Hace algunas semanas me enferme y pasé una de las noches mas largas de mi vida, por motivo de una infección que no detecte a tiempo y que se manifestó por medio de una fuerte fiebre, pasé horas dando vueltas en la cama y soñando cosas extrañas, traté de mudarme de la cama al sillón, tomar agua, orar, pero nada ayudaba, hasta que me di cuenta que estaba tan enredado en mis pensamientos y en mi mismo, que en realidad, aunque decía orar, no lo hacía solo pensaba en como Dios podía y tenía que ayudarme, pero en realidad no lograba hablar con El, mi alma estaba demasiado alterada.
Tras llegar a esa conclusión decidí relajar mi alma y relajarme yo, para lo que tomé un disco de alabanza instrumental (cantos a Dios) y dejé que mi interior cantara aquellos de los cuales se sabía la letra y como acto de magia, en unos minutos estaba relajado y logré conciliar el sueño, descansé y al día siguiente llamé al médico, me hice los análisis pertinentes y comencé el tratamiento para curarme.
Con esto no le quiero decir que el poner música que agrade y alabe a Dios sea la receta mágica para curar las enfermedades, ni la receta para el insomnio, pero le quiero explicar como es eso de serenar nuestra alma y como lograr que haya paz en los momentos difíciles de nuestra vida.
Por motivos de mi trabajo me encuentro en Puerto Vallarta, uno de los lugares a los que mas disfruto viajar, me encanta venir porque es donde mejor duermo, hay muchos factores que contribuyen a ello, pero lo que mas aporta a mi descanso son los sonidos, el sonido de las olas, el cantar de las aves, el sonido que hace el viento al pasar entre las palmeras, wow!, todo en conjunto es como una melodía, y vaya que lo es, es una melodía celestial.
La Biblia nos narra que toda la creación alaba a Dios, y de hecho nunca lo deja de hacer, si lo nota, siempre que haga usted un alto en el correr de su vida, en todos lados, aun en el desierto, hay algún ave que se escuche cantar, el viento hace un efecto maravilloso, el agua siempre agrega un efecto especial al ambiente y ese conjunto de sonidos nos ayudan a relajarnos, de hecho hay muchísimos discos con “sonidos de la naturaleza” que se venden y que nos ayudan a relajarnos y quienes los usan para dormir, pasan unas noches sumamente placenteras, el porqué es así es sencillo, la Biblia promete que Dios habita en medio de su alabanza y donde la naturaleza le alaba, ahí está El, por tanto la paz que sentimos, es el efecto de la presencia de Dios agradándose en su alabanza.
La naturaleza nunca deja de hacer su función, es decir, las olas no dejan de romper en las playas cuando sube o baja el dólar, o la gasolina, no dejan de hacer su función por depender de factores externos, ellas solo hacen lo que siempre hacen, las aves igual y así toda la creación de Dios, solamente los seres humanos dejamos de alabar a Dios tanto con intención como sin intención, ya que nos permitimos el afanarnos con nuestra vida cotidiana, porque pretendemos tener el control de nuestras situaciones y luego reclamarle a Dios el que no nos ayude.
La cita de hoy, cada vez que la leo, es como una bofetada, ya que me recuerda que tan desviado estoy de la voluntad de Dios al no procurar hacer como lo hace la naturaleza, ser una alabanza o bien contribuir a la melodía celestial que a El le agrada, cada vez que la leo, me recuerda que me permito el que Dios mismo no sea mi prioridad y que por ello mis actos no contribuyan a esa melodía, antes que Dios a veces están nuestras deudas, los compromisos, el trabajo, la familia, aquello que anhelamos, pero que en nuestra conciencia sabemos que no llegará y pasamos mas tiempo el buscando como hacerle “manita de puerco” a Dios para que si llegue, de manera que limitamos nuestro tiempo de oración a hacer un pliego petitorio a Dios y dependiendo del tiempo del cual dispongamos, tiempo de reclamos, pero no pasamos nada de tiempo simplemente alabando como la naturaleza lo hace.
Por ello me maravilla la cita de hoy, las aves no tienen necesidad de trabajar, ni de juntar dinero en el banco, no compran cosas innecesarias, solo hacen su función, contribuyen con lo que hacen a la melodía que alaba a Dios, y por tanto reciben todo lo que necesitan, sus necesidades están cubiertas y sabe una cosa?, Dios nos promete exactamente lo mismo a nosotros.
No se confunda, esto no quiere decir que puede mañana mismo dejar su trabajo y dedicarse a cantar como las aves y nada le faltará, así como las aves tienen su función los hombres tenemos la nuestra, Dios nos mandó a gobernar esta tierra y establecer el Reino de los Cielos en este lugar, a hacer las cosas con diligencia y con el celo de las cosas santas y con ello seremos parte de una melodía que no solemos escuchar en nuestra vida actual, pero si lo intenta, se dará cuenta como es que llega una armonía a su vida y aprenderá a vivir como las aves, con una alegría de vivir, recibiendo alimento (físico y espiritual) siempre nuevo, siempre con un sabor distinto y con el sello de que es un regalo de Dios para usted.
Por tal, cuando mi alma decidió aun en la enfermedad alabar a Dios y sumarse a la melodía celestial, llegó a mi vida la paz, y la capacidad de descansar, la tranquilidad de tener la garantía de que nada me faltaría y poder enfocarme aun en mis sueños en quien es verdaderamente importante y no en mi.
Mi invitación de esta mañana, es a que identifique en su vida las cosas que agradan a Dios, se dará cuenta que están ahí, esperando a que las realice, no son difíciles de llevar a cabo, contrario a lo que muchos piensan, no contienen ni requieren de ningún afán, todo lo contrario, cuando las identifique, quite de su vida todo aquello que no tenga que ver con Dios y que le estorba en su acercamiento con el y haga de su vida una simple como la de las aves, donde el gobernar y establecer el Reino de los Cielos le venga prácticamente natural y por consecuencia, permita que su alma y su espíritu se entonen con la melodía celestial que alaba a Dios y reciba como las aves todo lo que necesita para vivir al agradar y hacer sonreír a Dios.