Ayer conocí a una persona que transformó mi vida y la manera de entender la manera en como Dios quiere impactar nuestras vidas y se lo quiero compartir.

Wesley sufrió hace un accidente hace algunos años, por el cual ahora esta en una silla de ruedas y no solo eso, sino en un constante dolor físico, el cual se hace notar al convivir con el, a pesar de esto, Wesley no permite que esta circunstancia le desanime, todo lo contrario, tiene una de las sonrisas mas grandes, honestas y constantes que he visto en mi vida, es un hombre en extremo servicial y con un gran ánimo de no pasar por desapercibido, todo el tiempo que estuve cerca de el, no podía dejar de preguntarme que haría yo en su situación y me frustraba el pensar que no sería capaz de tener una actitud siquiera a la mitad de positiva que la que tiene el, créame, es realmente vergonzoso.

 

Al pensar en Wesley, preguntaba a Dios una y otra vez de que manera podría yo orar por el, o de que manera podría yo retribuirle al menos un poco su gran actitud y su manera tratarme y hacerme sonreír, siendo yo un total extraño y haciéndome sentir como el mejor de sus amigos, es obvio que la mejor manera de orar por el es el pedirle a Dios que alivie su dolor físico y de ser posible que incluso le levantara de su silla de ruedas, pero sabía que no conviviría lo suficiente con el, como para tener la oportunidad de hacerlo en persona, así que decidí abrir mis ojos y mis oídos espirituales para entender que es lo que Dios quería hablarme.

 

Tras un largo rato de convivir, me percaté que a pesar de que el anhelo de este hombre es el dejar de sentir dolor y obviamente recuperar la capacidad de caminar, una parte de el estaba resignada a que no sería así y por tanto haría de su vida la mejor vida posible, en la que su condición no le estorbara para ser feliz y hacer felices a otros.

 

Muchas personas suelen vivir de esta manera, están sujetas a sus circunstancias y las ven como irremediables, por tanto aprenden a vivir con ellas, y en el mejor de los casos, algunas toman una actitud como la de Wesley y tratan incluso de disfrutarlas, mientras otras solo se quejan constantemente.

 

Estaba plenamente convencido de que Dios haría algo excepcional el día de ayer y así fue, tras platicar un rato con Wesley y su mujer, no pude evitar el preguntarle a Wesley que es lo que haría el primer día que dejara de sentir dolor y hacia donde dirigiría su primer paso si es que Dios le permitiera recuperar la capacidad de caminar y todos nos percatamos que había reflexionado realmente poco acerca de ello, estaba tan enfocado en su dolor, en su condición y en como poder sacarle el mejor provecho a las bendiciones que si tenía en su vida, que poco había pensado en lo que haría el momento que dejaran de estar ahí, fue aun mas impresionante ver su cara y como Dios estaba hablando a su corazón, mostrándole un panorama distinto y aun mas amplio.

 

Alguien alguna vez me compartió una frase que dice: “el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional”, y es una frase muy sabia y cierta, muchas personas pasan su vida entera sufriendo y tratando de dejar de hacerlo, pero nunca sucede de esta manera, porque no logran visualizar lo que suceda una vez que Dios responda a sus súplicas, le ha sucedido?.

 

La cita de hoy, es exactamente la misma que la del devocional del viernes, Dios tiene aun mucho que decirnos acerca de como El puede ser glorificado en nuestras vidas y en medio de nuestras aflicciones, Dios no quiere que demos gracias aun por la enfermedad, Dios anhela que le demos gloria dándole la oportunidad de actuar en nuestra vida y demostrar su poder y su tremendo amor por nosotros, haciendo que cada situación de nuestra vida sea objeto de un milagro, demostrando que El es tan poderoso, que sus milagros no son algo esporádico sino algo constante en la vida de quienes le buscan, tal como sucede en el Reino de los Cielos, Dios pretende que nuestras miradas estén puestas en ese día que dejemos de sufrir y que demos nuestro primer paso como lo haría Wesley, para que estemos ya planeando junto con Dios el como aquello que hace en nuestra vida, no solo nos sirve a nosotros, sino como impacta a los demás y los ayuda a ser objetos del milagro de Dios de manera diaria en su vida.

 

Por tanto, le quiero hacer la misma invitación que le hice a este hombre el día de ayer, deje de poner su mirada en su problema, deje de poner su mirada en lo que le pasa y por favor deje de tratar de sacar “lo mejor de usted mismo” en medio de una situación difícil, mejor, déle paso a Dios permita que El sea quien obre en su vida y visualice el primer día fuera de esa situación y afine su oído para que dentro de sus planes para ese día, estén las instrucciones que Dios le de para impactar a otros con su testimonio.

 

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