Creo que he mencionado esto en bastantes ocasiones a lo largo de los muchos devocionales que he tenido el privilegio de compartirles, pero creo que es de suma importancia el que lo vuelva a hacer, y eso es el concepto acerca de la paz.

 

Hay muchas personas que confunden el concepto de la paz con el de la tranquilidad, La tranquilidad es la ausencia de problemas (aunque sea temporalmente) mientras que la paz, es la certeza de que no importa en que tan difícil sea la situación en la que nos encontremos, siempre saldremos adelante por el favor y la intervención de la mano de Dios y sobre todo, sin la necesidad de sufrir.

 

Esto último lo menciono, porque es muy común que las personas se dejen agobiar por los problemas e incluso los empiecen a llamar “sus problemas”, cuando en realidad nadie se los regaló o entregó, tal vez solamente Dios quería estrenar en nosotros alguna nueva facultad que aprendimos o que nos dio y lejos de aprenderla a usar, nos enfocamos en el problema y lo hacemos nuestro y todo el objetivo de lo que Dios quería hacer se perdió, y no solo eso, sino que además empezamos a sufrir por el problema, ya que nos sentimos solos en medio de la situación que hicimos nuestro (aunque nadie nos lo dio) y empezamos a pedir paz, siendo que no la queremos en realidad, en otras palabras no es que querramos vencer el problema, simplemente queremos salir de el, espero haya quedado clara la diferencia.

 

A lo largo y ancho de la Biblia, Dios nos habla de que nos prepara para ser mas que vencedores, de hecho, el se menciona a sí mismo como Dios de los ejércitos, es decir, El no espera de nosotros que vivamos una vida feliz en un campo verde donde todo sean risas y buenos momentos, por el contrario, nuestro propósito debe ser en todo momento es el enfrentar al mal y vencerlo por medio de lo que El pone en nosotros como sus embajadores en esta tierra.

 

Habiendo entendido esto, le quiero compartir una frase que no pude evitar el publicar en mi facebook y en mi twitter el domingo pasado, ya que impactó mi corazón de gran manera, como espero que suceda con usted; el domingo escuché a un Pastor que venía de la India a predicar a la ciudad de Guadalajara, y me llamaba mucho la atención su semblante, ya que era por demás calmado, su hablar es muy pero muy pausado y no de alto volumen, y cuando empezó a predicar empezó a predicar sobre nuestra actitud ante los problemas.

 

No le voy a mentir, cuando empezó, lo primero que pensé dentro de mi fue: “hmmm con ese entusiasmo me va a enseñar como enfrentar los problemas?, hmmm, no creo”, pero en cuanto empezó a hablar me dejó atónito, ya que dijo una frase muy parecida a la siguiente:

 

“Cuando los Israelitas vieron a Goliath, lo primero que pensaron fue: es demasiado grande como para matarlo; pero cuando David lo vio, lo primero que pensó fue: es demasiado grande como para no atinarle!”.

 

Wow! esa es un actitud vencedora!, esa es la manera de enfrentar cualquier problema en la vida, las personas creemos que porque tenemos problemas grandes y complejos, será incluso difícil para Dios el intervenir, pero si lo vemos tal como expresó este Pastor el que David lo vio, es en realidad todo lo contrario, y se lo voy a explicar.

 

David no tenía mas que una honda y una piedra en su mano, ya que era la manera que estaba acostumbrado a combatir en el campo, la honda era su compañera durante sus largos períodos al frente de las ovejas, por tanto tenía mucha práctica lanzando piedras, por tanto sabía que después de tratar de usar una armadura la cual no le quedaba y de tratar de usar espadas las con cuales no estaba acostumbrado a luchar, no le quedaba mas que usar aquello para lo que tenía talento, que era el lanzar piedras, por tanto al enfrentarse a Goliath, en vez de verlo como un gran problema por su tamaño lo vio como una gran oportunidad, ya que su dimensión le permitía tener un blanco mas grande y mas certero.

 

David tenía paz en su corazón, ya que Dios no iba a desaparecer su problema, sino que lo había puesto ahí tan grande y de tal manera que sería muy difícil fallarle, por tanto estaba dispuesto a vencerlo sin importar lo que para ello se necesitara, David no necesitaba ni deseaba tranquilidad, Dios había puesto paz y por consecuencia de esa paz afloraron el coraje y el anhelo por poner en alto el nombre de Dios y hacerle lucir por medio de lo que iba a hacer.

 

La cita de hoy expresa precisamente eso, el sentir de David, lo que emanó de su corazón después de sentir paz, el coraje ante aquel que incomodaba a su pueblo y lo atemorizaba, y el anhelo por establecer que hay un Dios sobre Israel y que El sería quien se lleve la gloria ante la victoria sobre Goliath.

 

Mi invitación  de hoy es precisamente a eso, a que entienda que si usted anhela paz en su vida, Dios le llenará la misma de problemas, para que tenga paz, es decir para que aprenda a que El estará con usted en las situaciones mas difíciles y que cada vez habrá obstáculos mas grandes y a su vez victorias mas grandes, por el contrario, si lo que anhela es tranquilidad, bueno, para eso no necesita a Dios, para eso solo necesita tratar de no salir mucho a la calle y cuidar sus palabras para evitar meterse en problemas.

 

Por tanto tome una decisión, quiere aprender el concepto de la paz por medio de las victorias que Dios le ofrece o quiere la tranquilidad que nadie le asegura en una vida aburrida y solitaria?:

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Un comentario

  1. Simplemente me encanto !! Gracias por trasmitirnos el mensaje del Pastor Indio…