El venderle algo a alguien, es el convencer a esa persona que invierta cierta cantidad de su dinero en aquello que tenemos que ofrecerle, lo interesante viene cuando el factor precio interviene, ya que por lo general el comprador no percibe el valor de lo que va a comprar, por lo que empieza a negociar en el mejor de los casos o bien a regatear si es que no hicimos una buena labor.
En mi trabajo algunas de las funciones que suelo realizar son liderear un equipo de vendedores, o bien entrenar personas para que vendan adecuadamente, a lo cual he descubierto que hay vendedores que venden mucho, ya sea en volumen, o en cantidad, el problema esta en que solo venden una o dos veces al mismo cliente y en realidad no se preocupan ni involucran en el proceso del servicio post-venta, de manera que viven en una constante lucha por atraer clientes nuevos y todas sus negociaciones tienen que ver con precio.
Mi trabajo es en el área de los viajes y es frustrante ver como hay inversionistas que gastan fortunas en construir y acondicionar hoteles hermosos con una cantidad de servicios asombrosos y sumamente innovadores, mas terminan sacrificando sus utilidades por no tener a los vendedores adecuados para promover su producto.
El problema de muchos vendedores es que suelen hablar demasiado sobre su producto y sobre ellos mismos, que el cliente termina quedando en un segundo o tercer plano y por tal el cliente en su afán de no sentirse poco reconocido, trata de minimizar esta situación al negociar el precio con el interés de hacer notar su necesidad de atención y reconocimiento.
La verdad es que la mejor manera de hacer ventas efectivas es escuchando, es entendiendo las necesidades del cliente y una vez que le hayamos hecho sentir que es el mas y lo mas importante para nosotros, es cuando podremos acoplar las características de lo que vendamos a las necesidades del cliente y solo si escuchamos adecuada y detenidamente, podremos hacer una venta que no requiera negociación del precio, ya que el cliente tendrá una adecuada percepción del valor del producto ya que cumple con las necesidades de el (del cliente) y eso es lo que busca, no comprar algo “bueno” a un bajo precio.
En la vida cotidiana pasamos la vida tratando de venderle cosas a todo mundo ya sea comercialmente, o internamente en la familia, con los amigos, en el trabajo o que se yo, siempre tratamos de lograr obtener algo de alguien o hacer que alguien haga algo por nosotros, eso es un proceso de ventas que no se diferencia en lo absoluto de lo que le acabo de contar.
Lo interesante, es que solemos hacer esa misma labor con Dios, como si Dios tuviera necesidades y solemos empezar a tratar de negociar con Dios, y anteponemos nuestras necesidades y vamos delante de Dios y hablamos y hablamos de que es lo que queremos o necesitamos y como es que nos beneficiaría el tenerlo o poderlo hacer, e incluso hay quienes ofrecen hacer mandas o sacrificios a cambio de recibir algo (cuando ignoran que son absolutamente aborrecibles a Dios los sacrificios o mandas), y al único que ignoran es a Dios y las cosas que espera de nosotros.
Una cosa le aseguro, Dios no gana absolutamente nada por el hecho de que seamos “buenos”, tampoco es un Dios que se goce en prohibirnos cosas, al contrario, la Biblia habla repetidamente de la libertad que Dios significa para aquel que le busca, en pocas palabras, cuando tratamos de negociar con Dios, sucede como en el dicho “vendiéndole peras al olmo” es decir, tratándole de dar algo a alguien que no lo necesita y siendo Dios según su palabra el dueño del oro y de la plata y el todopoderoso, realmente es nulo lo que pudiéramos ofrecerle, a excepción de una cosa.
Dios tiene una pasión por la humanidad, ama a los hombres tanto que sacrificó a su propio hijo por ellos, y lo único que anhela es que sean salvos y puedan compartir la eternidad con El, por tanto lo único que demanda de nuestra vida es que le permitamos hacerse tangible en ella, es decir, que dejemos que El se refleje en nosotros, de manera que otros hombres (me refiero a la raza y no al genero) vuelvan su vista al efecto de Dios en nosotros y anhelen lo mismo y se acerquen para poder aspirar a la salvación y la vida eterna.
Por tanto Dios nos advierte de que siempre demos honra a El en todas las cosas en nuestra vida, ya que es necesario que los demás le vean a El como generador del éxito en nuestra vida y que sea a El a quien busquen y no al éxito mismo o bien a las personas portadoras de ese éxito.
En otras palabras, si quiere venderle algo a Dios, solo piense siempre por adelantado, como es que Dios será exaltado por medio de aquello que es su necesidad, como es que su nombre es puesto en alto y ojo no se confunda, Dios no tiene problemas de baja autoestima, no le ofrezca opciones baratas o mediocres de hacerle lucir, no en vano puso a lo largo y ancho de su Biblia la palabra “honra” dejando en claro que no necesita ningún tipo de reconocimiento similar al que necesitan los hombres, sino por el contrario, necesita ser reconocido como Dios, como soberano y como todopoderoso, de manera que cuando aquello que necesitamos cumple con ese requisito, ni siquiera necesitamos pedirlo, con solo expresarlo Dios moverá todo su poder y su majestad para manifestarse en usted y hacer gala de su amor para con quienes le honran.
A Dios la Gloria!, benciones Rene por ser el instrumento de Dios, por medio de este devocional hoy día Dios ha hablado a mi vida, para una entrega al 100%, y que la gente puda ansiar su presencia.
Muchas gracias porque mediante el devocional, cada dia aprendo mas sobre Dios y sus bondades. y me da mucha alegría, a pesar de los problemas. Bendiciones