Una de las cosas que he aprendido, es que solemos meternos en muchos problemas o nos estresamos, porque es cada vez mas común que nos comprometamos a hacer o a decir cosas que en realidad no queremos o que nunca tuvimos la intención de hacer o decir y pueden pasarnos 2 cosas igual de incómodas, o que terminemos cumpliendo nuestra palabra y sufriendo el proceso o simplemente quedando mal.

Nos sucede que nos dejamos apantallar por las oportunidades ya que hemos aprendido de la sabiduría popular que “las oportunidades se presentan una sola vez en la vida” y aunque no estemos seguros de que es la oportunidad que queremos o la que esperábamos, decidimos ir por ellas con el miedo de que no se vuelvan a presentar y he ahí donde nos atoramos y no sabemos que mas hacer, le ha sucedido?.

Hace ya algún tiempo que da vueltas en mi mente ese asunto de “aprender a decir que no” y he tratado de entenderlo y aprender como es que aplica en nuestra vida cotidiana, cada vez veo que se menciona mas en la televisión, cada vez hay mas libros acerca de ello y cada vez escucho a mas personas hablar de ello, pero pocas veces o creo que aun no me sucede, que haya escuchado de alguien decir “yo aprendí a decir que no”, y no es porque sea algo imposible, o algo que no pueda suceder, sino que simplemente entiendo que es parte de esa “sabiduría popular” que nos ofrece una solución incompleta y no está del todo amarrada, ya que no podemos tomar una postura de decir que no a todo aquello que nos incomode o que no parezca convenirnos, sino que hay cosas que simplemente tenemos que hacer y es inevitable.

Entre mas vueltas le daba al asunto, mas complejo parecía y no le niego que hubo un momento en el que sin darme cuenta estaba enredado en mis propios pensamientos acerca de esto, hasta que me tuve que dar cuenta que en mis propias fuerzas sería incapaz de entenderlo e incluso para la gran mayoría de las personas les sería imposible llegar al punto de llevarlo a cabo por si mismas.

Afortunadamente existe una sabiduría divina que supera cualquier sabiduría humana y popular que esta plasmada en la palabra de Dios, aún mejor es saber que no importa que es lo que pase en nuestras vidas, SIEMPRE hay una respuesta y una instrucción precisa para salir adelante y nunca tener la necesidad de quedar mal, o de tener que hacer algo que en realidad no estaba en nuestro corazón, la sabiduría de Dios nos permite soluciones eternas, es decir que a lo mejor tenemos que pasar por cosas que no nos agraden del todo, pero que ponen un remedio definitivo a cualquier situación y nos ayuda a que quede grabado nuestro corazón el proceso de manera que si así lo decidimos, nunca tengamos que volver a pasar por el.

Note como la cita nos dice “Que su «sí» sea «sí», y su «no», «no»”, es decir nos invita a reflexionar antes de hablar y no solo nos enseña a “aprender a decir que no”, sino nos advierte que no importa cual sea nuestra respuesta, es decir, no importa que sea un si o sea un no, sino nos advierte que pensemos en la dimensión de esa respuesta y las acciones y compromisos que conlleva, para que posterior a emitir esa respuesta, no corramos el riesgo de ser unos mentirosos y a ser condenados por ello.

No puedo evitar el pensar cuantas veces he dicho que si a cosas que desde el momento que dije que si, en realidad nunca estuve dispuesto a hacerlas y me convertí en un mar de excusas y tuve que postergar las situaciones hasta que tuve que cumplir o simplemente quedé mal, cuando en realidad estoy convencido que mi contraparte hubiera preferido un amable y directo no, a estar correteándome y buscándome para saber que había pasado conmigo y con mi compromiso.
Pareciera que pensar en hacer las cosas tal cual están plasmadas en la palabra de Dios son difíciles de llevar a cabo y que hacer un cambio de esta manera de vivir para muchos pareciera imposible, pero afortunadamente la palabra de Dios también contempla una respuesta para ello, Jesús vino a esta tierra a ser como hombre un hombre integro y siempre dijo que si o que no y lo cumplió y nos dejó la garantía de que le podemos imitar y hacer cuanto El hizo, Juan 14:12 dice “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre”, es decir, si El fue capaz de mantener su palabra, usted y yo lo seremos de la misma manera.

Por tanto, le quiero invitar a hacer como hice yo, tome un tiempo y piense acerca de todas esas ocasiones que sin querer o bien con intención se comprometió a algo que en realidad nunca quiso hacer o nunca quiso comprometerse y a lo difícil que fue el zafarse de esa situación, ponga en manos de Dios ese sentimiento y esos pensamientos, crea en la palabra de Dios y ore, dígale a Dios que usted cree que puede hacer las cosas como El las hizo y que es su deseo el ser una hombre o una mujer de palabra donde su si sea si y su no sea no y que ello le lleve a ser una persona de excelencia, que refleje la luz de Cristo y que pueda llevar una vida como El nos la promete por medio del cumplimiento de su palabra en nosotros día a día.

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