Una de las cosas que mas me asombran de mi relación con Dios, es que ama a toda su creación, pero a la vez nos ama a todos y cada uno de nosotros de una manera especial e individual, única, especial y que no se parece a la manera que ama a otros, de hecho ni siquiera se puede medir en calidad e intensidad con la manera con la que ama a otros, es como si a cada uno de nosotros nos amara mas que a todos los demás de manera simultánea.
A su vez, dentro de esa manera de amarnos, nos va dando una serie de beneficios dependiendo de nuestro crecimiento espiritual y la dimensión de nuestro compromiso, para con El, y no es que El cuestione nuestro compromiso, solo que entiende que dependiendo de nuestra madurez y nuestro compromiso, seremos capaces de administrar ciertas bendiciones y evitar que estas desvíen nuestra atención del proveedor de las bendiciones por estar enfocados en las bendiciones en si.
Ayer estuve invitado a predicar en una Iglesia en la ciudad de Monterrey y justo hablaba de esto, muchas personas dicen que Dios no nos dará cargas mas pesadas que las que podamos soportar, pero la cita en si que hace referencia a este tema difiere un poco, ya que habla de las tentaciones, ya que un beneficio con la atención equivocada, se puede convertir en una tentación, pero note como nos dice que nos dará la salida de esta tentación juntamente con la aparición de la misma, es decir, cada vez que viene algo nuevo y novedoso a nuestra vida, viene juntamente con la capacidad de administrar esa cosa nueva.
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar (1Cor 10:13).
En otras palabras, dentro de nuestra relación con Dios existen ciertos niveles que escalar, aunque no estás descritos como tales en ninguna parte de la Biblia, ciertamente esta habla de ello, hace referencia incluso al tipo de alimento espiritual que reciben algunos de acuerdo a su madurez, otra parte habla de nuestro entendimiento, como niños cuando somos pequeños y como conforme crecemos en Cristo, vamos entendiendo las cosas de manera madura y consciente, y está la cita de hoy, que es la que nos habla sobre la meta a alcanzar dentro de ese proceso de crecimiento espiritual.
Me encanta que el mismo Jesús reconoce en nosotros esa capacidad de poder llegar a ser sus amigos, pero como nos advierte que para llegar a serlo, tenemos que ser sus siervos, en otras palabras, primeramente tenemos que aprender a estar dispuestos, a conocer y obedecer la palabra de Dios para que nos convirtamos en parte activa del fluir de sus obras y no solo las observemos y las veamos pasar pasivamente y como un requisito conlleva a un beneficio que es el contar con su amistad.
Muchas personas suelen creer que las cosas de Dios son ocultas y confusas y que Dios pareciera no tener ninguna intención de revelarnos sus propósitos, como si fuera nuestro papel el depositar en sus manos nuestra confianza y dejarle usarnos como un titiritero que domina nuestra voluntad, cuando no es así de ninguna manera!, por el contrario, Dios anhela y espera revelarnos sus secretos, pero de que sirve que nos llene de conocimientos acerca del universo, si de nada nos sirven si estamos sentados ahí sin aprovechar ese beneficio?, cada una de las cosas que Dios nos de, tiene que ver precisamente con el hecho de que lo pongamos en práctica.
De hecho, me topo diariamente con personas que dicen tener fe, pero no la ponen en práctica, de alguna manera consideran tener una fe activa porque creen que el creer ya es algo activo, pero no lo es, se pudiera entender como si alguien pensara en hacer ejercicio y con eso ya quisiera recibir el beneficio de adelgazar, pero en realidad en ningún momento movió un solo dedo, a la fe le sucede igual, note como Santiago habla de la fe que es fe muerta:
Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta (Stgo 2:26).
Por tanto, si nosotros pretendemos ser promovidos en nuestra espiritualidad y algún día poder ser llamados Amigos de Dios, nos es necesario poner acción detrás de cada cosa que creemos acerca y sobre Dios, es decir, no podemos solo creer en cosas lindas acerca de El y que nos beneficia, sino tenemos que creer particularmente partes que hablan sobre llevar nuestra cruz y pagar un precio a cambio del beneficio de su amor, creer en que una simple confesión de fe nos asegura la vida eterna y que por ridículo y sencillo que parezca, solamente nos es necesario confesarlo con nuestra boca y proveniente del corazón para cambiar el rumbo de nuestra vida de manera radical
Vivir una Vida de Reino trata del equilibrio entre el creer y el hacer lo que Dios tiene para nosotros y de darse cuenta que nos tenemos que convertir en hacedores de la palabra antes de poder ser llamados Amigos de Dios, ya que ese es el orden que Dios diseñó a diferencia del mundo, es decir, en el mundo solemos hablar y luego tenemos que respaldar nuestras palabras con nuestros actos, mas en el Reino de los Cielos es distinto, Dios primero hizo y hace y luego habla de ello, para que lo que diga tenga un valor absoluto y que nadie pueda cuestionar, por tanto, tenemos que tener una fe activa que sea viva y que nadie pueda cuestionar, ya que es antecedida por nuestros actos.
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