Tengo la gran fortuna de poder decir que tengo muchos y muy buenos amigos, no entiendo a las personas que dicen que tienen pocos amigos y muchos conocidos, primeramente no entiendo su motivación a decir tal cosa, ya que he visto en los ojos de quienes dicen así, cierto enojo y resentimiento, quiero entender hacia aquellos a quienes consideró amigos y ahora han bajado de categoría de conocidos o que se yo.

A pesar de los muchos lugares donde he vivido, me emociona que en cada ciudad tengo amigos verdaderos y que no me alcanza el tiempo para poder visitarlos a todos y pasar tiempo de calidad con cada uno de ellos, pero le aseguro, que con todos, cada visita es una memorable, siempre puedo decir que cada visita, fue algo digno de recordarse, ya que aunque fueron tan solo unos minutos los que convivo con algunos, son aquellos que solidifican y hacen valer nuestra amistad.

Una de las cosas que curiosamente me suceden, es que de la mayoría de mis amigos, recuerdo perfectamente el momento en el que los conocí, los detalles de la ocasión y le aseguro que si me esfuerzo, hasta la vestimenta de todos los presentes (eso último fue una exageración), recuerdo perfectamente que cada uno de esos momentos quedaron marcados en mi mente y en mi corazón, ya que iban acompañados de la voz de Dios, donde me decía fuerte y claro “guarda a esta persona en tu corazón, ya que es un tesoro y un regalo para ti” y le aseguro que así ha sido, y a pesar de que no siempre hubo esa química instantanea, hoy en día son grandes amigos míos, y como no perseverar en alguien a quien Dios ha mencionado como un tesoro para nuestras vidas, recuerdo perfectamente que tuve que orar largo tiempo por la amistad de César un gran amigo de la ciudad de Chihuahua, y creo que nuestra amistad fue sellada el día que tuve la oportunidad de decirle cuanto había orado y cuan agradecido estaba con Dios por permitirme ser su amigo.

Tener un amigo cercano es una gran bendición y sabe, una de las cosas que mas disfruto, es el poder compartir cosas con ellos, todos mis planes son por lo general compartidos y discutidos con alguno de ellos, cada uno de mis sueños están depositados en mis amigos y se que cuento con su respaldo y sus oraciones, y me sucede que cada vez que paso por cualquier tipo de situación en mi vida, pareciera que alguno de ellos estuviera justo a mi lado y escucho o bien imagino lo que me diría y el consejo que recibiría de ese amigo.

Abraham y Dios tenían una relación semejante, era una relación íntima y cercana, y le puedo asegurar que dista mucho de aquel acto religioso y solemne que muchos imaginan, Dios no comenzaría un pueblo en alguien que solo era fiel y “bueno”, sino que que comenzó un pueblo que permanece hasta el día de hoy en un hombre que era de su total confianza, pero que a su vez esa confianza era recíproca.

Siempre lo he dicho y creo que es difícil que lo deje de decir, uno de los momentos mas emocionantes de mi vida, fue cuando leí la cita del día de hoy, cuando me di cuenta que Dios no solo habla, sino que es capaz de bajar del cielo y venir a visitar a sus amigos como lo hizo con Abraham para compartirle sus sueños y sus planes y ponga mucha atención en esto, ya que es importante:
El tener un hijo, era el sueño de Abraham, probablemente con una visión limitada, y por mas intenso y profundo que fuera su deseo, nunca sería tan grande como el sueño de Dios de fundar un pueblo y llamarlo suyo y que privilegio que lo haría en la casa de su amigo Abraham.

Es ahí donde entiendo la reacción de Abraham y como corrió y preparó su casa y comida para celebrar junto con su amigo y Dios el cumplimiento del sueño de ambos y el discutir los detalles de lo que sucedería (esto último lo entiendo en mi corazón, mas no viene escrito con detalle en la Biblia).

Lo que mas me emociona, es que esta oportunidad no solo fue para Abraham, Jesús nos dio la misma oportunidad y nos dijo: Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer (Juan 15:15).

Eso quiere decir, que Dios puede hacer tal como lo hizo con Abraham, puede hablarnos, puede contarnos sus planes, puede complementar sus planes con nuestros sueños y puede revelarnos y visitarnos en el lugar que habitamos si así lo desea, sie verdaderamente le tratamos como amigo y no como un Dios lejano.

Estoy seguro que usted como yo, anhelamos escuchar la voz de Dios, y le voy a confesar algo, hace años puse en práctica lo que hoy le comento y he podido experimentar lo que experimentó Abraham, al grado que tenemos un lugar íntimo y secreto donde nos encontramos y donde pasamos largos tiempos de intimidad y disfrutamos el uno del otro.

Por tanto mi invitación de hoy es la siguiente, piense en Dios de una manera distinta, dése a usted mismo la oportunidad de ser amigo de Dios, pero ojo!, el que sea usted amigo de Dios no le da la oportunidad de ser confianzudo, hay quienes en su afán de demostrar que tienen una relación con Dios suelen llamarle “Dioscito” o “Chuy”, sin recordar que estamos hablando del Creador del Universo y aquel que su Nombre es sobre todo nombre, y por mucha confianza que pretendamos tener con El, no podemos ignorar su majestad, de hecho el respeto y el reconocimiento es uno de los factores mas importantes de cualquier amistad, y le aseguro (esto lo siento en el fondo de mi corazón) que Dios no hablará a ninguno que le falte el respeto o mengue el poder de su Nombre por medio de un diminutivo.

Le decía, piense en Dios como alguien que tiene anhelos y sueños (que ya decidió que se harán y así será) y anda buscando a un amigo en quien depositar su confianza para realizarlos y por medio de ellos, superar las espectativas de cualquier sueño y plan de cualquier hombre, dése la oportunidad de ser usted, aquel en el que Dios piense, cada vez que piense en mejorar el mundo, como lo hizo por medio de Abraham.

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2 Comentarios

  1. Rene,
    Gracias te doy con toda la fuerza de mi corazón, por darte el tiempo de escribir tan lindo.
    Gracias le doy a nuestro Padre por haberte conocido hace tantos años y ver ahora en lo grandioso que te has convertido por el y en el.
    Amigo que tu camino siempre este iluminado y lleno de sabiduría para que puedas seguir compartiendo con todos lo que te queremos.
    M