Una de las peores cosas que le pueden pasar a cualquier persona que pretende llevar una vida en Cristo es ser víctima de la culpa, ya que esta es el principal freno de la fe para cualquier persona, es la herramienta mas usada por nuestro adversario, quien conoce nuestro pasado y a su vez conoce la palabra de Dios a la perfección y la usa en nuestra contra, pero no es que Satanás tenga razón en estarnos acusando, el cree que es así, pero la realidad es que sus acusaciones se vuelven en inválidas en el momento que reconocemos el sacrificio de la cruz, ya que este avala aún el pecado que no hemos cometido.

 

La culpa es una herramienta poderosa, es el principal distractor de nuestro propósito, es decir si no tenemos cuidado, corremos el riesgo de enfocar nuestra atención en la culpa y en lo que “le hemos fallado” a Dios y no en lo que debemos hacer, e incluso puede afectar la obra que Dios quiere hacer en y por medio de nosotros, ya que sus tiempos son perfectos, de manera que si no estamos listos o estamos distraídos, simplemente usará a alguien mas para hacerlo.

 

Cada vez que pienso en esto me dan escalofríos, no puedo dejar de pensar en la cita de el libro de Apocalipsis que dice “mira que nadie tome tu lugar”, uff! el mismo Dios nos lo recuerda y nos advierte, porque si nos sorprende su segunda venida en medio de la culpa, simplemente no seremos arrebatados y corremos el riesgo de pasar la eternidad en otro lado al planeado.

 

La culpa es algo similar al limbo, es un lugar donde no vamos ni para adelante ni para atrás, es un lugar en donde simplemente perdemos el tiempo y no avanzamos, eso es lo que pretende nuestro adversario, cuando pienso en esto lo hago con cierta gracia, recuerdo perfecto como mi abuela materna ganaba tiempo para hacer sus cosas y no dejarse molestar por sus nietos cuando trabajaba y nos enviaba con alguien mas y nos decía: diles que te den tantito “tente allá”, y no entendíamos como era que pasábamos un rato con esa persona y simplemente no nos daba nada (en apariencia).

 

El secreto perfecto contra la culpa es la identidad, es decir, una vez que nos queda bien claro quien es que somos y quien es que nos dio esa identidad, no habrá culpa que nos persiga y de eso es lo que le quiero hablar el día de hoy.

 

Muchas personas no se acercan a Dios o a ciertas iglesias, porque creen que Dios por medio de las personas las quiere cambiar, la verdad es que solamente es su propio sentimiento de culpa que les acusa, ya que hay cosas en la vida de todos que sabemos que están mal, pero insistimos en conservarlas para no dejarnos “manipular” por otros, cuando en realidad Dios no quiere cambiarnos, si lo hiciera, tendría que admitir que se equivocó al crearnos y que nos hizo con defectos y de manera errónea, la realidad es que somos criaturas perfectas ante los ojos de Dios pero han sido nuestros hábitos los que nos han envuelto en circunstancias que empiezan por hacernos sentir culpables y compararnos con un Dios que suponemos, pero no conocemos.

 

La cita de hoy sucede en un contexto interesante, es uno de mis salmos favoritos, ya que habla de la omnipresencia de Dios, este salmo declara que aún si nos ocultáramos en el mismo infierno, Dios está ahí por y para nosotros y en medio de ese saberse observado y acompañado por Dios, sabiendo que éste sabe nuestro pasado, nuestro presente y aún nuestros pensamientos, se declara criatura admirable, es decir, no le queda de otra que admitir las cosas que Dios hizo y las que quiere hacer, es decir y en otras palabras, si no fuésemos de gran valor, Dios no nos andaría cuidando, no lo cree?.

 

Lo primero que tenemos que hacer para poder llevar una vida en Cristo y más si pretendemos servirle, es reconocer la obra de sus manos, es decir, nosotros mismos, tenemos que aprender a amar las cosas de Dios y si no empezamos por nosotros, estamos fritos!, porque somos el mejor ejemplo de lo que hace Dios, probablemente tengamos que trabajar en nuestros hábitos, pero fuera de eso no hay nada que alterarle a la creación de Dios.

 

Mucha gente se ríe y celebra mi buen humor, pero lo que lee en la cita de hoy, es algo que declaro en todo momento y ante todos, ese es uno de los secretos del éxito de mi vida, la conciencia de que no fui creado a medias y la tranquilidad de que no importa que es lo que haya sucedido ayer en mi vida y como es que haya yo reaccionado, siempre y cuando lo reconozca como desagradable a Dios, me arrepienta de ello y lo rechace como para no volverlo a cometer jamás (y usted y yo sabemos que eso requiere solo de unos segundos y mucha honestidad), recibiré el perdón de Dios, reflejaré su inigualable amor y seré inmune a la culpa, lo cual me permitirá seguir avanzando constante y siempre adelante, como Dios lo quiere y lo espera de mi y de usted también, asegurando que nadie tome mi lugar en la obra que El planeó desde el principio de los tiempos.

 

Como ve?, ya esta dispuesto a encontrar en el espejo la obra admirable de Dios?.

 

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