En nuestro corazón todos sabemos que tenemos que servir a Dios y tenemos la creencia de que tarde o temprano lo terminaremos haciendo, aunque no tenemos la certeza de que así será, esto puede tener muchos fundamentos y muchas razones de ser, una de ellas es el bajo grado de compromiso que solemos tener con Dios y la apatía hacia las cosas que vienen de El, otra es la creencia de que las cosas de Dios son solo para unos cuantos los cuales consideran como “ escogidos” o “especiales”, pero uno de los motivos mas comunes por los cuales nunca nos decidimos a servir a Dios y a hacer su voluntad es por que tenemos la firme convicción de que no estamos preparados y listos para ello y que nos falta mucho para hacer como para ir delante de Dios o bien ir a algún lugar en el nombre de Dios y hacer un buen papel.

 

Servir a Dios, es como ser papás por primera vez o simplemente empezar una relación de noviazgo, es algo para lo que nunca se esta listo, en realidad no hay un manual para ello, pero es algo que simplemente sucede y aprendemos a hacerlo poco a poco, así como aprendemos a entender como es que los bebés comunican su malestar y en cuestión de días los padres aprenden a identificar los diferentes tipos de llantos y los diferentes gestos que hacen sus hijos y aprenden no solo a ser papas, sino logran a ser excelentes padres.

 

Con Dios no es distinto, El pone dentro de nosotros una pequeña flama que anhela servirle, muchos la llaman la “pasión por las cosas de Dios”, la cual nos invita a servirle, a hacer las cosas de El y a conocerle mas, el problema radica en entrar a los círculos de las personas que sirven, a veces suelen ser algo cerrados y pretenden poner cierta medida a aquellos que tienen la pasión por servir o bien las conciencias de aquellos que pretenden acercarse al servicio a Dios no esta del todo tranquila y olvidan que tan solo toma un momento en verdadera presencia de Dios para borrar cualquier pecado y cualquier impedimento para estar limpios y dignos delante de El.

 

Hay personas que no se acercan a servir porque creen que no llenan los requisitos, lo mas interesante es que son requisitos que ni siquiera conocen, ya que solo los suponen y piensan que todos los que sirven a Dios si los conocen y los notan en las personas que aun no empiezan.

 

Podría seguir describiendo razones por las cuales las personas no se atreven a servir a Dios, pero la la realidad es que todo lo que necesitamos es un corazón dispuesto, es decir, todo lo que necesitamos es decir que si, de todo lo demás se encarga Dios, El se agrada en los corazones dispuestos y las personas que lo tienen hayan su favor, de manera que su voz (la de Dios) se magnifica y van escuchando mas y aprendiendo como es que tienen que servir y adquieren incluso ese celo por las cosas de Dios que los lleva a hacer mas cosas y a hacerlas con excelencia.

 

La cita de hoy nos habla de David que aun era un jovencito de escasos 15 o 16 años y tenía esa pasión y ese corazón dispuesto para servir a Dios, no tenía nada mas, era un simple pastor de ovejas mientras sus hermanos eran hombres preparados al servicio del Rey en el campo de batalla contra los filisteos, y cuando fue a llevar viandas a sus hermanos se percató de la situación que había, Goliat se burlaba del pueblo de Dios y de Dios mismo, a lo que no le bastó mas que estar en el lugar adecuado y tener el corazón dispuesto para hacer la hazaña que todos conocemos, y me asombra que la Biblia misma recalca que David no tenía en sus manos mas que una honda y una piedra y con ella venció a un gigante que ni aun un ejercito entero se atrevía a enfrentar.

 

A lo mejor en lo físico David tenía solo una honda y una piedra, pero espiritualmente tenía al mas grande de los ejércitos respaldándole, y el tenía conciencia de ello, por tanto no temió, sino que siguió aquel celo y aquel enojo que Dios puso en su corazón y se atrevió a lo grande para establecer la gloria de Dios que es mas grande que la gloria nuestra, ya que si hubiera querido jactarse el mismo de haber derrotado a Goliat, este se hubiera levantado y lo hubiera hecho pedazos.

 

El día de hoy le quiero animar a que busque dentro de si esa pequeña llama que le invita una y otra vez a servir a Dios y a que la alimente y permita que pase de ser una pequeña llama a ser una gran hoguera, el único requisito esta en usted, el tener un corazón dispuesto, no se necesita mas, no se preocupe en las cosas que podría o no lograr, solo preocúpese en agradar a Dios y El le dará la facultad de hacer cosas enormes y asombrosas.

 

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Un comentario

  1. SOLO HAY Q DECIDIR A SERVIRLO DE CORAZÓN Y LA LLAMA SERA ENCENDIDA GRACIAS POR MOSTRARNOS Q SOLO ES DECICION ¡¡¡¡AMEN¡¡¡¡¡