En muchas ocasiones he escuchado la famosa frase de “La boca tiene poder” y es cierto, de hecho esta escrita en la Biblia y respaldada por Dios, lo interesante del asunto es que pocas personas entienden la dimensión del poder de su boca, es decir, pocos entienden el alcance de sus palabras.

 

Es mas sencillo de entender de lo que imagina, es tan sencillo como observar a los niños, muchas personas aseguran que los niños suelen ser crueles, pero en realidad no lo son del todo, ellos simplemente son honestos, y en su inocencia, suelen decir y opinar de algo tal y como lo perciben con su vista y el ingenio que les caracteriza, por tal suelen poner apodos a otros niños y pueden si no se tiene cuidado dejar una huella que dure para toda la vida en otros niños, creo que todos tenemos algún recuerdo de nuestra infancia de haber escuchado algo que nos impactó de tal manera que aún el día de hoy lo recordamos.

 

Esa es la manera en la cual identificamos y entendemos el poder de nuestra boca, podemos hacer que cualquier palabra que pronunciemos tenga un efecto que dure años, si no es que por la eternidad en la mente y el corazón de otros.

 

Hasta ahí la cosa está fácil, la parte compleja empieza en como es que podemos usar nuestra boca como herramienta de bendición, y normalmente nos preocupamos por hacerlo cuando estamos en una situación de angustia o problemática, o cuando nuestra conciencia nos lo reclama y queremos bendecir a alguien y no se nos ocurre otra cosa que un simple “Dios le bendiga” que nos esforzamos que salga del corazón, pero que en realidad no estamos del todo seguros si tendrá el efecto que deseamos, le ha sucedido?.

 

Una de las maneras más óptimas para usar la nuestra boca con poder y asegurar que este poder puesto en nosotros tenga un efecto no solo positivo, sino de gran intensidad en las demás personas es el usar nuestra boca acompañada de la palabra de Dios, es decir, la palabra esta llena de bendiciones que los hombres de la Biblia usaron y que tuvieron un impacto sobrenatural en otros.

 

Por que le recuerdo de nuevo acerca de la palabra de Dios?, es sencillo, imagine que una persona viene a usted y le cuenta acerca de su situación económica difícil y usted decide orar por esa persona, o simplemente decide declarar bendición sobre esa persona, pero en realidad no conoce sus hábitos para con el dinero, no sabe si gasta desmedidamente o invierte su dinero en cosas que no le van a llevar a ningún lado bueno, y recuerde que Dios si lo sabe, así que si usted decide orar por dinero para esa persona, probablemente Dios no le respalde, ya que no es lo mejor para esa persona, pero aún así usted desea desde su corazón el bendecir a esta persona, es entonces cuando hace usted uso de la palabra y toma por ejemplo la cita de Salmos 37:25 “Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan”, y entonces declara un corazón justo sobre esa persona y declara que Dios pondrá en esa persona un entendimiento de lo que es justo y de lo que es correcto, de manera que la bendición económica que necesita le venga por consecuencia.

 

Si lo nota usted, en la palabra de Dios hay gran sabiduría, y usted puede hacer uso de ella, por medio de su conocimiento, no le es necesario el ser alguien muy espiritual, ya que en ningún lado esta escrito que sea un requisito el serlo para ser de bendición para alguien mas, por el contrario, Dios promete esto para todos aquellos que le buscan.

 

Al orar o declarar las cosas de esta manera como le ejemplifíco, esta usted dando a esta persona una doble bendición, ya que no solo está declarando lo que ella quiere, sino le está dando lo que ella necesita para obtenerlo, y eso es algo que solemos ignorar muchas veces, sabemos lo que queremos, pero ignoramos lo que necesitamos y es posible que si no obtenemos lo que necesitamos, pase mucho tiempo para que obtengamos lo que queremos o posiblemente nunca llegue y nos conformemos con un simple “Dios sabe porqué hace las cosas”.

 

La cita de hoy nos dice que en nuestra boca esta el poder de la vida y la muerte y esto quiere decir que en nuestra boca esta por un lado el poder de hacer uso de todo los recursos del Reino de los Cielos y provocar vida en otros y en nosotros mismos, pero como todas las cosas poderosas e importantes, debemos aprender a usarla para asegurar que nuestra boca sea fuente de vida, ya que si no lo hacemos, corremos el riesgo de ser víctimas de nuestros impulsos y aún cuando sea con buena intención, podemos acarrear maldición y muerte, peor aún si lo hacemos con intención.

 

Por tanto mi invitación el día de hoy es a que reflexione en cuantas ocasiones ha tratado de decir algo bueno o algo con buena intención y no ha estado seguro que tenga el efecto que usted desea, piense en cuantas veces a orado e intercedido por alguien y en su mente ha quedado la duda si realmente esa oración tendrá efecto y propóngase nunca mas hablar u orar sin la seguridad de que Dios respalde sus palabras, declare basado en la cita de hoy que su boca es una fuente de vida y documéntese en la palabra de Dios y úsela a favor de otros para que sus palabras sean siempre acompañadas de poder.

 

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Un comentario

  1. Muchas veces nos enfocamos en la necesidad prioritaria para conversar con Dios, y no analizamos el porque sucede o no tal cosa…
    Gracias por este devocional, ha sido de mucha bendición!