Es interesante ver como los hombres tratamos todo el tiempo de acomodar la voluntad de Dios a nuestra comodidad y a nuestra conveniencia, y como a raíz de ello formamos las famosas religiones.

 

El pertenecer a una religión, no es otra cosa mas que pertenecer a un grupo de personas que creen lo mismo, aun cuando esto no tenga que ver con Dios en si, sino con lo que este grupo de personas cree acerca de Dios.

 

Cuando hablamos de Dios, es común que nos guste hacer resaltar las cosas que sabemos de El y es mas común que aseguremos tener una relación cercana con El, al fin y a cabo no va a ser El quien se manifieste en persona para venir a desengañarnos en ese momento, y en realidad entiendo a las personas que lo hacen, ya que tienen en su lista de “algún día lo haré” el acercarse a Dios, desafortunadamente ese pendiente no tiene fecha solo esta en la lista ocupando un lugar.

 

Uno de los mitos que  existen acerca de Dios, es uno que no es oficial, pero que es el mas común de todos, el creer que Dios es como nosotros, y cuando hablo de esto, hablo acerca de que pudiera o quisiera hacer como nosotros el olvidarse un tiempo y venir y “arrepentirse” y comenzar de nuevo.

Desafortunadamente con Dios no hay manera de comenzar de nuevo, es decir, solamente podemos comenzar una sola vez con Dios, es el día que confesamos que queremos hacerle Señor y salvador de nuestra vida y logramos que todo nuestro pasado hasta ese instante sea borrado y olvidado para siempre, pero no es un comenzar de nuevo, es un comenzar una relación con El, de ahí en delante, todo cuenta, ya que a consecuencia de nuestra confesión, nuestro nombre es inscrito en el libro de la vida y tenemos una gran responsabilidad de asegurar que lleguemos a vida eterna.

 

Me llama la atención cuando hablo acerca de comenzar de nuevo, he ahí otro mito del hombre acerca de Dios, las personas suelen creer que siempre hay una oportunidad de comenzar de nuevo, es mas, lo creen aun después de la muerte, es por eso que muchos creen en el famoso “purgatorio” y creen que después de morir, tenemos otra oportunidad mas de redimir nuestro pecado para posteriormente entrar en presencia de Dios por la eternidad, desafortunadamente Dios nunca habló acerca del purgatorio, ya que no existe, fue mas bien Dante Alighieri quien en su novela “la divina comedia” quien lo inventó, aun así hay religiones que creen en lo que una novela dice y les suena interesante o bonito y deciden creerlo por encima de la palabra de Dios.

 

El comenzar de nuevo se ha convertido en un mito por falta de conocimiento de Dios y por la falsa interpretación de solo fragmentos de la palabra y de la descripción del carácter de Dios, como la cita que reza “las misericordias de Dios son nuevas cada mañana”, con la cual muchos se confunden y creen que todos los días podemos construir una nueva relación con Dios como si ayer no hubiera pasado nada.

 

La realidad es que nuestra relación con Dios es como la que tenemos entre nosotros, no podemos borrar nada y sería deshonesto pensar eso, mas bien tenemos la oportunidad de enmendar nuestro caminar, ya que el siempre esta dispuesto a perdonarnos, si es que hacemos como dice su palabra nos arrepentimos genuinamente.

 

Creo que en lo que la mayoría de las religiones coinciden es que algún día estaremos cara a cara con Dios y ese día tendremos que rendir cuentas acerca de nuestras vidas y lo que hicimos en ellas, pero no porque haya habido quien nos rece una docena de rosarios y intercedido a Dios para que nuestro paso por el purgatorio sea mas fácil o sencillo, esto será cumplido, al contrario, llegaremos a la presencia de Dios a rendir cuentas por lo que hicimos en nuestra vida y viviremos la siguiente etapa de nuestra vida eterna basados en lo sembramos en esta vida.

 

La Biblia nos promete que aquellos que han muerto, simplemente duermen, es decir no están en ningún otro lado, solo duermen y esperan y ese día se les juzgará al igual que nosotros.

 

Mi invitación de este día es a que tenga una conciencia clara de la voluntad de Dios y su palabra, le invito a que se familiarice con ambas y viva una vida de plenitud en esta tierra que le ocasione vida de gloria en el Reino de los Cielos, que cuando muera, lo haga con verdadera paz, sabiendo que llegará a presencia de Dios y no se irá de ahí, le invito a que se familiarice con su Biblia y a que convierta su pertenencia a una religión por una verdadera y auténtica relación, le invito a que deje de engañarse y creer que puede hacer una relación nueva con Dios todos los días y a que tome su relación con Dios, la única que ha tenido, si es que la tenido y que enmiende su caminar y camine hacia el conocimiento de Dios en esa continuidad, como El jamás ha dejado de bendecirnos y amarnos.

 

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