Casualmente en los pasados días he visto muchas citas interesantes acerca de la amistad en Facebook, pero una en particular que hacer mucho sentido con respecto a lo que le quiero contar el día de hoy: “los amigos, son la familia que escogimos”.
Wow! que frase tan cierta y al pensar en ella, me emociona poder pensar en tantas personas que he podido adoptar y hacer tan cercanas como mi propia familia, o bien al contrario, cuantas personas que se han hecho tan cercanas a mi al grado de transmitirme un calor tan sutil y tan intenso a la vez que parecieran hermanos!, le ha pasado?.
Al meditar en esto, se confirma lo que la Biblia dice, el amor es una decisión, no se hace por impulso y no se hace por sentimiento, simplemente se hace porque así se decidió y de ninguna otra manera.
Un amigo es alguien a quien vemos siempre con la expectativa de pasarla bien, es decir, esa persona tiene la intención de hacernos pasar un buen rato y tiene la apertura a que nosotros le hagamos pasar un buen rato a el o ella también, un amigo simplemente quiere estar con nosotros, a pesar de que tiene la alternativa de no hacerlo, de hecho el amigo tiene la característica de que tiene la libertad de ser honesto y decirnos cuando no puede o no le apetece vernos y esta dispuesto a que nosotros lo hagamos también y sabe, esa libertad es una gran expresión de amor, ya que no lleva nada oculto, ya que no tiene una segunda intención, ya que simplemente es honesto.
Hay muchos que opinan que las redes sociales son una pérdida de tiempo y probablemente así lo sea para muchos, pero sabe, Facebook es una increíble fuente de energía que hace que la cita de hoy tome vida, y no crea que soy partidario de hacer publicidad al sitio en referencia, ni que lo promuevo, pero entiéndalo de esta manera, Facebook es en donde nos encontramos con esa familia que escogimos, ahí siempre habrá alguien dispuesto a darnos una palabra de aliento, o bien un simple “like” que signifique que están de acuerdo con nosotros, y aunque es fácil pasar demasiado tiempo en el sitio y dejar de hacer cosas importantes, pero también es un gran lugar para reafirmar nuestra identidad y permitirnos amar y ser amados por nuestros amigos, no lo cree?.
La cita de hoy es una que viene a mi mente y a mi corazón de manera constante, es una que hace que me esfuerce a tratar de escuchar lo que las palabras de mis amigos no dicen, a pedir a Dios sabiduría para decir las palabras adecuadas en el momento justo, es una cita que me hace acompañar cada pensamiento hacia un amigo con una decisión y que ambos de manera conjunta dejen una huella en el corazón de ese alguien, con la certeza de que alguien más lo hará en el nuestro.
Esta cita ciertamente fue inspirada por Dios a Salomón y la entiendo especial, ya que para Salomón no debió haber sido fácil tener amigos, al ser un Rey tan próspero, seguramente había muchos aduladores y quienes se acercaban a el por interés, pero sabe, Salomón seguramente había aprendido de su Padre David a ser amigo y fue éste quien desde su trono quien habrá tenido que dar el primer paso (esto es una conjetura mía) y demostrarse amigo para luego ser correspondido, David su Padre, es ejemplo de una de las amistades mas entrañables descritas en la Biblia (en los próximos días hablaré de ello) y Salomón entendía que para ser amigo y hermano no había rangos ni jerarquías, y lo vivió al grado que Dios inspiró la cita de hoy en su corazón.
Mi invitación del día de hoy es sencilla, simplemente piense en sus amigos, piense si en verdad ha sido capaz de hacerles sentir que es usted su hermano en tiempos de angustia, simplemente cuente las personas que saben que pueden recurrir a usted en cualquier momento y entienda que ese sentimiento no es mas que una decisión que usted tomó a su favor (de sus amigos) y que a su vez reflejan el rostro de Dios, que lo que usted hace al decidir así, puede incluso incrementar la fe de alguien y que seguramente usted será la respuesta a la oración de muchos, por tanto decida incrementar ese sentimiento en sus amigos, decida ser amigo de su familia y permítase ser parte de una familia con muchos hermanos, que son hijos del mismo Padre que esta en los cielos.
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