Es innegable que todos aspiramos llegar a la presencia de Dios y ser aceptados al final de nuestros días, pero también es algo que humanamente nos es difícil de entender y asimilar, ya que estamos acostumbrados a aquello que vemos con nuestros ojos, y a los lugares a donde sabemos que podemos ir y alcanzar físicamente, pero no a los lugares que van mas allá de nuestro alcance físico e intelectual.
Muchos miden el favor de Dios por las cosas buenas que les suceden, la libertad de problemas y la tranquilidad que sienten, algunos le llaman a esta última paz, aunque el verdadero concepto de paz difiere mucho de la tranquilidad, pero pocos entienden el concepto de salvación, pocos entienden el como guardarse para una vida eterna que no dimensionan, ya que pocos han leído y meditado en como será la vida después de la segunda venida de Cristo, de hecho es mas popular lo que dice el libro de Dante «La Divina Comedia» que habla de un purgatorio y otras etapas después de la muerte física (que por cierto, son una mentira) que lo que dice la Biblia misma, que tremendo, no?.
Por tanto las personas suelen hacer lo que les es mas cómodo, lo que ven a otras personas hacer y lo que otras personas les dicen, así se sienten aceptadas y cómodas, miden su santidad por medio de un término llamado «espiritualidad» que de paso se basa mas en la opinión de otros que en la de Dios.
Por ello, las costumbres que ocupan el tiempo de estas personas son basadas en su propia opinión y criterio, así como en las cosas que la mayoría considera «lindas» y «buenas», les cuesta trabajo pensar en la opinión de Dios acerca de ello, por lo general suelen hacer las cosas que les parecen «lindas» e «inocentes» con las que «no dañan a nadie», sin pensar el daño que pueden acarrear a sus propias vidas y las generaciones futuras.
La gran mayoría de las tradiciones mundanas, tienen que ver con este tipo de costumbres y festejos que nos dañan, si las investigamos, nos daríamos cuenta de que todas tienen una raíz u origen de maldición o adoración a algún ídolo, pero pocos lo pueden o lo quieren reconocer.
Esta noche es la llamada «Noche buena», se celebra la navidad, y muchos se escudan en que no celebran otra cosa mas que el nacimiento de Jesús, pero reflexionelo… en realidad podríamos celebrar la navidad sin árbol, sin regalos, sin cena?, alguna vez hemos consultado con Dios en su palabra y en intimidad el como es que El quisiera que celebráramos la llegada de su hijo?.
No es mi intención el aguarle su festejo de Navidad, por el contrario, le invito a que reflexione acerca del verdadero motivo de la Navidad, y aunque el 24 y 25 de diciembre no tienen nada que ver con el nacimiento de Cristo, sino lamentablemente la celebración a un Dios pagano, tome un tiempo, dedíquelo junto con su familia a la oración, a la lectura de la palabra, haga algo que realmente agrade a Dios, e inculquelo en su familia y en los seres que ama, vaya mas allá de su entendimiento y haga las cosas según el entendimiento de Dios.
No se arriesgue a que su propia opinión y las costumbres que le fueron inculcadas, le lleven a la ignorancia por falta de conocimiento de la voluntad de Dios, no arriesgue su vida eterna por celebrar unos cuantos días lindos.
El Reino de los Cielos es un lugar de verdad y libertad, alineado con la voluntad y el corazón de Dios, en donde no se hacen cosas que parecen «lindas» y «buenas», sino cosas que nos llevan a la eternidad, le invito a abrazar esta idea y reciba verdaderamente el beneficio de la verdad.
Es mi oración que sea bendecido, es mi oración que su vida sea transformada por Dios y que la verdad le sea revelada en intimidad con Dios, que sea El quien le convenza de hace las cosas que a El le agradan y no la opinión de los demás.