Hay quienes aseguran que Dios nos habla todo el tiempo y sabe, yo soy uno de ellos, por tanto, aquellos que dicen no escuchar su voz, a lo mejor están buscando escucharlo de la manera equivocada.Existen 2 grandes impedimentos para escuchar la voz de Dios, la primera es el ruido en nuestra alma, es decir llegamos delante de presencia de Dios con la cabeza llena de cosas, es decir, vamos pensando en lo que queremos pedirle, pero también a la vez estamos pensando en la lista del súper o en la tarea que tenemos o todas las cuentas que tenemos que pagar y aprovechamos también para orar por las deudas, pero si se da cuenta, la mayoría de las veces que va a la presencia de Dios, pasa mas del 70% del tiempo distraídos en otros pensamientos, el segundo impedimento, es que no vamos en búsqueda de escuchar a Dios y encontrar una respuesta, mas bien, tenemos muy clara la respuesta que queremos y esperamos y si esta no llega tal como la esperamos, sucede que decimos no escuchar la voz de Dios, de hecho no se cual de estas dos situaciones sea mas común, considero que a la par nos suceden con igual frecuencia y con igual intensidad.
Afortunadamente para ambas hay un remedio y Dios aseguró que quedara plasmado en la Biblia, de manera que pudiéramos imitar a aquellos que encontraron la manera de tener una charla constante con Dios, llena de su voz y su instrucción.
Cada vez que leo sobre David (el Rey), me animo, entre mas se de El, mas claro me queda eso de que tenía un corazón conforme al de Dios, es decir, su corazón estaba en la misma frecuencia de la de Dios, en lo personal creo que David fue uno de los hombres mas comunes de la Biblia y creo que es con el que mas nos podemos identificar hoy en día, ya que escuchando la voz de su carne, pecaba de manera constante, pero también sabía que no era importante el pecar, sino el saberse perdonado y eso si, solo pasó una sola vez por cada situación y esto gracias a su intimidad con Dios.
David fue ungido rey desde temprana edad, cerca de los 15 años, pero no fue sino hasta alrededor de los 30 que fue rey y se sentó en el trono que le correspondía, y creo que esos 15 años que tuvo que esperar, no fueron de los mas fáciles, ya que su vida estuvo a partir de ese momento llena de acosos y tropiezos, y su vida estuvo en peligro muchas veces, entiendo que hubo momentos que en realidad no sabía en quien confiar y pensando en esto, creo que si usted y yo nos encontráramos en la misma situación, nos costaría trabajo para concentrarnos y orar y mas aun el escuchar la voz de Dios.
David sabía esto, por tanto encontró una manera práctica para hacerlo, se levantaba temprano, la cita de hoy habla de que buscaba a Dios de madrugada y entiendo que fue con el mismo motivo que yo he aprendido a hacerlo diariamente:
Ese motivo es muy sencillo, en la madrugada, nuestra mente esta fresca, en ese tiempo aun no vemos ni recibimos noticias de ningún tipo, en ese tiempo, no tenemos aún las cargas que nos agobian del día, a esa hora aun no llegan los emails, ni han empezado a sonar las llamadas, en ese tiempo, la mayoría de las personas están dormidas.
En otras palabras, la madrugada es el tiempo ideal para ir delante de Dios y con una mente y alma frescas, no habrá tanto ruido en nuestra cabeza y nos será mas fácil hablar con Dios, meditar en su palabra y establecer una relación con El.
Obvio, esto no es una regla, en ningún lugar de la Biblia Dios aseguró que solo así nos hablaría, pero entiéndalo de esta manera, si Dios aseguró que David tenía un corazón conforme al de El, y David hablaba de constante que de madrugada se encontraba con Dios, pues algo debe de tener de cierto el hecho de que de madrugada es mas sencillo el establecer esa relación y escuchar la voz de Dios no lo cree?.
La cita de hoy me emociona y quiero invitarle a esto, intente buscar a Dios de madrugada, le aseguro que si no tiene el hábito, tampoco será súper fácil de inicio y pareciera que al principio en todo lo que se puede concentrar en en cuanto sueño tiene, pero conforme lo vaya poniendo en práctica, notará que cada vez le es mas fácil y que en cada ocasión encontrará mayor favor de Dios en su vida y además Dios le recompensará con esa voz que tanto anhelamos y no solo eso, sino que al dedicar un tiempo especial para Dios, éste también lo hará para nosotros.
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