El día de ayer platicaba con alguien quien me dijo: “estoy esperando que Dios me muestre que hacer y que decisión tomar”, al pensar en ello, no pude evitar el pensar en esto que hace poco compartí en una iglesia en Cancún.

En los tiempos de Jesús, se usaba que los niños varones Judíos, empezaban a ser adiestrados en la ley de Dios a los 6 años, desde esa edad y hasta los 12 años se les enseñaba la Torah, lo que hoy conocemos como el Pentateuco o bien los 5 primeros libros de la Biblia, desde Génesis hasta Deuteronomio, a ese tiempo se le llamaba “beit Torah”.

La Torah contiene la ley de Dios y durante su beit Torah, los niños Judíos tenían que leer, aprender de memoria y entender la ley, hasta que se convirtiera parte de su vida, al llegar a los 12 años de edad, eran presentados en el templo y de ahí eran considerados hombres, y se les enviaba a casa a que aprendieran el oficio de su familia, pero solo los muy destacados dentro de éste grupo de niños presentados en el templo, se les daba la oportunidad de seguir estudiando.

A éste segundo período de estudio se le llamaba el beit Talmud y consistía en un período de 4 años, en el cual estudiaban los libros de lo que conocemos como Antiguo Testamento, es decir, los libros desde Josué hasta Malaquías, y de igual manera tenían que leer, aprender de memoria y entender estos libros, al llegar a la edad de 16 años eran enviados a sus casas para aprender el oficio de su familia, pero solo a los muy destacados se les daba una tercera oportunidad de seguir estudiando.

A esta tercera etapa de aprendizaje se le llamaba “beit Mishnah”, y es un tiempo muy distinto a los 2 anteriores, ya que tenían que aprender a ser discípulos de un Rabino.

En aquella época, los Rabinos se diferenciaban el uno del otro por su “yog”, que no era otra cosa que su manera personal de entender y aplicar la ley, en otras palabras, su doctrina, por tanto los jóvenes recién egresados del beit Talmud, tenían que encontrar un Rabino, lograr que les recibiera y les atendiera, para que fueran entonces cuestionados por el Rabino de todo aquello que habían aprendido durante su beit Torah y su beit Talmud y posterior a ello, les preguntaría su opinión e interpretación acerca de ciertas citas clave para identificar si su entendimiento estaba alineado al yog del Rabino, de no ser así serían enviados de regreso a su casa a aprender el oficio de su familia, pero si eran aprobados por el Rabino, irían a vivir con el, le servirían y serían discipulados por el, pero todo lo que supieran y entendieran, sería cuestionado como si nunca hubieran pasado por sus 2 períodos de aprendizaje anteriores.

La cita de hoy habla acerca de Pedro y Andrés, quienes eran hermanos y pescadores por oficio, y relata que recién regresaban de ejercer su oficio y limpiaban sus redes, cuando viene Jesús y los llama y les promete hacerlos pescadores de hombres y note como la cita dice  “y dejando al instante las redes, le siguieron”.

Durante años me pregunté primeramente si esto era cierto y si así era, que había en el corazón de Pedro y de Andrés para simplemente dejarlo todo y seguir a Jesús, ya que hay muchas personas sobre espiritualizan el asunto y suelen decir que la presencia de Jesús era tal que no había manera de ignorar su santidad y sería obvio que simplemente le siguieran, pero olvidan que Jesús vino a la tierra como hombre y por tanto no era (físicamente) mas que alguien como usted y como yo y al llegar frente a Pedro y Andrés, apenas comenzaba su ministerio.

Si relacionamos el relato anterior, con la manera de educar a los niños Judíos, quiere decir que Andrés y Pedro seguramente pasaron por su beit Torah y muy probablemente pasaron por su beit Talmud (esto segundo es una opinión personal), pero en definitiva, nunca llegaron a su beit Mishnah, ya que se encontraban ejerciendo el oficio de su familia, pero independientemente de eso, ellos habían sido criados y formados con la intención y la visión de llegar a su beit Mishnah y la aspiración de todo Judío era ser discipulado por un Rabino.

Jesús pasó por todos los procesos de aprendizaje, la Biblia relata como fue presentado en el templo al terminar su beit Torah y como fue destacado, al grado que discutía con los maestros de la ley cuando se les escabulló a José y María, por tanto Jesús era un Rabino, y cuando se presentó delante de Andrés y Pedro y les pidió que le siguieran, inmediatamente reconocieron que la oportunidad de su vida estaba delante de ellos, aquello que habían soñado desde niños estaba justo ahí y no lo tuvieron que buscar, simplemente vino y los encontró, como no dejarlo todo y seguirlo?.

Muchas personas creen que Dios por ser espiritual simplemente nos va a hablar y nos va a dar una respuesta de la nada, y aunque tiene la facultad de hacerlo así, no lo hace, ya que tiene la intención de que tengamos una relación con El y para ello hay que conocerle a El, para poder entenderle y aprender lo que El tiene y quiere para nosotros.

A lo que voy con esto es lo siguiente, si realmente anheláramos una respuesta y una guía de Dios, como mi amigo que le mencioné al principio de este relato, tenemos que conocer y entender de Dios, para que cuando éste nos responda (me refiero a Dios), nos suceda como a Pedro y a Andrés, reconozcamos su voz, su autoridad y que es Dios quien nos habla, para que hagamos como nos pide, por inaudito que nos parezca, pero con la total certeza de que lo que hagamos de su mano, tendrá un impacto en la eternidad, como les sucedió a ellos.

Note como a Pedro y a Andrés les fue necesario leer la Biblia y aspirar a todo lo que en ella esta escrito antes de poder entender lo que sucedía frente a sus ojos cuando Jesús vino y les llamó, le aseguro que si no hubieran sido formados en la palabra y no hubieran pasado por su beit Torah y su beit Talmud, no hubieran reconocido la embestidura de Jesús y probablemente lo hubieran ignorado, y ahora reflexione acerca de si usted ha recibido llamadas de Dios y probablemente haya dudado que fue El quien le llamó y lo haya ignorado.

Por tanto este fin de semana tiene tarea, tome un tiempo y póngase en contacto con su Biblia, es fácil de leer, solo hay que empezar en la primer página y terminar en la última, le aseguro que no solo aprenderá mucho, sino que descubrirá como es que Dios le ha hablado claro a lo largo de su vida, solo que no le había reconocido.

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2 Comentarios

  1. Leer la Biblia para reconocer las señales o mensajes de Dios para nuestras realidades o vidas, y estar preparados para dar lo mejor de nosotros y recibir lo mejor de El de acuerdo a nuestro avance y entendimiento es lo que recibo del devocional que escribiste hoy Rene. He pensado el significado de esa citua varias veces y la historia que tenga detras solo hace brillar la fidelidad de los pescadores (Pedro y Andrés) a Jesucristo. Aprendí sobre la educación biblica de los niños judios. Bonito. Ah, hola, saludos. 🙂