El seguir a Dios puede ser un tema controversial para muchos y puede llegar a causar revuelo entre aquellos que rodean a alguien que decide dar un paso de fe, ha habido incluso familias que se han desintegrado a causa de la fe, ya que lamentablemente hay personas que están convencidas de aquello a lo que están acostumbradas o de aquello que les inculcaron en casa, que de la verdad absoluta en Cristo, aquella que se aprende y entiende en la intimidad y al son de una biblia en mano, no por la opinión o la costumbre de otros.

Hay quienes detienen su caminar por miedo a ser señalados y por sentirse expuestos ante su cambio o su nuevo convencimiento ante la verdad y se retractan y con esto no me refiero a un cambio de religión, sino al simple y sencillo hecho creer lo que entienden de Dios.

Afortunadamente Dios nos advierte de esto, la Biblia promete persecución para aquellos que deciden seguir a Cristo, y es una mala percepción de muchos pensar que el acercarse a Dios significa tranquilidad, por el contrario, tal como decía Cervates en su libro El Quijote: «por mientras los perros sigan ladrando significa que nos seguimos moviendo», en otras palabras, la mejor manera de entender y asegurar que cada vez nos acercamos mas a Dios y a su propósito, tiene que ver con el grado y la continua persecución que recibamos.

Con esto no quiere decir que sus amigos le van a dar la espalda por seguir a Cristo, aunque he visto muchos casos, no quiere decir que su familia le desherede, aunque también he visto algunos casos, pero si quiere decir que cuando tomamos una decisión que tiene que ver con el Reino de los Cielos, este mundo en el que vivimos se incomoda, y en mi personal opinión porque la mayoría de las personas que lo hacen tienen mas un problema con su propia conciencia que con los que decidimos dar un paso de fe y se sienten juzgados, pero no se dan cuenta que es por ellos mismos y tratan como un escudo el echarnos en cara que ahora somos «buenos» y que «debemos» de vivir bajo «ciertas reglas» que ellos mismos no conocen y no practican y nos las quieren imponer para mantenernos ocupados y no llegar al extremo de criticarles.

Todo lo que le cuento no es que sea malo, es simplemente natural y tiene todo que ver con una sana vida en Cristo, cada vez que soy señalado, aunque sea en broma, me doy cuenta como el Quijote que me sigo moviendo y que sigo siendo objeto de una persecución que no tiene que ver con las personas que me señalan, sino con la promesa del Reino de los Cielos.

El Reino de los Cielos es para aquellos que son auténticos, que no se detienen ante la opinión de los demás, o de su propio juicio, es de aquellos que son íntegros y de una sola pieza que deciden seguir a Cristo sin importar el costo, no viendo el camino que puede tener tropiezos, sino la meta en la eternidad.

El día de hoy le quiero invitar a lo siguiente, tome un tiempo y reflexione sobre cada vez que se vio usted en una situación como la que le platico y piense si por ello se detuvo en su caminar y acercar hacia Cristo, si lo hizo, no se preocupe, a lo mejor no sabía lo que le comparto hoy, pero ahora ya lo sabe, y se dará cuenta que otros notan su avanzar conforme hacen ruido al respecto, si se encuentra en medio de la situación donde se siente o es señalado por los demás, felicidades, esta usted recibiendo las primeras señales de que se encuentra en la puerta de ese Reino que Dios promete que podemos traer a esta tierra, ahora prepárese a recibir sus beneficios.

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *