Existe un mito acerca de Dios y se refiere a que este es intangible, es decir que no lo podemos ver y no lo podemos tocar, solo algunos dicen notar su presencia, pero pocos están conscientes del contacto que podemos tener con Dios, por tanto, muchos se escudan de esto para usarlo como excusa al no tener una verdadera relación con El.
Además de lo anterior, hay muchas personas que toman pequeñas fracciones de la biblia o de frases que escucharon para hacerlas parte de su doctrina personal como «los tiempos de Dios no son iguales a los nuestros» ó «la hoja del árbol no se mueve sin la voluntad de Dios», que son verdades de acuerdo a la biblia, pero solo son verdades absolutas para quienes no forman parte del Reino de los Cielos, es decir, esto es limitativo solo para aquella persona que no tiene una relación cercana con Dios, ya que al tener nuestro corazón alineado con el de El, entendemos lo que es su voluntad, su poder es entregado en nuestras manos y con ello y en intimidad con el Padre, obtendremos la sabiduría necesaria para administrarlos adecuadamente.
Muchas personas deciden tener una fe pasiva, es decir, se limitan a esperar en la voluntad de Dios, pero olvidan cual es la naturaleza con la que nos creo Dios, y para ello nos puso innumerables ejemplos en la Biblia, cuando creo a su pueblo, Dios les envió a diferentes tierras y siempre les dió la esperanza de una tierra prometida, esta tierra tenía un adjetivo especial «la tierra que fluye leche y miel» pero no entrarían simplemente así nomas porque si a esa tierra, primero pasaron 40 años en el desierto, siendo disciplinados y siendo educados para que cambiaran su actitud de esclavos a conquistadores, y una vez que tuvieron actitud de conquistadores, tuvieron que luchar por la tierra que les prometieron, ya que estaba habitada por pueblos paganos quienes habían tomado ventaja de la ausencia del pueblo de Dios.
Con nosotros no es diferente, pero es interesante ver como hay personas que pretenden que Dios les de bendición de conquistadores, aun teniendo mentalidad de esclavos!, y luego se sorprenden de que la bendición no llegue!.
La cita de hoy nos enseña que la bendición no se recibe sentado, por el contrario, por la bendición hay que luchar y para ello hay que conquistar nuevos territorios cada vez, por eso nos dice que todo lo que pise la planta de nuestro pie, es decir, hay que ir a donde esta la bendición, hay que reclamarla nuestra y hay que conocer los límites que Dios ha puesto para que la recibamos, ya que corremos el riesgo de desviarnos y tomar de lo que no nos corresponde y acarrear maldición a nuestras vidas si no lo hacemos de esa manera.
En resumen, el Reino de los Cielos es glorioso, pero esta en los cielos como su nombre lo indica, la Biblia nos enseña que podemos traerlo a nuestra tierra, pero lo tenemos que establecer, no es un Reino que se pueda quedar «espiritualmente en el aire», y no se logra de otra manera mas que con disciplina en el Señor y conquistando aquello que nuestro corazón anhela.
Esta mañana le quiero invitar a que reflexione en todo aquello que ha estado orando y no ha recibido y dese cuenta de cuantas de esas cosas no ha recibido porque primeramente podrían no ser parte de la voluntad de Dios y cuantas nunca se ha atrevido a conquistarlas y establecerlas en su vida, es decir, cuantas ha querido que le «caigan del cielo», con actitud de esclavo y realmente tendría primero que cambiar su actitud a la de conquistador para poderla arrebatar.