les dio un entrenamiento de 40 años en el desierto, para acostumbrarlos a vivir una vida donde la meta es eterna y no tiene principio ni fin, sino que simplemente es un caminar constante de la mano de Dios, la felicidad es un proceso y una manera de vivir, no una meta.

Para los Israelitas, la tierra que fluye leche y miel no era una meta, sino una nueva manera de vivir, no es que llegaran a ella simplemente a disfrutar de lo que Dios les había dado, por el contrario, aún tenían que conquistar la tierra y tenían que edificar sus ciudades, pero no lo lograrían si no lo hacían con la actitud adecuada, por ello, entendían bien que ser felices era una manera de vivir que aprendieron en el desierto y la siguen usando hasta el día de hoy, no dependen de los factores externos, ni de los cuentos de hadas como los de los hermanos Grimm.

Mi invitación de esta mañana es a que reflexione sobre su situación actual, si usted esta esperando a que algo suceda para poder ser feliz, esta desperdiciando su tiempo, le aseguro que muchas personas no llegan a la siguiente etapa de su vida, porque no tienen la actitud adecuada y correrían el riesgo de desilusionarse si Dios les da lo que tanto anhelan.

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3 Comentarios

  1. cada devocional trae consigo una enseñanza para mí de Dios…pero que sucede cuando con todo lo que se sabe no logras derrotar el miedo al fracaso?, es decir cada vez que me acerco a Dios, todo empieza a pasarme en mi vida, y trae consigo muchas pruebas difíciles, hasta el punto de perder un ser querido…. que me aconsejas?

    • Rene Giesemann Diana

      La Biblia nosenseña a ser débiles para que Cristo se fortalezca en nosotros, un amigo una vez dijo, el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional, hay quienes sufren, porque no permiten que Cristo toquesudolor y su debilidad, por eso sufren, que opinas?