No creo poder contar las veces que me he topado con personas que no se acercan a Dios pues tienen un problema de conciencia, es decir, sienten que su manera de vivir podría ser juzgada por El y que lejos de aceptarlos los rechazaría o les reclamaría por su vida pecaminosa (llena de pecado).

 

En lo personal tengo un hábito, cuando hay cosas que realmente me agobian, en ocasiones lejos de pensar en ellas, suelo ir a dormir, y a la mañana siguiente decido resolver esa situación, no le puedo decir que sea algo recomendable, o algo que sugiera para que lo aplique, solo que a mi me funciona, pero he conocido a muchas personas que suelen aplicar este mismo criterio para sus problemas, solo que a diferencia de lo que yo hago, no van a dormir físicamente sino que entran en un estado cataléptico mental acerca de su problema y jamás despiertan de ese sueño y pareciera que jamás quisieran enfrentar esa realidad que les agobia.

 

Cada vez que me siento mal, y cada vez que siento que mi vida se llena de pecado, recurro a lo que he aprendido en la palabra de Dios y me doy cuenta que ese estado en el que me encuentro (de pecado) Dios ya lo sabía desde antes de formarme y sabe que mi naturaleza tiene una tendencia al pecado, de hecho lo dice repetidas veces en la Biblia, que no hay uno que no peque, es decir es algo que de manera diaria no podemos evitar, cada día pecamos de alguna manera, ya sea desde una mentira pequeña, un mal pensamiento acerca de alguien o que se yo.

 

Una de las cosas mas grandes y mas asombrosas que he descubierto en mi caminar en Cristo es que mucho del pecado que ha habido en mi vida, no tiene que ver conmigo, en otras palabras, hay herencias espirituales que pueden venir de generaciones y claro en el momento que Dios nos revela esa condición nos va a mostrar el modo de eliminarlas de nuestra vida y erradicarlas para siempre de nuestras generaciones, otra cosa es que he descubierto que soy débil con intención, es decir, Dios me creó para ser débil y así tenga necesidad de depender de El para todo paso que de en mi vida, para que sea El mi fortaleza y no me envanezca de las cosas que hago o que logro.

 

Me encanta como la cita de hoy explica que Dios sabe que no somos mas que polvo y que cualquier viento nos podría llevar sin rumbo, pero El, nos cuida, nos moja con el agua de su palabra para hacer de ese simple polvo una pieza de barro, la cual pasará por el fuego y moldeará, hasta hacerlo un vaso de honra (que lo honre a El).

 

En esta mañana y antes de empezar el fin de semana, le quiero invitar a lo siguiente: deje de sentirse culpable ante Dios y no permita que esa sensación le limite de acercarse a El, es precisamente cuando estamos en pecado y reconocemos que estamos mal y mas aun cuando reconocemos que no podemos ni sabemos hacer nada en contra de ese pecado, que podemos entrar confiados delante de Dios y poner delante de El nuestra debilidad, reconocer lo que hemos hecho, pedir perdón y se perdonados y es ahí donde empieza lo bueno, ya que somos polvo cuando estamos solos, pero acompañados de El somos invencibles, así que que mejor cosa y que mejor tiempo que éste para acercarse a Dios y ser transformados de simple polvo a un vaso que honre al Dios infinito y todopoderoso, no lo cree?.

 

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *