En algunas ocasiones he hablado en este espacio de como nos trae beneficios el pasar tiempo en silencio con Dios y he recibido una gran cantidad de solicitudes para que hable sobre el tema, por lo que tomare un tiempo para hacerlo.
Una de las ventajas que tenemos es que tenemos un Dios sobrenatural que creo un mundo natural, es decir, todo lo que vemos y todo lo que nos rodea, fue hecho por El, por tanto tiene su esencia y su estilo, pero jamás será tan vasto como El, es decir, su creación es la manifestación por así decirlo “light” de lo que El es y de como su corazón funciona, en todo lo que nos rodea esta su reflejo, solo que a veces no lo queremos ver.
Hay personas que tienen un concepto equivocado de quien es Dios, saben que es grande, pero lo imaginan grande en nuestras dimensiones y al hacerlo tan grande en sus pensamientos, imaginan que sus oídos están lejos de ellos, hay quienes lo entienden como todopoderoso y creen que sus problemas son insignificantes para El y por eso no responde sus plegarias, hay quienes lo entienden omnipresente, es decir que esta en todos lados y se sienten juzgados por El ya que los ve actuar de mala manera, y hay quienes creen que porque es misericordioso, simplemente y por un acto de magia y no uno de verdadero arrepentimiento, les perdona todo y no cambian su manera de vivir.
Si se da cuenta, todos los adjetivos que use tienen que ver con la verdadera personalidad de Dios, pero a su vez con una mala aplicación de cada uno de ellos, de hecho hace un par de días platicaba con un par de amigos que incluso de las iglesias hablamos de Dios y hablamos de El todo el tiempo en otros lados, pero siempre hablamos de El como si no estuviera presente!, imagine! hay personas que dicen que Dios los ha abandonado! cuando esa es una de las limitantes (afortunadas limitantes!!!) que tiene Dios!, no se puede ir de nosotros, es omnipresente, la Biblia nos promete que aun si decidiéramos estar en el infierno, aun ahí El esta con nosotros! (Salmos 135), por tanto Dios no nos puede abandonar!.
Recuerdo bien que en mi trabajo anterior, veía en pocas ocasiones a mis jefes, ya que uno vive en Sudamérica y el otro en el norte de Estados Unidos, y aunque el contacto tanto telefónico como por correo electrónico era constante, había cosas que guardaba para las ocasiones que nos veíamos en persona, y sabía que no era el único que hacía esto, por lo que tenía que aprovechar mi tiempo con ellos, de manera que hacía mi lista de pendientes y cuando los veía solo me soltaba hablando, lo hacía rápido y lo hacía fuerte para no perder su atención, y cada vez que terminaba de hablar con ellos, tenía la sensación de que mi mensaje no había sido transmitido de manera correcta, siempre tras hablar con ellos, venían a mi mente uno y mil detalles que había omitido mencionar, y siempre (ahora lo veo con gracia) me daba cuenta que les había dicho tantas cosas a la vez que no les había dado tiempo para opinar sobre ello, uff! ahora entiendo porque mis reuniones en persona daban poco fruto!.
También el día de ayer video chateaba con Josué un gran amigo que esta en busca de trabajo y me envió su Curriculum Vitae, para que le diera mi opinión al respecto, después de platicar un rato, le envié el mío, para explicarle como abordo yo ciertos temas y fue muy gracioso el ver su cara de asombro cuando leía cosas de mi que no sabía!, tanto que después de unos minutos no le quedó mas que decir “mucho gusto en conocerte René”!.
Cuando hablamos con Dios no es distinto a lo que le platico, tenemos tantas ideas de quien es Dios que no son la correctas, y nos queremos hacer íntimos con alguien que no conocemos y lamentablemente todo redunda una y otra vez en el hecho de que no leemos de su palabra y no le conocemos, no sin mencionar el asombrosamente poco tiempo que pasamos con El, y esto tiene un fundamento y se lo voy a explicar, es gracioso:
Pasamos poco tiempo con Dios, porque nos pasa igual que cuando éramos niños, de la nada aparecía alguna vieja amiga de Mamá que vivía en otro lugar y venía de visita, con los 2 típicos hijos sabelotodo (en apariencia) y que igual que nosotros no tenían humor de estar en ese lugar (estoy seguro que le ha pasado), y que nuestras madres nos envían juntos a otro cuarto a que jugáramos para poder ellas platicar, pero como no teníamos nada en común con esos niños, y no nos interesaba tenerlo, pues simplemente el tiempo se hace eterno y pareciera que nos estaban torturando!.
Así nos pasa con Dios, no es que no queramos tener nada en común con Dios, pero como sabemos tan poco de El, que nos cuesta estar mas tiempo con El y además sentimos que tenemos que decir algo, ya que seguramente El espera que lo hagamos (esto es un gran mito!) y por tanto hacemos como hacía con mis jefes, vamos y decimos todo, rápido, fuerte y casi sin respirar y cuando terminamos, salimos de ahí tan pronto como sea posible, le ha sucedido?, tal vez no lo hacemos de manera consciente, pero lo hacemos, simplemente así como con los hijos de la amiga de Mamá con los cuales no teníamos nada en común.
Una de las cosas que he aprendido que es una gran cualidad de la intimidad es el silencio, y es sencillo de entender, es como cuando un par de personas viajan juntas en carretera, y no es que se agote el tema de conversación, simplemente llega un momento en que ambas personas están tan cómodas la una con la otra que no tienen necesidad de hablar, solo están haciéndose verdadera compañía, están en el punto en el que las palabras sobran, cuando por el contrario, cuando vamos de viaje con alguien a quien no conocemos, y nuestro acompañante resulta ser alguien interesante, podemos pasar horas y horas hablando, ya que nos interesa conocer al otro y nos interesa que nos conozca!.
Por tanto he aquí las razones por las cuales no podemos estar en silencio delante de Dios y a su vez no escuchamos su voz, nuestra alma (nuestros pensamientos y sentimientos)esta tan ocupada y abrumada que solo piensa en una cosa, en nosotros y nuestros problemas, de manera que no nos podemos concentrar en aquel que es nuestro interlocutor, y que probablemente tiene algo importante que decirnos, otra cosa, es que no conocemos a nuestro interlocutor y nos puede pasar como a mi amigo Josué que tenía solo idea de quien era yo pero desconocía los detalles, y así nos sucede con Dios, vamos y hablamos con El y le exponemos nuestros problemas y tenemos la idea de que reaccionará de una manera como nosotros creemos que El es, y cuando no sucede como esperamos, creemos que no nos escuchó o que no fue su voluntad el conceder lo que pedíamos.
Escogí la cita de hoy porque hace referencia a lo que le platico, cuando vamos a la presencia de Dios tenemos que quedarnos quietos y no preocuparnos por anda que pase alrededor, porque de lo contrario corremos el riesgo de perdernos la presencia de Dios por estar afanados en lo demás y no en El.
Dante Gebel habla de que tenemos que serenar nuestra alma (nuestros pensamientos y sentimientos), para ir a la verdadera presencia de Dios, nos dice que tenemos que poner en paz y en orden lo que controlamos (nuestro cuerpo y nuestra alma), para que lo que no controlamos (nuestro espíritu) pueda tomar control sobre nosotros y comunicarse adecuadamente con Dios, tanto de ida como de venida y podamos tener un verdadero diálogo, con y sin palabras, pero lo mas importante, con un efecto verdadero, tangible y eterno.