Hace unos días tuve una divertida platica con un par de amigos, aun hoy me río del asunto, por la manera que lo interpretamos, aunque en realidad es de gran seriedad y pido a Dios me de la destreza de expresarle lo serio del asunto y que a su vez capte lo simpático de la situación.
Como usted sabe, tengo un personal problema con temas concebidos de las personas, es decir, la autocompasión común o el hecho de que las personas se atribuyan cualidades o se permitan sufrir por causas de las cuales no tienen un fundamento o argumento real para atribuírselos, y esta ocasión no fue la excepción.
Me encontraba en casa de un par de amigos cenando y mi amigo por segunda ocasión abordó el tema de que tiene algunos problemas con el personal a su cargo, ya que siente no poder el explotar el verdadero potencial de cada uno de sus subordinados, a lo que me permití compartirle algunos consejos y anécdotas de mi caminar por la vida laboral, y obvio en mi caminar en Cristo, pero llegamos a un punto donde parecía mas que el me quería convencer de que no se podía a que yo le diera el consejo que me pedía, tras una lucha intensa de opiniones y alternativas, mi amigo se sentía casi victorioso al sacar el As que traía bajo la manga y dijo: «Rene, se me hace que el problema radica en que soy demasiado noble», a lo que no pude evitar (lo tengo que admitir) el soltar una carcajada y explicarle su situación.
Este asunto de la nobleza es un asunto muy particular, ya que según mi experiencia, mas del 90% en el que he escuchado acerca de la nobleza de una persona, lo escucho de boca de la misma persona, es decir, las personas suelen autodenominarse como nobles pensando que esto es una virtud o un valor bueno que los describa.
Según Wikipedia la nobleza es una connotación de privilegio y se refiere a la realeza y se da en 3 sentidos, inmemorial, que es un sinónimo de abolengo y tiene que ver con el rango familiar de descendencia paterna estrictamente, es decir relacionadas con el apellido, la nobleza de privilegio que es la que se obtiene por medio de un nombramiento, como lo hace la Reina de Inglaterra hoy en día, cuando nombra a los nobles con 2 toques de su espada en los hombros y por ultimo la nobleza de sangre y que es la que se hereda por generaciones sobre la línea sanguíneas como las familias reales de Europa.
En todos los casos, la nobleza es un sinónimo de privilegio, y es usada para distinguir a las personas, una de las características mas interesantes que tiene es que no se puede influir en ella, es decir, hay que ser parte de una familia, de un contexto sanguíneo o tener verdadera gracia con un noble como la Reina de Inglaterra para poder ser designado como noble.
Pero se ha propiciado una mala interpretación del termino de la nobleza, hay quienes se dicen «nobles de corazón» y en ello pretenden envolver atributos como la humildad, la bondad entre otros, pero el termino como tal no existe, de hecho no se menciona en la biblia como una virtud, y esto lo menciono en el estricto afán de tener un fundamento para señalar a alguien como noble.
El termino de nobleza se ha distorsionado que solemos incluso decir que hay quienes se «aprovechan de nuestra nobleza», tratando de enfatizar el hecho de que alguien abusa de nuestro buen corazón, pero en realidad no tiene nada que ver con la nobleza.
En pocas palabras y para ponerlo mas claro, es un engaño de Satanás el hacernos creer que podemos ser nobles de corazón, ya que confundimos los privilegios con la humildad, y no tienen, nada que ver el uno con el otro, es decir, aquel que fue designado noble ya sea por herencia familiar, consanguínea o designación real, tiene un lugar de privilegio y que es una gran responsabilidad portar, ya que no cualquiera lo puede hacer, y tiene que cuidar que esa designación siempre luzca, la humildad de ser noble radica en reconocer que personalmente no hubo influencia para obtenerlo, pero siempre hay que portarlo con dignidad.
Por tanto el que se dice noble de corazón, es lo mismo que alguien reconociera que esta en una situación de privilegio y en vez de hacer lo que le correspondería y portarlo con dignidad, lo pone a disposición de quienes no lo merecen y para que lo usen de mala manera o abusen de ese privilegio, y con el perdón de los que me leen, el que se autodesigna como noble, no se designa de otra cosa mas que de tonto e ignorante, ya que no reconoce el valor de el lugar de privilegio que tiene y no se valora ante los demás, por ello permite que pasen por encima de el o de ella.
Entiendo que cuando decimos de alguien o alguien se designa a si mismo como noble hay una buena intención, pero a su vez hay un pleno desconocimiento de lo que Dios tiene como intención para que demostremos lo que hay en nuestro corazón y refleje lo que es Dios en nosotros.
La cita de hoy es una muy conocida y creo que ha habido cientos de miles quienes han escrito y hablado al respecto de los frutos que el Espíritu de Dios da en nosotros, es decir, lejos de designarnos nobles y permitir que otros pasen por encima de nosotros, el reflejo del efecto de Dios en nuestras vidas son los frutos del Espíritu, cuando estos frutos se dan, son simplemente evidentes, no hay quien pueda evitar verlos y no es necesario que los destaquemos en nosotros, y probablemente no habrá necesidad tampoco de que los mencionen otros, simplemente serán parte de nuestra personalidad y de los hábitos adquiridos en Cristo, que lejos de hacernos ver mal o como tontos e ignorantes, nos llevaran a una verdadera nobleza celestial, ya que la sangre de Cristo nos hace parte de ella y los frutos del Espíritu nos dan el testimonio de esta sangre.
Por tanto este fin de semana me permito dejarle tarea, medite acerca de este asunto, verdaderamente ore y consúltelo a Dios para que le revele acerca de lo que esta escrito en su palabra y borre aquello que su entendimiento de hombre ha generado, así como la sabiduría popular y que poco tiene que ver con Dios, de manera que por favor!, deje de ser noble (tonto e ignorante) y sea lleno de frutos evidentes del Espíritu, como ve?