Como lo he mencionado previamente en estas líneas, Dios siempre ha estado con los hombres, pero lo ha estado de 3 maneras distintas y en 3 tiempos distintos, al principio era el Padre quien tenía comunicación con el hombre, quien atendía sus llamados, le visitaba y aun guiaba al hombre en forma de columna de fuego de noche o de nube durante el día, luego, vino Jesús que en apariencia vino poco tiempo (33 años) pero vino y dejó un efecto eterno y ante todo aseguró que ningún hombre jamás posterior a su tiempo viviera sin la presencia de Dios, no solo porque nos dió el efecto de la vida eterna por medio del perdón de nuestros pecados sino porque también nos dejó la receta para que el Espíritu Santo entrara a nuestras vidas y es la manifestación o la personalidad de Dios que habita entre nosotros desde entonces.
Jesús hizo 2 cosas primordiales en su estancia en esta tierra, la primera nos vino a dar ejemplo o bien una recordada de nuestra verdadera identidad y segunda, nos vino a dar salvación de acuerdo a esa identidad.
Al darnos ejemplo de todo lo que habíamos de hacer para poder vivir desde esta tierra y en preparación para la eternidad, nos mostró que todo aquello que estaba escrito en la palabra de Dios nos era necesario, por tanto había que obedecerlo y nos dió ejemplo de como hacer un acto de obediencia y rendición a la voluntad de Dios por medio del bautizo, que lejos de lo que muchos creen, es un acto consciente, se tiene que hacer con consentimiento del bautizado y tiene un efecto abrumador, pues es aquello lo que puede desatar el favor del Espíritu Santo en nuestras vidas, lejos de solo lavar el pecado original como muchos creen.
En Mateo 3:16-17, Jesús es bautizado y es ahí donde empieza su verdadero caminar espiritual, al ser obediente, aun en su calidad de Dios, El Padre abre los cielos y habla a los hombres dando testimonio de que lo que ha hecho el Hijo le es agradable, y que el Espíritu Santo pondrá poder en todo lo que haga y a todo lugar a donde vaya.
Por tanto es necesario que hagamos como hizo Jesús que vivamos conforme a todo lo escrito, que lo creamos y lo adoptemos en nuestra vida sin cuestionarlo, ya que solo nos traerá beneficios y que una vez que hayamos tomado la decisión de seguirle en todo y hacer el acto simbólico de obedecerle es cuando tendremos la oportunidad de que el Espíritu Santo obre por medio de nosotros.
Es difícil ayudarle a entender que es lo que pasa espiritualmente si nunca se ha rendido a la voluntad de Dios, pero no es sino por medio de la obediencia a lo escrito en la palabra de Dios y el ser agradable a los ojos de Dios y posteriormente parte de su obra que entenderemos como es que Dios quiere manifestarse por medio nuestro, es algo asi como cuando aprendemos un oficio, a lo mejor y de lejos pareciera fácil hacerlo, pero no es sino hasta que nos ponemos manos a la obra nos damos cuenta que hay que tener práctica para poderlo dominar y consejos de alguien con amplia experiencia en el tema para que podamos verdaderamente entender el oficio, con nuestra vida en Cristo es igual, pero nos hace falta ese toque del Espíritu Santo para que podamos escuchar esa voz de experiencia y guianza que es la voz de Dios.
La cita de hoy nos habla de dones espirituales, así es, así como solemos tener una serie de dones físicos e intelectuales, como el de la música, el ser rápido y hábil para los números, el manejo de ciertos materiales, así también Dios nos da dones espirituales, los cuales primeramente El reparte a su voluntad, y sin que podamos influir en ello, pero a su vez lo hace para que manifestemos su poder, su amor y todas las características de su personalidad y nos podamos identificar como verdaderos hijos de Dios.
Hay personas que suelen pensar que ciertas cosas son solamente para los «muy espirituales» o para los que están «mas cerca de Dios», la Biblia nos promete todo lo contrario, los beneficios del Reino de los Cielos, no son solamente para unos cuantos, por el contrario, son para cuanto hombre desee y se acerque a Dios, en dado caso serán beneficios para los «muy obedientes», pero ese es un término que no es excluyente, sino mas bien que hace referencia a nuestro libre albedrío.
Lo interesante es que no es sino hasta este punto en donde en la Biblia se menciona el servicio a Dios, es decir, no es sino hasta que Dios pone en nosotros un toque de El mismo, que podemos comenzar a servirle, antes de eso solo teníamos buenas intenciones de hacer cualquier cosa, pero es hasta que El pone en nosotros su poder, o en otras palabras su confianza y nos enseña como usar su poder y lo pone en nuestras manos, que podemos comenzar a decir que le servimos y que estamos en verdadera comunión con El.
La cita de hoy nos habla de diversos dones, los cuales iremos viendo en los siguientes días e iremos entendiendo como es que primeramente Jesús usó en su estancia entre nosotros y nos garantizó que podremos usar nosotros también.
Mi invitación de este lunes es a que abra su corazón y su entendimiento, para que Dios le hable por medio de lo que puede hacer por medio suyo y el propósito que pudiera tener en ello, a meditar acerca de su obediencia a Dios y a como esta puede desatar un sin numero de bendiciones y beneficios que empezarán en usted, pero que tendrán una verdadera consecuencia en aquellos que le rodean.