Hay muchas personas que tienen una idea equivocada de Dios, creen que Dios esta muy ocupado atendiendo a los pobres y a los que tienen problemas mayores que los nuestros, otras personas creen que porque no viven una vida recta delante de El, no son dignos de ir a su presencia y menos pedirle algo, y estan aquellas personas que piensan que tienen que «arreglar» su vida y luego ir delante de Dios, pero cuando hacen o piensan de esta manera, estan actuando meramente de acuerdo a su propio entendimiento, pero no han consultado a Dios y saber que opina al respecto de su situación y cuando es que deberían de entrar en contacto con El y exponerle su situación.
Ayer tuve la oportunidad de comer con un buen amigo, quien me platicaba una situación por la que pasó cuando decidió emprender un reto nuevo y las dificultades que había tenido cuando lo hizo, y lo que lo ayudó a mantenerse a flote fue el reto de que la situación no lo venciera, el reto de salir adelante y después darse el lujo de decidir quedarse o irse, pero jamás rendirse y quedarse a medio camino.
Cuando platicaba con mi amigo, pensaba en que así es Dios, El nos permite entrar en situaciones cada vez mas difíciles y mas retadoras, y no con el objetivo de retarnos a nosotros, sino con el objetivo de fortalecer nuestra fe y que nos atrevamos a retarlo a El, a que dejemos de orar por pequeñeces y empecemos a confiar en verdaderos milagros, y cosas asombrosas, de manera que otros que estén a nuestro alrededor se sorprendan y no puedan hacer mas que voltear a vernos y anhelar aquello que tenemos, que no es otra cosa que la mano de Dios sobre nosotros.
Dios no esta demasiado ocupado atendiendo a los pobres, ni necesitamos cambiar para acercarnos a Dios, eso es un engaño de nuestro enemigo que su principal arma son los pensamientos como estos y la culpa para mantenernos alejados de Dios, pero en realidad el carácter de Dios en ese sentido es como el de mi amigo, le gusta ser retado y le gusta demostrar que El es «Yahvé Shadai» (Yo soy todopoderoso), es decir, es tan poderoso, que puede con los pobres, los mas pequeños detalles de nuestra vida o los mas impresionantes retos que decidamos poner en sus manos.
Le comentaba que no tenemos que cambiar para ir delante de la presencia de Dios, ya que es al revés, su presencia es la que nos cambia, ese es uno de los retos que Dios ama, el bendecirnos, amarnos, llenarnos de favor, enamorarnos, de manera que nuestra manera de ser cambie, para beneficio nuestro y para honra de El.
En este día le quiero invitar a que rompa su paradigma acerca de Dios, El es Yahvé Shadai el que verdaderamente lo puede todo, atrévase a retarlo, atrévase a soltarse en El y a no sugerirle la manera en la que lo bendiga, pero a su vez póngale detalles a sus peticiones, sea específico, para que El sea retado y su respuesta sea aun mas gloriosa.