Considero que una de las cosas mas frustrantes que existen es trabajar en algo para lo cual no se conoce el resultado final, es como si trabajáramos en una gran fabrica y nos tocara solo pulir una pieza y pasáramos nuestra vida entera puliendo esa misma pieza una y otra vez, sin ver el objetivo de pulir esa pieza y sin ver resultado final de todo aquello que conforma esa pieza que pulimos y el resto de las piezas que los otros hacen a su vez.
Muchas veces caminamos por la vida de esa manera, las personas perciben su fe como una rutina y no ven el objetivo final, por lo cual es es difícil el acercarse a Dios pues no ven la película completa, no entienden cual es el verdadero objetivo de lo que hacen y menos se ven como parte del cumplimiento de ese objetivo.
Ayer tuve la oportunidad de desayunar con un buen amigo al cual tenía cerca de 15 años de no ver, y fue un verdadero gusto pasar un tiempo con el y platicar de las muchas cosas que han pasado en nuestras vidas desde que nos dejamos de frecuentar, entre la plática salió nuestra vida en Cristo, afortunadamente ambos por vías y maneras distintas entregamos nuestra vida a Cristo y hemos pasado por situaciones similares y otras totalmente diferentes, pero llegamos a una conclusión y vale la pena que se la comparta.
Por alguna extraña razón todos llegamos a un punto en nuestra vida en donde empezamos a batallar por la misma cosa una y otra vez, de hecho, nuestras oraciones dejan de ser una charla con Dios y dejan incluso de ser una intercesión por nosotros y los que amamos y empezamos a darle vuelta a un mismo asunto una y otra y otra vez, y nos enrolamos en una rutina, que se convierte en un circulo vicioso y podemos incluso llegar a la desesperación.
Por que nos sucede esto?, es fácil de explicar, solemos tener puestos los ojos en nuestra bendición y en nuestro futuro inmediato, pero no tenemos puestos los ojos en lo que nos espera y en aquello a lo que Dios nos ha llamado, como es esto?, es sencillo, un ejemplo sería que a veces nos metemos en problemas económicos y solemos orar a Dios por estos problemas y en vez de darle espacio a Dios oportunidad de actuar en nuestra vida, empezamos a darle vueltas al asunto, una y otra y otra vez, ya que no imaginamos como es que Dios le pueda hacer para ayudarnos, luego, cuando vemos una posibilidad (que por lo general es algo absurdo) empezamos a darle instrucciones a Dios de como hacerlo, y seguimos dándole vueltas al asunto, de manera que nuestro día entero empieza a girar alrededor de nuestro problema y no vemos mas allá.
Cual es la manera correcta de ver las cosas?, fácil, no hay cosa mas efectiva que usar la palabra de Dios a nuestro favor, la Biblia esta llena de promesas que aplican específicamente para usted y para mi, están escritas desde el corazón de Dios y son para nosotros en lo particular, tienen que ver con nosotros todo el tiempo y tienen una validez eterna, una de ellas que es de mis favoritas es que los hijos de Dios y aquellos que creen en El, jamás serán avergonzados (Rom 9:33) por tanto no habrá situación tan difícil que me haga quedar mal, siempre y cuando le de oportunidad a Dios a actuar en ella, otra de las cosas que he aprendido con el tiempo es que si Dios es llamado el Rey de Reyes y Señor de Señores, y yo soy su Hijo, eso me hace un Príncipe, y nunca recuerdo haber visto un Príncipe pasar hambres, a menos que sea por su propia necedad, por tanto es mi papel tomar esa actitud de Príncipe y dejar que el Rey me instruya como atender y resolver mis asuntos y ponga su poder y autoridad a mi disposición para que pueda salir adelante.
Una de las cosas que debemos recordar a diario, es que no vivimos para el hoy ni para el mañana, nuestro paso por esta vida es el lograr la vida eterna, es decir, tenemos que aprender a traer el Reino de los Cielos a esta tierra y a saber vivir y gobernar en el, para que podamos así entrar en ese Reino cuando Cristo venga de nuevo y poder literalmente sentarnos a si derecha y gobernar, en otras palabras, todos los Reyes son entrenados largo tiempo antes de poder tomar su corona, nosotros también lo estamos pasando, estamos siendo entrenados para gobernar juntamente con Cristo el resto de la eternidad, pero tenemos que aprender a hacerlo en esta vida, por tanto, si usted piensa que tener una relación con Dios es solo buscar su bendición inmediata y cree que tener una relación con Dios es tener una vida tranquila y sin problemas, esta usted muy equivocado y se esta perdiendo de ver la película completa, esta desperdiciando sus oraciones y corre el riesgo de no cumplir su propósito en la eternidad.
Mi invitación de este viernes es a que reflexione acerca de su oración y de su relación con Dios, si usted pasa su tiempo observando su futuro inmediato y su oración solo se trata de cosas pequeñas, materiales y sin ningún impacto en el Reino de los Cielos, este es el momento para que se haga las preguntas correctas y le haga las preguntas correctas a Dios, acerca del verdadero objetivo de su paso por esta tierra, acerca de los dones que puso y pondrá en usted, acerca del impacto que causará usted en la vida de otros y de como es usted parte del cuerpo de Cristo, para el cual fue planeado, para que de esta manera empiece a actuar con miras a la eternidad y deje de hacerlo solo de cara al futuro inmediato y se pierda la oportunidad mas asombrosa de su vida.