Cuando empecé a preguntarme para que son los amigos y como plasmarlo en palabras, vinieron a mi mente y mi corazón muchas cosas, pero ninguna de manera tan fuerte como la cita de hoy.

Me apasiona leer sobre la amistad de Jesús con Lázaro y sus hermanas, me encanta darme cuenta que Jesús siempre encontró un lugar en donde sentirse en casa y donde poder simplemente relajarse, creo que es una de las historias que mas me inspira acerca de la amistad.

Por lo general me considero un “grinch” o pretendo parecer duro ante todo tipo de situaciones melosas o cursis, pero en realidad la amistad es algo que me dobla, puedo decir que casi me enoja el que mis ojos se me humedezcan al pensar en mis amigos y creo que es uno de los motivos por los que mas gracias doy a Dios todo el tiempo, ya que son un verdadero regalo.

Dios ha puesto muchos y grandes amigos en mi camino, me emociona el pensar lo que cada uno de ellos ha aportado a mi vida, es genial!, pero sabe, una de las cosas que mas aprecio que hagan es el jalarme las orejas y preocuparse auténticamente por mi caminar y mi verdadero bienestar.

Cuando pienso en esto, no puedo evitar en pensar en Gustavo mi mejor amigo quien siempre me lleva a dar una vuelta en su coche, y me compra un cafe antes de ponerse serio e inquirir sobre algún asunto sobre el que tiene dudas o bien no esta de acuerdo acerca de mi vida, creo que aunque no son los momentos mas agradables en apariencia, son las muestras mas sinceras y mas tangibles de la amistad, que asombroso saber que existe alguien que nos ame tanto que esté dispuesto a pasar un mal rato, el enfrentarse a una mala cara o a una respuesta hostil por amor a nosotros, no lo cree?.

La cita de hoy habla acerca de cuando Lázaro enfermó y murió y le habían mandado llamar a Jesús para que evitara su muerte, mas no llegó a tiempo, lejos de encontrar la empatía de las hermanas de Lázaro, encontró hostilidad y reclamos, mas a Jesús no le importó y pidió ver a su amigo y lloró por su vida, se dolió por lo sucedido e hizo lo que tenía que hacer, le regresó la vida!.

La realidad es que Jesús no tenía que haber ido físicamente a ver a Lázaro para resucitarle, pero eso era lo que se esperaba de El, me llama la atención que las hermanas de Lázaro le llamaron desde que estaba enfermo a que viniera a verlo para sanarle, en vez de simplemente avisarle de la enfermedad de Lázaro y pedirle le sanara, creo que en parte su falta de fe fue una de las causas de las lágrimas de Jesús, por eso me emociona cuando Jesús hace uso de la cita de hoy, note como hace énfasis en “se que SIEMPRE me escuchas”, es decir siempre y en todo lugar Dios escuchaba a Jesús, como lo hace con nosotros, pero su amistad iba mas allá de eso y he ahí que se presentó en la tumba de Lázaro.

Un amigo puede ver que vas mal en tu caminar y se puede preocupar por ti, pero a veces, es necesario que pasemos por tragos amargos, no porque así Dios lo quiera o lo permita, sino porque nuestra propia necedad así lo propicia, pero siempre habrá un amigo al final del camino, cuando hayamos perdido toda esperanza, para ir a sacarnos del hoyo, para no solo consolarnos, sino infundirnos nuevas fuerzas y aunque en realidad no haya necesitado estar ahí todo el tiempo, nos de aliento en el último momento e inyecte nueva vida en nosotros, tal como lo hizo Jesús.

He visto a muchos de mis amigos caminar equivocadamente y antes me frustraba al no poderlos ayudar a corregir su paso, era más que evidente lo que les habría de suceder y lo que les esperaba, mas por mas que me preocupara, no podía tomar decisiones por ellos, mas ha sido un privilegio estar ahí a su lado, cuando todo parecía estar perdido y simplemente poder llorar con ellos, escucharles, orar por y con ellos e infundirles nuevos ánimos para comenzar de nuevo.

Uno de los papeles mas importantes de un amigo es el poder ayudarte a salir del hoyo y darte nuevas fuerzas y esperanzas sin juzgarte a pesar de saber como es que llegaste a ese lugar.

En este comienzo de semana, le quiero invitar a lo siguiente: piense en sus amigos y preocúpese por su caminar, no intervenga a menos que ellos se lo permitan, pero esté siempre dispuesto a ser consuelo, esperanza, un motivo de sonreír y seguir adelante en medio del tiempo de desconsuelo y falta de esperanza, aprenda a ser amigo como Jesús los fue, llore con sus amigos, pero devuélvales la vida como El lo hizo, sabiendo que Dios le escucha siempre, antes de que las cosas pasen y aún después.

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