En mantenimiento preventivo

Tras viajar algunos miles de kilómetros, el día de ayer era crucial para mi coche, le tocó ir al servicio, y la verdad me sorprendí de que tan rápido me tocó ir de nuevo, pero al reflexionar a la cantidad de lugares a donde he tenido oportunidad de ir, consideré que era un buen tiempo e hice mi cita con gusto, normalmente llevo mis coches a que les hagan servicio a la agencia, aunque es mas caro, que mejor que llevarlos con quienes los crearon y diseñaron y que sabrán mejor que nadie como darles mantenimiento y prolongar su vida útil.

Al llegar a la agencia, no solo me trataron bien y se preocuparon por atender mis requerimientos, sino en menos de lo que imaginé, me empezaron a ofrecer una serie de servicios adicionales a lo que yo le iba a hacer al coche, por un momento me sentí abrumado y pensaba para dentro de mi: “pero si yo solo quería hacerle el servicio de los 20,000 km!”, a lo que de entrada empecé a declinar cada uno de los servicios que me ofrecían, hasta que el agente que me estaba recibiendo el coche se acercó conmigo y me dijo en voz baja y con una cara de tremenda honestidad: “vale la pena le hagas todos los procedimientos que te recomiendo, todos ellos son para asegurar que tu coche tenga una larga vida y lo sabes…”.

Al decirme esto, tuve que reconocer, que no estaba haciendo una labor por ganarse una comisión, y que en efecto, a pesar de mi desconocimiento del tema de la mecánica, cada uno de los procedimientos adicionales que me recomendaba eran necesarios para mi coche, aunque de entrada no los tuviera contemplados en mi presupuesto, a lo que tuve que asentir y autorizar el presupuesto de servicio.

Esto que le cuento, no es algo poco común, hace no mucho tiempo tuve la oportunidad de ir de visita a casa de mi Mama y aprovecho ese tiempo para ir y hacerme los chequeos de rutina y demás y fui a consultar al dentista con un gran amigo de la infancia que a su vez nos tocó estudiar juntos y ser compañeros de casa durante un tiempo, de igual manera al ponerme en sus manos, cuando menos lo pensé, ya tenía una lista de cosas por hacerme, cuando en realidad solo iba por una limpieza dental!, pero la verdad es que tenía que reconocer que es parte de un proceso que todos tenemos que pasar, que es consecuencia de los años y la actividad que tenemos, y así le podría comentar de todos los aspectos de nuestras vidas en los que estoy seguro que se identifica y ha tenido que pasar a lo largo del tiempo.

A veces solemos sentirnos abrumados al vernos envueltos en situaciones como esta, primeramente por el dinero que nos puede costar, segundo por el darnos cuenta que a pesar de que solemos dar buen cuidado a nuestras cosas y nuestro cuerpo, sufren un desgaste mas allá de nuestra simple percepción y de alguna manera solemos decirnos a nosotros mismos algo así como “como no me di cuenta antes!”, y por el otro lado solemos desconfiar un poco de quien nos hace ver todo a lo que nos es necesario someternos, pero al meditarlo detenidamente, tanto Manolo mi amigo el dentista, como el agente de la automotriz solo están comprometidos con nuestra salud como la vida útil de nuestro coche.

Al pensar acerca de esto, me doy cuenta que con Dios no es distinto, al hacer la mejor de las decisiones de nuestra vida, es decir, al entregar verbal y literalmente nuestra vida a Cristo, entramos en un proceso, la Biblia habla de que hacemos un pacto y ese pacto es bilateral, con la diferencia de que Dios nunca lo olvida, en ningún instante deja de pensar en El y nunca deja de actuar en nosotros, aunque nosotros vayamos y vengamos en nuestro caminar a su lado.

Hay personas que reconocen la necesidad de la presencia de Dios en sus vidas, pero desafortunadamente se conforman con pasar por pequeños procesos rápidos que les ayuden a salir de las situaciones difíciles, pero no se dan cuenta que al haber hecho ese pacto, hay alguien comprometido con nuestra eternidad, ese es Dios y tal como el chico de la agencia, como mi amigo el dentista, esta dispuesto a hacer en nosotros todas las modificaciones y sanar las partes desgastadas a causa de nuestro paso por este mundo de manera que lleguemos a la meta en las mejores condiciones.

Por tanto así como tuve que reconocer que cada uno de los procedimientos que estas personas me recomendaban eran mas que necesarios (algunos mas de manera preventiva que correctiva), tenemos que reconocer en nuestra vida que Dios nos quiere y nos tiene que llevar por procesos que nos cuesten un poco mas de trabajo y de tiempo tal vez, a fin de asegurar nuestro lugar en la eternidad, una vez que tomamos esa decisión de caminar a su lado, El comienza la obra de la perfección en nosotros, donde la mayor responsabilidad es de El y no nuestra, solo tenemos que dejarnos y participar todo el tiempo con nuestra voluntad y conciencia de cada parte del procedimiento en nuestra vida.

El objetivo de cada uno de nosotros es vender nuestros coches en las mejores condiciones y obtener el mejor valor por ellos, como me imagino (al menos yo) que todos pretendemos llegar al final de nuestros días con la mayor cantidad de dientes posibles (originales y propios, no postizos!), bueno, pues de igual manera Dios pretende que lleguemos a su presencia en su segunda venida en las mejores condiciones posibles, ya que El nos compró a precio de sangre y pretende que entremos delante de su presencia no solo en buenas condiciones sino con una gran corona de honra sobre nuestras cabezas, que podamos echar delante de sus pies en reconocimiento a su majestad y la gran labor que realizó en nosotros a lo largo de nuestro paso por esta vida.

Por tanto mi invitación de esta mañana es a que deje de pensar que el caminar en Cristo es solo orar para pedir, recibir de vez en cuando y cosas lindas, también tenemos que entrar en mantenimiento, a veces tenemos que esforzarnos un poco mas que antes y pagar un precio mas alto, a fin de alcanzar cosas mas altas y encontrarnos en mejores condiciones espirituales, para llegar a nuevos niveles, no solo sobrevivir en El, sino vivir en pleno su gloria.