Hace unos días vi a alguien quejándose del presidente de su país en facebook, y me impresiona mucho el ver este tipo de cosas, ya que considero que es muy fácil hacer este tipo de comentarios desde un flanco en donde uno no es visto y donde es hasta cierto punto seguro decirlas, ya que se tiene la tranquilidad de decir las cosas sin tener una mayor consecuencia y sobre todo sin tener los fundamentos necesarios para decirlo.

 

La Biblia nos enseña que tenemos las autoridades que merecemos (Rom 13:1) es decir, que éstas han sido puestas sobre nuestras cabezas por Dios de acuerdo a nuestro corazón, en otras palabras tenemos una autoridad (desde el presidente de un país, nuestro jefe, nuestros padres o cualquiera que ejerza autoridad sobre nosotros) hecha justo a la medida que merecemos y necesitamos.

 

El problema de muchas personas es el sometimiento a la autoridad, muchos suponen que porque alguien tiene autoridad sobre ellas, tiene que cumplir una serie de requisitos, y que tiene que tener un cierto testimonio de vida y que se yo que tantas cosas, cuando en ningún lugar esta escrito, lamentablemente pareciera que quisiéramos que nuestras autoridades fueran el pretexto ideal para que nosotros no seamos todo aquello que nuestra conciencia nos reclama, ya que no lo podemos imitar de ellas (como si lo necesitáramos).

 

Como contraparte, hay quienes se quieren servir de la autoridad, es decir, aprovechan cada oportunidad para obtener algo de esa persona que tiene autoridad sobre ellos, es como si esa persona que se quejó de su presidente, no fuera a aprovechar esa oportunidad para pedirle algo (un trabajo, un beneficio o lo que sea) a su presidente si se lo encontrara de frente y éste le diera una audiencia, estoy seguro que no tomaría ese tiempo para expresarle su molestia y su enojo con pocos fundamentos, no lo cree?.

 

Es una realidad que la autoridad es atractiva y todas las personas quieren estar cerca de las personas con autoridad de cualquier tipo, la espiritual tampoco es la excepción, de hecho esta es usada también como una excusa para no tener intimidad con Dios y que éstas personas de las que le hablo y que fueron establecidas como autoridades en este tema, hagan en un segundo lo que uno mismo no hace por si mismo en meses o incluso años, orar por ejemplo, o incluso quieren que les enseñen en minutos lo que les tomaría meses en leer y entender.

 

La verdad es que Dios estableció el esquema de la autoridad a nuestro favor, pero pocos en verdad lo entienden, de hecho muy pocas personas reconocen la autoridad de Dios sobre sus vidas, hay quienes incluso aseguran tener una relación con Dios “a su manera”, siendo primeramente que nunca tomaron en cuenta a Dios para tener ese tipo de relación y de esa manera y segundo, realmente solo lo necesitan para que les cumpla favores y les supla necesidades, sé que suena duro, pero es 100% cierto.

 

Como decía la autoridad es algo que Dios diseñó a nuestro favor, ya que si reconocemos y honramos a alguien como nuestra autoridad, esta, no solo puede, sino usará esa autoridad a nuestro favor, ojo!, no es algo automático, ya que sería pura y mera conveniencia, de hecho el sometimiento a la autoridad es un ejercicio poco practicado y que toma tiempo, ha habido pueblos que han despreciado a su autoridad pero luego quiere su favor y no entiende porqué su autoridad no responde como esperan.

 

Un ejemplo que recuerdo es el tiempo en el que murió la ex-princesa de Gales, Diana Spencer, ella había repudiado la corona Inglesa y estaba fuera de la casa real, es decir, no solo se había divorciado (por el motivo que fuese), sino que había renunciado a sus privilegios de Princesa, por tanto no le correspondía ningún tipo de tributo por parte de la Corona Real, y la Reina Isabel como autoridad del Reino Unido no contemplaba el hecho de rendirle tributo como Princesa al momento de su muerte, obviamente fue altamente criticada y despreciada por su pueblo, pero pocos entendían el hecho de que la Reina no pretendía usar su autoridad (y sus beneficios) a favor de alguien que despreció esa autoridad y despreció una oportunidad única de convertirse en Reina de un país, mas además usó los medios para desprestigiar a la Corona y la Realeza Inglesa.

 

En la Biblia, Abraham es uno de mis favoritos en cuanto al entendimiento de la autoridad, de hecho no solo estaba sometido a ella, sino sacó provecho de ella, entendía quien era Dios y no dudó en someterse a El en ningún momento, de manera que cuando Dios le pidió algo que parecía ilógico y absurdo, usó la autoridad a su favor.

 

Abraham llamaba a Dios “Adonai” (Adon, quiere decir administrador, maestro o Señor; cuando le añadimos el ai a adon, se intensifica y se eleva su significado, cambiándolo a “el Señor de señores”, el Señor Supremo o el Señor de todos; por lo tanto, el titulo Adonai enfatiza la Supremacía de Dios y la Soberanía Divina del Señor) ya que reconocía que todas las cosas estaban sujetas a su autoridad incluyéndole a el, de manera que al estar bajo la autoridad de Dios, le hizo ver su situación de no tener un heredero o hijo para que lo que Dios hiciera en su vida fuera permanente y trascendente, es decir, si solo bendecía a Abraham, su bendición moriría con el, pero si le daba herederos, habría una siguiente generación quien le reconociera como Señor de señores y sobre quien el nombre de Dios se siguiera engrandeciendo, esto obviamente traía como consecuencia el cumplimiento de cualquier cosa que Abraham hubiera puesto en su corazón para con Dios.

 

Abraham se refería a Dios como “Oh Soberano Señor” y no como “Dioscito” como muchos pretenden acercarse a Dios, el estar bajo la autoridad requiere el reconocimiento de la dimensión de la misma, es decir minimizamos su autoridad, su efecto en nosotros también es minimizado por usar términos ridículos como “Dioscito” ante el creador de todo lo que existe; Abraham estaba bajo la autoridad de Adonai “el” Dios, el “Señor de señores” y no bajo un “Dioscito” de alcance limitado, por tanto cuanto pidió le fue dado, de acuerdo a la dimensión de su autoridad y su sometimiento a la misma.

 

Mi invitación en ésta mañana es a que tome un momento y reflexione acerca de si esta verdaderamente bajo la autoridad de Adonai, es decir, si realmente reconoce a Dios como la autoridad sobre su vida o simplemente cree que El esta ahí para usted y para cumplirle lo que necesita, reflexione acerca de si en verdad usted conoce lo que Dios requiere y espera de usted y lo cumple, haciéndole su Adonai o si no se ha tomado siquiera el tiempo de leer su palabra y entender que esta esta llena de beneficios que se activan con la obediencia y por último reflexione si Dios responde a todo lo que usted pone enfrente suyo, en respuesta al reconocimiento de la autoridad que El ejerce sobre usted, o simplemente esta bajo la autoridad de un dios que “por algo hace las cosas” y si es que “a el le place”.

 

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