Todos sabemos y estamos conscientes de que existe un mundo espiritual y todos hemos escuchado de que así como existe Dios existe Satanás, aunque lamentablemente muchas personas tienen una percepción errónea de quien es Dios y de quien es Satanás.

Hace unas semanas vi un video de alguien que dijo haber muerto y visitado el cielo y el infierno y habló muy ampliamente de lo que vio en el infierno, mas me llamó la atención que todo lo que contaba tenía mas que ver con las “leyendas urbanas” que por ahí se cuentan que con lo que dice la Biblia, y como siempre suelo decir, no es mi intención criticar ni juzgar a nadie, ya que no es mi papel, pero no me queda mas que recurrir a la palabra de Dios como punto de referencia de la verdad y basar en ella lo que creo, tal como usted lo haría.

Hay quienes creen que Satanás es uno que anda por ahí disfrutando de hacernos sufrir y que tiene muchos secuaces que al final de nuestros días estarán torturando a quienes terminen en el infierno, siendo que no han entendido el objetivo del infierno, el infierno es un lugar diseñado por Dios en donde cada ser que no haya cumplido el propósito para el cual fue creado (adorar a Dios y darle honra), pasará la eternidad en calamidad, pero esto incluye a Satanás y sus secuaces, Dios no necesita de ayudantes, ni para hacer el bien, ni para hacer el mal, El es todopoderoso, El es soberano y El ya lo decidió todo.

He escrito en muchas ocasiones en estas líneas que los hijos de Dios tenemos una naturaleza distinta y que no nos corresponde lo que vemos en esta tierra, con ello me refiero a que la Biblia claramente señala que Satanás es el Príncipe de este Mundo (Juan 12:31), es decir, la tierra se encuentra bajo su dominio, pero no nosotros y así también la tierra será recuperada para Dios al final de los tiempos y esa es una de las razones por las que estamos aquí.

Otra de las cosas que olvidamos es que Jesús al venir a la tierra, pagó ya por todos nuestros pecados, y que ese efecto es eterno, de hecho la Biblia nos habla de que al morir Jesús bajó al infierno y arrebató las llaves de la muerte, es decir, El tiene en su poder el darnos vida o el dejarnos morir, pero nos prometió y aseguró vida, de manera que no hay nada que pueda hacerse en contra nuestra, pero… entonces, de que se trata el que Satanás ande por ahí?.

Lo único que Dios no puede hacer es pasar por encima de nuestro libre albedrío, es decir, Dios nos dio una voluntad y con ella la capacidad de decidir, también, Dios nos creó con la capacidad de pecar, por tanto y tenemos con ello la responsabilidad de decidir donde es que pasaremos el resto de la eternidad, ya sea adorándole y dándole honra o bien en compañía de Satanás y sus secuaces, pasando calamidad.

Obviamente nadie quisiera ir al infierno, me quiero imaginar que el mismo Satanás no lo quiere (ojo! eso es mi opinión personal), pero es inevitable para el, pero no para nosotros, pero entre tanto, su trabajo es el confundirnos y tratar de desviarnos del plan de Dios, quiero entender que el aún piensa que es tan poderoso como el creador del universo y lo sigue retando constantemente.

Con el paso del tiempo Satanás ha aprendido a hacer las cosas muy bien, en vez de hacer grandes campañas de maldad, ahora hace las cosas sutiles, nos engaña constantemente y de manera repetitiva, tal como usó la palabra de Dios tragiversada  para confundir a Eva en el huerto y como trató de hacerlo con Jesús en el desierto lo hace con nosotros todo el tiempo, es decir, nos hace creer cosas que parecen de Dios aunque no lo sean y nos confunde tomando solo partes de la palabra de Dios y las manipula haciéndonos creer que con ello agradamos a Dios y nos acercamos a El, siendo que es todo lo contrario.

Por ello es sumamente importante el que conozcamos la palabra de Dios, para que no seamos engañados y vivamos realmente en dirección a una eternidad con Dios y no rumbo a una eternidad lejos de El.

La cita de hoy es un recordatorio importantísimo, nos recuerda que es esencial que nos confesemos nuestros pecados los unos a los otros, pero no podemos confesar como pecado algo que no reconocemos como pecado, por tanto nos es vital el conocer la ley, para entender lo que es pecado y lo que no, posterior a esto, nos es necesario alguien a quien confesar este pecado, note como la palabra dice que lo hagamos unos con otros, así que no me puedo imaginar a nadie mejor que a un amigo a quien amamos y nos ama para confesarle nuestros pecados, se que habrá quienes piensen y prefieran hacerlo con un sacerdote, lo cual es igual de válido, siempre y cuando tengan en cuenta que ni el amigo, ni el sacerdote tienen autoridad para perdonar pecados, sino solo Dios y ninguno puede perdonar pecados aún en nombre de Dios, de lo que la cita de hoy trata y nos habla es de lo importante que es el confesar el pecado para nulificar el efecto de Satanás en nosotros y con ello obtener la verdadera paz.

Tras 12 partes de esta serie acerca de para que sirven los amigos, termino con una que considero que es la mas importante, un amigo es aquel que nos escucha, aquel a quien podemos confesar nuestro pecado y aún así seguirá siendo nuestro amigo, aquel que se llevará nuestras cargas y orará por ellas, aquel que nos ayudará a que la obra de Satanás no tenga efecto en nuestras vidas, es decir a que la paz venga a nuestra vida de manera constante y se asegure de estar al pendiente nuestro y no pequemos más, al menos en aquellas áreas en las que previamente confesamos haberlo hecho, un amigo está ahí para recordarnos de manera constante que habíamos pecado, pero que ante el confesamos nuestro pecado a Dios y por medio de ellos somos objeto del perdón por medio de la sangres de Cristo y Satanás ha sido avergonzado, que interesante manera de ponerlo: un amigo es un recordatorio de la vergüenza de Satanás, es una señal de que su obra no tiene efecto en nosotros! wow!

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