Muchas personas no lo entienden, pero en la tierra y en el Reino de los Cielos se hablan idiomas completamente distintos, es decir cosas que aquí entendemos y pensamos de una manera, en el corazón de Dios son completamente de la manera opuesta.

Anoche platicaba con una buena amiga y hablábamos acerca de aquellas personas que se preocupan todo el tiempo por las demás personas, aquellas personas que siempre hacen el bien a los demás y que siempre tienen mínimo una sonrisa honesta que regalar y como muchas veces a pesar de eso no son felices.

Mi amiga viene de Sudáfrica y fue criada en un hogar cristiano y me llamó mucho la atención que al referirse a sus amigos hablaba de ellos como “ellos tratan de ser buenos cristianos”, ya que es la manera que ella entiende que se comportan, de acuerdo a las reglas y los lineamientos de como creció, pero en realidad no entendía que no importan las buenas acciones y las buenas intenciones, incluso el ser bueno con los demás no tiene ningún tipo de validez si no está soportado en la palabra de Dios.

No entiendo que es ese afán de muchas personas de ser catalogadas como “buenas”, siendo que el ser “bueno” es un término muy ambiguo, todos y cada uno de nosotros tenemos nuestro propio concepto de “bueno”, le comentaba a mi amiga que aún los asesinos se ponen en manos de Dios cuando están a punto de salir a cometer un crimen y piden a Dios su protección, ya que ellos en sus propios ojos no se ven como malos, por tanto el ser catalogados como “buenos”, no nos lleva a nada, ya que ese ser “bueno” tiene sus límites en la opinión de la siguiente persona.

Ahora bien, hay un punto muy pero muy importante, Dios no nos llamó a ser buenos!, eso lo inventó alguien, Dios no necesita que seamos buenos, El fue y es bueno por nosotros, a lo que Dios nos llamó es a ser obedientes, que es muy distinto.

Y esto lo menciono, porque ayer que mi amiga me comentaba acerca de sus amigos que se esforzaban por ser “buenos cristianos” (y entienda que bajo cristianos me refiero a seguidores de Cristo), le tuve que detener y preguntarle, si con ello se refería a que eran personas que conocían la palabra de Dios y se esforzaban por seguirla y cumplirla o si simplemente se esforzaban por ser buenos en su propio entendimiento, a lo que me respondió: “que no se supone que hemos sido llamados a hacer el bien a otros?”.

Lamentablemente vivimos de suposiciones y como lo he dicho muchas veces, las personas creen que creen en Dios, ya que no están seguras, mas siguen viviendo de esta manera y le voy a poner un ejemplo como el “ser bueno” y hacer cosas “buenas” por otros, no siempre funciona.

A lo mejor el ejemplo es muy burdo, pero estoy seguro que es ilustrativo, un día fui invitado a desayunar a casa de amigos muy cercanos y con toda la mejor intención prepararon un rico menudo en mi honor (un platillo mexicano a base de pancitas de cerdo y granos de maíz), al llegar y ver esto, mi sorpresa fue grande, ya que por algún motivo que desconozco, no soy capaz de pasar bocado de menudo, y es un platillo que no como ni por error, y con gran pena me desayune unos huevos fritos ese día mientras los demás saboreaban su menudo.

La intención de mis amigos era mas que buena y tenían toda la intención de agradarme preparando el menudo, pero lamentablemente no se preocuparon por saber que es lo que como, normalmente soy una persona que come de todo, pero quienes me conocen, saben que siempre le digo a todos “yo como todo lo que me pongan enfrente menos menudo”.

Con las personas “buenas” no sucede diferente, hay y habemos quienes actuamos de acuerdo a lo que vemos y entendemos, y hacemos cosas buenas tanto por nosotros, como por otros y queremos entender que son agradables a Dios, pero poco nos preocupamos por saber primeramente lo que es bueno delante de los ojos de Dios y segundo que es lo que Dios espera de nosotros, para luego actuar y no solo ser buenos y hacer cosas buenas, sino hacer cosas agradables delante de Dios que tengan una repercusión en el Reino de los Cielos y la eternidad.

Note que tan importante es entender las cosas desde la perspectiva de Dios y no la nuestra: muchas personas no se acercan a la iglesia, ya que temen a que su vida se vea limitada y que Dios o las personas de la iglesia les prohiban hacer “x” o “y” cosas, mas la Biblia nos dice todo lo contrario, note como la cita de hoy habla precisamente de eso, que podemos ser perfectos delante de los ojos de los demás (eso incluye el ser “bueno”), pero que solo el ser obedientes a Dios nos lleva a una situación donde la dimensión del poder de Dios la cual no tiene límites, es desatada sobre nuestra vida.

Por tanto le quiero invitar en este día a que reflexione sobre ello, piense en las cosas que usted considera que lo hacen ser “bueno” o “buena” y póngalas delante de Dios, compárelas con la palabra de Dios y practique el ser obediente y notará como si vida será catapultada a una nueva dimensión donde aún la bendición no esta limitada, ya que viene directamente del corazón y la mano de Dios.

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