Les quiero compartir una historia que escuché el domingo y aunque es sumamente sencilla, contiene una gran verdad y nos da un recordatorio importante acerca de las cosas que verdaderamente importan en la vida.

 

Había un reino en el que vivía un Rey muy poderoso y una mañana se levanta de un excelente humor, tanto que decide llamar a todas sus esposas y concubinas para hacerles el siguiente anuncio:

 

Amadas esposas y concubinas, les he llamado para informarles que esta mañana he despertado de un humor inmejorable y por tanto el día de hoy lo dedicaré a ustedes para hacerles el regalo que ustedes me pidan, ninguno de ellos será negado, sin importar de lo que se trate.

 

Las esposas y concubinas emocionadas empiezan a pensar en que es lo que pedirán al Rey y esperan ansiosas su turno, todas se pelean el lugar en la fila y todas ponen mucha atención a que es lo que pidió la anterior para pedir algo mejor o mas grande, cada una de ellas quisiera hacerse ver ante las demás como la mas querida por el Rey y medirlo por medio del regalo que les conceda ese día, todas excepto una.

 

El Rey nota que una de sus esposas no hace turno en la fila y que no esta emocionada como las demás ante la promesa de cumplir el deseo mas excéntrico que pueda tener cualquiera de sus mujeres, lo cual le llama mucho la atención, por lo que se da prisa para terminar de conceder sus peticiones a sus mujeres para poder charlar con esta última.

 

Una vez que terminó con todas ellas, manda llamar a la última y le pregunta de manera directa: que es lo que deseas que te pueda regalar para hacerte sonreír y animar tu corazón?; a lo que la Reyna le responde: nada; el Rey extrañado le pregunta de nuevo: estas segura que no haya nada que te pueda dar que te haga feliz?; a lo que la Reyna responde: no, no lo hay.

 

El Rey no sabe que hacer, incluso le cuestiona si es que ella lo ha dejado de amar, o si es que desearía ser libre, a lo que la Reyna le responde que no, que ella lo ama profundamente y que no anhela la libertad, por el contrario, el profundo amor que siente por el es el problema, a lo que el Rey le pide que le explique y ella responde:

 

Ciertamente eres bueno como ninguno y tienes cuidado de tus esposas, de tus hijos, eres un hombre entregado a tu trabajo y a tu pueblo, cada uno de los hombres y mujeres de tu pueblo estarían dispuestos a dar la vida por ti sin necesidad de que tu se los pidieras, por tanto no hay motivo por el que me quisiera separar de ti, eres además un hombre muy generoso, se que no necesitarías levantarte de buen humor como hoy para ir delante tuyo y pedirte algo para que me lo concedieras, me siento muy amada por ti y ese es el verdadero problema, no quiero ninguna de tus riquezas, ni nada de lo que me pudieras dar, lo que realmente quiero, es a ti, el Rey atónito ante la respuesta, no pudo hacer mas que conceder a la Reyna lo que pedía.

 

La historia que le cuento, no le debe de ser desconocida, seguramente ya se la habían contado o la recibió vía alguno de esos correos motivacionales que andan circulando la red, pero le voy a contar la reflexión que hizo el hombre que me la contó, que es la que verdaderamente hace la diferencia entre ésta y las historias similares que pueda escuchar por ahí.

 

La verdad no solo es que la Reyna sintiera un profundo amor por el Rey, lo cual era innegable, sino que también era la mas astuta de todas las esposas y concubinas del Rey, ella sabía perfectamente que si ella lograba que el Rey se entregara por completo, no solo el le pertenecería sino todas sus posesiones, es decir, el Rey venía en paquete, y ella no solo obtuvo lo mejor, sino lo obtuvo todo.

 

En nuestra vida con Dios no es diferente, tenemos un Dios que nos ama profundamente, al grado que dio a su único Hijo para que se humillara y diera la vida a cambio de nuestro pecado y garantizar nuestra vida eterna a su lado, si eso no es amor, entonces no entiendo que otra cosa pueda serlo, además Dios ha puesto a nuestra disposición todo lo natural y lo sobrenatural para que disfrutemos de ello, mas aún así hay personas que no se sienten amadas y no reciben los beneficios de este Dios quien no necesita estar de buenas para dárnoslo todo, solo necesitamos ir delante de El para pedirlo y obtenerlo.

 

Entonces?, por que hay muchos que no reciben lo que piden?, por que hay muchos quienes no se dicen sentir amados por Dios?, por que hay quienes pasan días, meses y años anhelando el favor de Dios y pareciera que Dios les dio la espalda?.

 

Es sencillo de entender, hay quienes tienen la misma actitud de las esposas del Rey de la historia, quienes miden el amor de Dios por medio de aquello que les da, en otras palabras, están mas enamoradas de lo que Dios hace o puede hacer por ellas que de Dios mismo, y no es que Dios no les de, sino que al comparar lo que Dios les da con lo que les da a otras personas, se les hace poca cosa, están tan enfocadas den lo que quieren que son incapaces de ver lo que hay en las arcas del Rey como para pedir adecuadamente, su relación con Dios está centrada en ellas y no en Dios.

 

Dios nos dio mandamientos y muchos de ellos parecieran una carga para muchas personas, pero me emociona entender que el primero de todos los mandamientos, habla del amor que debemos de tenerle a Dios, el cual no se trata de que le amemos porque sí, se trata precisamente de que si logramos enfocar nuestro amor a Dios por quien El es y no por lo que nos da, podremos obtener como la Reina de la historia todo aquello que nuestro corazón anhele, ya que solo así todo el Reino de los Cielos estará a nuestra disposición.

 

Le invito a reflexionar sobre la verdadera motivación de su amor por Dios, y si por alguna razón no es la adecuada, no se preocupe, solo confiéceselo a El, ya que incluso eso puede hacer El por usted, el enseñarle a amarlo si usted dispone su corazón para hacerlo.

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

2 Comentarios

  1. Hola. Gracias por este devocional, me gusto montones. Llega a mi en un momento importante y justo a tiempo.
    hmmm tengo una observación constructiva la palabra se escribe : reina. (con i latina)
    SALUDOS