Cuantas veces hemos usted y yo orado y al terminar de hacerlo nos queda la duda de si Dios verdaderamente escuchó nuestra oración y posterior si siquiera la va a atender, le ha sucedido?, le suena familiar?, creo que no puedo contar el número de ocasiones que me ha sucedido!.

 

Hay personas que se dicen abandonadas por parte de Dios, otras que se acusan a sí mismas como indignas de ser escuchadas por El, otras dicen sentir que Dios se rindió para con ellas y que ya no piensa invertir mas tiempo en ellas y así sucesivamente, he escuchado de todo y lamentablemente, cada vez mas frecuente.

 

Un factor en común que tienen estas personas es la culpa, todas ellas aunque no lo expresan de manera abierta o consciente, saben en el fondo que no han hecho las cosas adecuadas, aunque cada una de ellas tiene un concepto distinto de hacer las cosas adecuadas, ayer incluso platicaba con alguien que decía que tenía que cambiar sus hábitos de oración y dejar de pedir por si mismo y mejor pedir por otros, su propia mente de alguna manera lo acusaba y tenía la sensación de ser egoísta al ponerse a sí mismo delante de Dios, como podrá ver la culpa es nuestro principal detractor, es la herramienta número 1 y mas efectiva que nuestro enemigo usa en contra nuestra y que nos aparta de nuestra relación con Dios y del efecto su favor en nuestra vida.

 

Afortunadamente Dios nos dejó instrucciones precisas para que no caigamos en estos engaños de nuestra mente y nuestra propia “sabiduría”, nos dejó un instructivo completo de como vivir en constante bendición y sobretodo alcanzar a eternidad a su lado y una de las cosas que Dios nos dijo en su palabra y es una de mis citas favoritas es la siguiente:

 

La oración eficaz del justo puede mucho (Santiago 5:16b)

 

Wow! eso quiere decir que si soy justo, Dios atenderá eficazmente mi oración?, la respuesta es si, y la respuesta es siempre, ahí el detalle se encuentra al momento de hablar sobre la justicia, que es la justicia?, acaso no tenemos cada uno nuestro propio concepto acerca de ella?.

 

Efectivamente cada quien tenemos un concepto distinto de justicia, y lamentablemente ese concepto tiene mas que ver con nuestra comodidad y la manera en como nuestro exterior nos afecta, no puedo dejar de horrorizarme al pensar que en México hay una serie de televisión llamada “Mujeres Asesinas” en la cual se plantea la situación de sufrimiento de muchas mujeres y de como esa situación las lleva a matar, justificándose en los actos de aquellos que las afectan y sintiendo que hacen justicia al quitarle la vida a esa persona que las hace sufrir!, lo peor de todo es que hay quienes creen estas historias y aprenden a regirse por este tipo de programas, y no digo que sean o se conviertan en asesinas, sino que aprenden a entender la justicia desde el punto de vista de su sufrimiento y de como son afectadas por otros.

 

La pregunta del millón es: “que es entonces justo y que no?”, como sabemos que estamos actuando bien o estamos actuando mal, como sabremos que alguien nos hará justicia cuando somos objeto de la injusticia?.

 

La Biblia nos enseña que Abraham creyó en lo que Dios le dijo, creyó que aun a la edad de mas de 100 años y que aun cuando su mujer hacía mucho había dejado la costumbre de las mujeres, Dios les daría un hijo, Abraham fue llamado justo por creer lo que venía de la boca de Dios y vivió alineado a esa promesa, vivió con los ojos puestos en esa promesa y no en la condición natural en la que se encontraba, creyó en lo que no veía pero que le había sido dicho y por tal motivo Dios le consideró justo, y esto le dio el efecto de que su oración era eficaz y de gran poder como promete la cita del libro de Santiago.

 

Como se dará cuenta, el concepto de justicia que tenemos usted y yo y el que tiene Dios, son completamente distintos, pero el válido es el de Dios, usted y yo tenemos la oportunidad de creer aquello que salió de la boca de Dios, tenemos la oportunidad de tomar cada una de las miles de promesas que Dios nos hizo en la Biblia y hacerlas efectivas en nuestra vida, aun cuando no lo veamos posible, tal como Abraham no lo veía posible dadas las circunstancias naturales que vivía, pero sabía que tenía un Dios que había creado el mundo natural y que lo usaba para hacer cosas sobrenaturales, tales como concebir un hijo a una edad muy avanzada y en contra de todo pronóstico de los hombres.

 

Por tanto, mi invitación de hoy es a que aspiremos a ser justos, a dejar de tratar de entender a Dios y sus medios y maneras de hacer las cosas y empezar a buscar en la palabra de Dios y las cosas que en ella nos son prometidas, a entender cosas tan simples como la garantía de la prosperidad económica contenida en Malaquías 3:10, u otras de las miles que hay escritas específicamente para usted y para mi por Dios.

 

No deje la oportunidad de cambiar su entendimiento y a vivir de manera diferente a los demás, dejemos de vivir en reacción a lo que nos pasa o pasa en nuestro alrededor como las “mujeres asesinas” de la televisión y tratar de justificar nuestros actos por ello, sino vivamos en justicia, anticipando cada hecho de nuestra vida y recibiendo aun promesas que van mas allá de nuestro entendimiento que vienen de parte de Dios.

 

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *