El día de ayer intercambiaba mensajes con alguien que se sentía mal acerca de que su familia no estaba con el el día de su cumpleaños, y tras estarlo animando por un rato y en su desilusión llegó a la conclusión de que es adoptado.

 

Obviamente mi amigo no es adoptado, pero la desilusión así le hizo sentir y después de sus palabras me quedé pensando y meditando en su sentimiento prácticamente todo el día y parte de la noche.

 

Creo que ese sentimiento de desamor y de abandono nos ha asaltado a todos en algún momento y no se si a usted, pero creo que el pensamiento de que somos adoptados también, hoy lo logro decir, con una sonrisa en mis labios y con la conciencia del tremendo amor de mi familia, pero no se ni como justificar que en algún momento lo pensé diferente (culpemos a las hormonas juveniles).

 

Cuando pienso acerca del amor de padres y del amor de hijos, y conociendo a Dios, no puedo pensar otra cosa mas que aunque el amor de Padres es tremendamente intenso, darme cuenta que el amor de quien adopta a un hijo lo es aun mas, ya que por una parte esta dispuesto a sacrificar su espacio, su comodidad, su todo por traer a alguien a casa a a quien amar, no solo eso, sino que esta dispuesto a pasar por el rechazo y las complicaciones que tiene el traer a alguien del seno de otro hogar al seno del hogar propio y aun así estar dispuesto a hacerlo y a hacerlo con amor.

 

El adoptar a alguien es el jugarse el todo por el todo, y el todo por amor…

 

El otro día leía mi libro de oraciones judías y me asombraba como el autor expresa amor en sus oraciones y me quedaba perplejo ante ese sentimiento y el como a pesar de las traducciones, ese amor se seguía trasmitiendo, y me di cuenta de una cosa, creo que jamás seré capaz de amar de esa manera y con esa intensidad y fue ahí que me quedó claro y lo entendí…

 

Obviamente para el pueblo judío es entendible amar de esa manera, ciertamente ellos son el pueblo de Dios y para nosotros no es tan claro, ya que somos adoptados por Dios, pero eso no nos hace que seamos menos amados, sino que creo que somos tan amados como ellos y mas, ya que a pesar de que Dios sabe que no somos criados como su pueblo y que probablemente jamás podamos expresar palabras tan sublimes como el autor del libro de oración, además de que por nuestro comportamiento rebelde probablemente le rechacemos en muchas ocasiones, El decidió adoptarnos, El decidió amarnos a pesar de todo, ser fiel a su palabra y hacerla extensiva a todo aquel quien confiese a Jesús como su Señor y Salvador y por medio de ello adoptarlo como hijo, darle un lugar a la diestra de su trono, un lugar tan legítimo y tan autentico como el de cualquiera de los hijos de su pueblo.

 

Así que la siguiente vez que se sienta abandonado por Dios o sienta que El no le escucha, recuerde que usted y yo somos hijos por adopción, que tenemos un especial lugar en el corazón de Dios ya que a diferencia de otros, fuimos escogidos, no simplemente somos parte de su pueblo (que ello también lleva su bendición especial), pero eso hace que Dios nos distinga uno a uno y que el ser adoptado, lejos de crear una sensación de abandono como lo que le pasó a mi amigo ayer, nos hace sentir especiales y escogidos.

 

Hay cosas que este mundo, la mercadotecnia, y el desconocimiento de muchos nos hacen creer, y hay quienes creen que el ser adoptados tiene que ver con rechazo y dolor, pero veamos las cosas desde la perspectiva de Dios y con su óptica, veamos como El nos ve, entendamos la adopción como El la entiende, como uno de los actos de amor y de los actos mas desinteresados que existen y que tienen un impacto para toda la vida de alguien, así como El por medio de su adopción pretende impactar nuestra vida por la eternidad!.

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