Talita cumi

La Biblia habla repetidamente mensajes dirigidos a la iglesia, pero no se refiere a una religión, sino a aquellos que creen en lo que en ella esta escrito y con ello conforman el cuerpo de Cristo, en otras palabras, a la parte dinámica del pueblo de Dios, a aquellos que están dispuestos a hacer la voluntad de Dios e ir mas allá de solo interceder por si mismos y sus necesidades.

Todas las personas están conscientes de que tienen que acercarse mas a Dios, pero hay un desequilibrio en la manera en la que lo hacen, por un lado están los que creen y que no hacen nada, solo creen y por otro lado están los que hacen, pero no saben porque lo hacen, en su corazón creen que son cosas agradables a Dios pero no están seguros de que así sea, son parte de las muchas obras de misericordia que existen, pero no tienen una real instrucción de parte de Dios para ello, y no es que esté mal, solo que la palabra de Dios nos invita mucho mas allá que eso.

La Biblia nos enseña que la salvación no es por obras, es decir, no por mucho que hagamos, seremos merecedores de entrar en la presencia de Dios al final de los tiempos, por el otro lado la misma Biblia nos dice que la fe sin obras es muerta, por tanto solo creer y no ponerlo en práctica tampoco nos sirve, entonces que es lo que debemos de hacer?.

Es cierto que a Biblia nos dice que tengamos cuidado de los pobres, pero Jesús nos dejó una “Gran Comisión” que habla de ir y predicar el evangelio a toda criatura y nos dice cuales son las señales que nos acompañarán a aquellos que creemos y hacemos la voluntad de Dios (Mar 16:14-18), es decir, si nos dedicamos solo ayudar a los pobres, nos estamos perdiendo del verdadero propósito para el cual fuimos creados y no estamos obedeciendo la instrucción que nos fue dada.

Muchas personas creen que el predicar de la palabra de Dios es solo para unos cuantos y el orar y lograr tocar el corazón de Dios para obtener milagros es para solo un selecto grupo de personas escogidas, cuando no es así, la Biblia habla de todo lo contrario, nos promete incluso que la cura para cualquier enfermedad, está en manos de todos los que creen.

La cita de hoy, habla acerca de una niña, a la cual creían muerta, pero al verla Jesús, dijo  que no estaba muerta, sino dormida, y lo expresa a quienes lo llamaron, lo cual les parece difícil de creer, y no es sino hasta que dice la famosa frase “talita cumi” que la niña se levanta y no solo eso, se echa a caminar, pero note que inmediatamente que lo hace, Jesús les da instrucción de que le den de comer.

La niña de este pasaje es figura de la iglesia, es decir, del pueblo de Dios, quien muchos pudieran creer que esta muerta, ya que vivimos en una época de desolación, donde vivimos víctimas de la violencia y en una generación de personas que tienen una moral sin principios de vida, pero en realidad todas esas personas que cometen todo este tipo de actos violentos y todos estas cosas que en años pasados no hubiéramos siquiera imaginado, están esperando que se les alcance, están esperando que alguien se siente de su lado y a la manera que ellas lo entiendan, primero se les escuche y luego se les explique que hay una mejor alternativa.

Dios está mas que dispuesto, yo creo incluso que esta ansioso por despertar a la iglesia, pero hay cosas que no puede hacer si no es que tiene la siguiente parte resuelta, si no es que tiene por seguro que al momento que la iglesia se levante y empiece a caminar como la niña, haya personas preparadas para darle de comer, y no me refiero físicamente, sino espiritualmente, con palabras de vida, que la edifiquen, pero a su vez la lleven a vivir una vida radical y de santidad en la cual el centro sea Cristo y no ella misma.

Por tanto, el devocional del día de hoy, es una invitación a que se prepare, a que se alimente de la palabra y ponga por obras lo que en ella está escrito, de manera que empiece a vivir una vida de Reino y esté preparado para cuando la iglesia sea despertada, de manera que pueda usted caminar a su lado y pueda atender a la instrucción de Jesucristo, tenga sus oídos bien abiertos y bien atentos, pues en cualquier momento puede usted escuchar un “talita cumi” y que despierte a una generación hambrienta y usted pueda tener el privilegio de ser parte de aquellos que sean la primer generación de quienes hacen la verdadera voluntad de Dios.