Piense en su mejor amigo, ¿como es que lo trata?, ¿como es que se hablan?, me imagino que no se hablan de la misma manera cuando se conocieron a como lo hacen ahora, de hecho ahora saben bien que es lo que le molesta a uno y lo que agrada al otro, evitan hacer cosas que puedan dañar la relación, pero disfrutan bromear y hacer chistes, no?.

Pues algo similar es lo que Dios anhela tener con usted y conmigo, de hecho, considero que las cosas mas graciosas que he experimentado, han venido directamente de Dios, El tiene un gran sentido del humor y es todo menos serio y solemne, de hecho creo que hay quienes confunden su majestad con la solemnidad, pero le aseguro que no tiene nada que ver una con la otra.

Se que ha de estar pensando que estoy loco, porque ciertamente esta mencionado en la palabra de Dios que «el principio de la sabiduría es el temor a Dios», y eso es mas que cierto, pero es como lo que sucede en su vida diaria y cotidiana, hay cosas que nos desagradan y son nuestros amigos mas cercanos quienes mejor lo saben  y por ello evitan (en representación de temor) hacerlo para no despertar nuestra ira, además a Dios hay que tenerle temor santo, por lo que El es y no por lo que nos podría pasar, espero haber dejado claro este punto.

Espero que no me malentienda, pero tengo un personal punto de vista (note que aclare que es personal y no una regla que aplique forzosamente), que cada vez que una persona asegura que «Dios por algo hace las cosas» dejan notar su lejanía y su desconocimiento de Dios, ya que en vez de ir a su presencia y clamar por una respuesta, una explicación y un consuelo ante una situación se conforman con quedarse al margen y pensar que El lo ha de haber hecho porque así es mejor, aunque les duela, les desconcierte o incomode.

Cuando empecé a trabajar en la hotelería, no estaba muy convencido de hacerlo, ya que ciertamente es una de las industrias mas improvisadas (vista desde adentro) que existen, mi formación había sido un poco mas estricta hasta ese entonces, por lo que en los inicios de mi carrera, cuestionaba todo lo que sucedía y me interesaba saber el porque de cada cosa y cada procedimiento, esto me llevo a 2 cosas, la primera, a ganarme el apodo de «Renecio Contreras», el cual me dio Celia mi jefa en ese entonces, pero también me hizo ganarme su amistad, al dia de hoy, ella y su familia forman parte de mi circulo intimo de amistades y estoy mas que convencido que mis interrogatorios y mis inquietudes nos llevaron a todos en ese entonces a buscar las respuestas y razones de lo que hacíamos, nos llevaron en definitiva a crecer por ello y el dia de hoy a ser amigos mas allá del tiempo y la distancia.

Ahora que lo escribí me tuve que reír y mucho, creo que tengo que preguntarle a Dios el apodo que me tiene, de seguro es algo parecido a «Renecio Contreras», ya que le aseguro que así como cuestiono las cosas en mi trabajo, así mismo cuestiono todo lo que pasa y viene de Dios y no me quedo tranquilo hasta obtener esa respuesta, lo interesante es que muchas de ellas, la gran mayoría las encuentro en una combinación entre la lectura de la palabra de Dios y la revelación del Espíritu Santo, esto me ha hecho crecer espiritualmente, pero a si vez me ha acercado a Dios, le puedo decir que somos amigos, ya que como dice la cita de hoy, se lo que hace mi Señor, se lo que planea y me deja ver como es que hará las cosas (obvio no en todo) y el porque las hará así, me enseña a orar como conviene y me da la tranquilidad de saber que siempre estará ahí para mi, no cuando necesite, sino cuando busque al amigo, no solo para que cubra mis necesidades, sino incluso para platicar en mis momentos de tranquilidad, frustración, enojo o alegría.

Este dia le quiero invitar a eso, medite en la cita de hoy, piense si en realidad ha tratado a Dios como su amigo, o si realmente es solo su benefactor anónimo, , piense en si las cosas que tiene sabe como es que las recibió o solo sospecha que vienen de Dios, piense si el decirle «Diosito» realmente le acerca a El o si esta preparado para decirle «Abba» (como a El le agrada que le digan), hágase el propósito (pero comience hoy mismo) de conocer a Dios y llegar a ese momento donde tenga la seguridad de que le pueda llamar amigo y El a usted, buen fin de semana, sea bendecido con ese amigo especial que habita en el reino de los Cielos, y a la vez esta a su lado leyendo este devocional con usted.

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