Hace un par de meses tuve la oportunidad de visitar la exposición de Palacio Nacional en la Ciudad de México, es la primera vez que me toca escuchar que abran el lugar del cual el Presidente de la República trabaja y que le permitan al público visitar inclusive la oficina desde la cual el Presidente despacha y el famoso balcón desde donde se da el grito de Independencia cada 16 de Septiembre en la madrugada.

Una de las cosas que me llamó mucho la atención fue el despliegue de seguridad del lugar, tuvimos que pasar por detectores de metales, y revisiones y en todo lugar y todo momento había guardias presidenciales, soldados y elementos de seguridad de acuerdo al lugar donde estábamos, en ningún momento se nos permitió tomar fotografías estando en lugares cerrados y el flujo de las personas tenía que ser constante, es decir no nos podíamos detener mucho tiempo en ningún lado, al llegar a la oficina desde la cual despacha el Presidente, pregunté al guardia que resguardaba el lugar que si esa oficina se cerraba cuando venía el Presidente, a lo que respondió: cuando viene el Presidente, se cierra toda la exhibición y todo Palacio Nacional deja de ser museo, para convertirse en la sede del Gobierno Mexicano; esto me hizo mucho sentido y me impactó de gran manera el cómo lo dijo “deja de ser museo para convertirse en la sede del Gobierno Mexicano”, que interesante la solemnidad del asunto, no cree?.

Al reflexionar sobre ello, me di cuenta que aun un recinto tan elaborado y con tanto valor histórico, no pasaba de ser “un simple museo” con acceso para cualquiera, y tomaba un verdadero valor al llegar a el aquel que porta el poder, es decir pasa de ser un recinto a ser sede del gobierno, por una sola persona y por la embestidura que tiene.

Esto no es mas que una simple muestra de lo que pasa con Dios, nuestra vida tiene un valor muy limitado, hasta que llega aquel que ejerce el poder del universo sobre nosotros, el puro hecho de la presencia de Dios en nuestra vida, hace que el sentido de las cosas cambien tal cual como sucede en el Palacio Nacional, no en vano dice la Biblia que somos templo del Espíritu, le hace sentido?.

Es precisamente en éste punto donde muchas personas corren el riesgo de confundirse, ya que no reconocen la importancia y la seriedad que conlleva la presencia de Dios en nuestras vidas. Imagínese que por error le tocara quedarse encerrado en el Palacio Nacional porque llegó el Presidente y a usted no lo evacuaron y cuando el Presidente llega a su oficina, lo encuentra a usted ahí, que haría?, se aproximaría a el y le diría: “que onda Felipillo!!”?, o lo haría con la solemnidad y la reverencia que merece?, me imagino lo llamaría todo el tiempo “Señor Presidente”, o no?.

Con Dios no sucede de otra manera, al fin y al cabo estamos hablando del Creador del Universo que de paso nos ama, pero al cual no sabemos tratar y es lo que después de dimensionar la importancia del asunto tras el ejemplo anterior le quiero compartir.

Hay personas que le dan la importancia a ciertos lugares y demandan solemnidad, y hay otras personas que hablan de Dios como si fuera su cuate y no Dios, es decir se van a ambos extremos, ya que por un lado, no es que un lugar sea especial por ser llamado la casa de Dios y no podemos por ningún motivo tratar a Dios como si fuera uno de nuestros semejantes y ser irreverentes con El, pero es algo que nos cuesta trabajo entender si no pasamos por el proceso adecuado y ojo! no crea que le estoy hablando de nada elaborado ni religioso.

La cita de hoy nos dice que Dios anhela que seamos sus amigos (mas no sus cuates), y me puede emocionar al extremo la connotación que dice “porque el siervo no sabe lo que hace su señor”, ya que con esto nos deja en claro que cuando tomamos la categoría de amigos, nos serán reveladas los asuntos de Dios según vayamos requiriendo para nuestro caminar en Cristo, pero note que la misma cita tiene una maravillosa condicionante, la cita empieza con “Ya no os llamaré siervos”, es decir, para poder pasar a la categoría de amigos de Dios tenemos que haber pasado por servirle previamente y esto no requiere de un hábito religioso, ni de consagrarse a una iglesia, por el contrario, requiere que conozcamos de la palabra, que la practiquemos, que la pongamos por obra en todo lugar y con toda persona, con la conciencia de que representamos a Dios en todo lugar al que vamos y que lo tenemos que hacer con la misma solemnidad y respeto que se requiere para que la obra mas simple obtenga el valor inigualable de la presencia de Dios, es decir y en comparación con el ejemplo del principio de éste escrito, para que dejemos de ser una linda galería de favores de Dios y nos convirtamos en verdaderos templos del Espíritu.

Muchas personas creen que el ser moderado de modos y reverentes es solo para unos cuantos que son “espirituales” y están “mas cerca de Dios”, cuando no es así, muchas personas no lo entienden porque tienen la idea de que estar en presencia de Dios solo “se siente bonito”, pero no entienden que así como solemos sentir emoción y respeto a la vez al estar frente a alguien como el Presidente de la República, se siente cuando se esta en presencia de Dios mas que a una dimensión mucho mayor!, y que el efecto inmediato es el amarle por la intensidad de su presencia y el llevar a cabo aquello que nos pida y sobre todo aquello que esta escrito.

Por tanto mi invitación esta mañana es a que reflexione acerca de su relación con Dios, piense si en realidad algún día podrá llegar a ser llamado amigo de Dios si tiene una relación con El “a su manera”, o si en realidad le hace falta pasar por el proceso de ser su siervo, de ser una persona de excelencia en todos los sentidos y que salvaguarde los intereses de su Señor (tal como un mayordomo), para que al final del día, el Padre le revele sus secretos y ponga en usted la confianza que solo se le otorga a un amigo.

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2 Comentarios

  1. Gracias por escribir esto, lo recordare por siempre y en todas y cada una de mis acciones

  2. 1- El señor te cautiva y quiere saber mas de el.
    2-Te haces disipulo y quiere saber mas de el.
    3-Te haces maestro y quieres que conoscan a el.
    4-Te haces amigo de el porque le oies mas a el.
    QUE EL SEÑOS «JESUS» TE SIGA BENDICIENDO Y USANDO AUN MAS. TU HNO ALFONSO.