A lo largo del tiempo, la opinión de unos cuantos ha transformado el significado de ciertas palabras y frases y las han hecho pasar por un triste proceso de ser sabiduría celestial y eterna a sabiduría popular, es decir, han logrado hacer que palabras con una gran profundidad y trascendencia, apliquen a situaciones comunes y cotidianas, que incluso pueden llegar a tener toques humorísticos, que hacen perder todo tipo de enfoque y el impacto con el que fueron pensadas y creadas.

 

La cita de hoy es una de esas frases, cuantas veces me ha tocado escuchar a alguien apuntar a otro y decirle “eres mi cruz!” haciendo denotar en un tono sarcástico que es una carga para esa persona el tener que vivir y convivir con ese otro, hay otras situaciones en las que verdaderamente alguien tiene que vivir atendiendo a un enfermo o soportando a un familiar o esposo(a) con un mal carácter o hábito y resignadamente suelen decir “ni modo, esa es la cruz que me tocó cargar”.

 

Al meditar sobre esto, se me pone la piel de gallina, cada vez que hacemos una declaración como esta, invalidamos por completo el sacrificio en la cruz de Jesús y nos auto-nombramos una carga en vez de ser el objeto del acto de amor mas grande de la historia!.

 

Y se que ha de pensar algo así como: “no te azotes René, es solo una frase que se repite sin malicia y sin mala intención”, pero la realidad es que poco a poco nos vamos acostumbrando a vivir con estas frases inocentes y sin querer las adoptamos y no es que aprendamos a hacer de ciertas cosas una carga y a sufrirlas como tales, sino que nos acostumbramos a pasar de ser el objeto del amor de Jesús a una carga que tuvo que llevar, a algo pesado y desagradable de soportar.

 

Cada día hay mas y mas personas que van por la vida pensando que son una carga para Dios y que Dios no debería siquiera de permitirles seguir viviendo y se envuelven en un manto de auto-compasión, sin darse cuenta que aun sin dimensionar nuestro pecado, Jesús pensó en cada uno de nosotros en la cruz.

 

Esto que le cuento, es algo de lo que he sido objeto en los pasados días, por motivos de trabajo he venido a la ciudad de México y fui recibido por mis primos con quien desafortunadamente no he tenido mucho contacto en los pasados años, así que por recomendación de mi tía y mi prima vine a dar acá, le soy honesto que al principio me sentía un poco incómodo de llegar con ellos, no solo por romper con su rutina diaria, sino porque mis hábitos de viaje hacen que salga muy temprano por la mañana y a veces llegue muy tarde por la noche, pero cual ha sido mi sorpresa, que me han hecho sentir mas que bienvenido y amado en su casa, he notado que incluso los productos que hay en el refrigerador han cambiado y que siempre ha un yoghurt y una pieza de fruta para que me la pueda llevar en la mañana mientras me adentro en el tráfico, mi primo no pierde oportunidad para verme (aun muy temprano en la mañana) y saber como estoy, los días que he llegado temprano, he podido tener buenos tiempos de convivencia con mi primo y su esposa y he notado que realmente les intereso, soy una cruz en su casa, pero una cruz que ellos han decidido llevar y han decidido aprender a conocer y bendecir, lejos de ser una cruz que tienen que soportar, le puedo decir con honestidad que soy literalmente objeto de un auténtico acto de amor diariamente!.

 

Es interesante como la “sabiduría popular” desvirtúa nuestra manera de vivir y dejamos de percibir y escuchar los mensajes tan fuertes y tan intensos que Dios tiene para nosotros, y tratamos de hacer que todo sea “light” y sin mala intención, por perdernos de mensajes como estos es que nos perdemos de vivir en verdadera gloria y de recibir el verdadero efecto de Jesús, es por el hecho de interpretar ciertas cosas a “nuestro entendimiento” que nos perdemos de sentirnos verdaderos hijos de Dios y de entender su amor como El quiere y necesita hacérnoslo notar y no como nosotros amamos y queremos entender que El nos ama.

 

Mi invitación de esta mañana es un recordatorio importantísimo, que puede llegar a cambiar su vida si usted así lo permite y ese recordatorio es: “uno no puede dar algo que no tiene”, en otras palabras, si nosotros no podemos visualizarnos siendo parte de esa cruz que Jesús decidió llevar y que aun a pesar de los golpes, los insultos, y el intenso dolor, no hacía otra cosa mas que amar a esa cruz por lo que representaba, y no somos capaces de sentirnos en extremo amados, jamás seremos capaces de cargar ningún tipo de cruz, seremos objetos del peso de las cargas de la vida que posiblemente ni siquiera nos hubiera tocado soportar, pero jamás seremos capaces de ver a otros en desventura y verlos a la cara y sin decir nada poder levantarles, acompañarles en su camino y amarles sin esperar nada a cambio y mas importante que nada, sin tenerles lástima, sin pensar en el hecho de que les estamos ayudando, sino que les estamos viendo cara a cara como de igual a igual pero con intenso amor.

 

Por tanto tome un tiempo, piense en el momento de la cruz y como aun atravesado por los clavos y el sentir que las fuerzas se iban de su cuerpo, Jesús no hizo otra cosa mas que amar a esa cruz, y siéntase parte de ella, entiéndase como parte de esa cruz y entiéndase amado y no como una carga, pida a Dios que le permita tomar decisiones iguales a las de Jesús con un impacto eterno en otros y aprenda a amar, como El nos amó, nos ama y nunca dejará de amarnos.

 

 

 

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