Es asombroso lo que puede pasar dentro de la mente de una persona, hay veces que podría sostenerse una conversación entera consigo mismo, por experiencia le puedo decir que muchas de estas conversaciones que sostenemos con nosotros mismos son evaluación de nuestros actos y la rectitud de los mismos, después de eso, viene la parte en la que nos tratamos de justificar de manera que no nos sintamos mal por lo que pensamos de nosotros mismos, espero no haberlo enredado, pero es así mas o menos como sucede.
Lo interesante es que lo que sucede en nuestra mente, no tiene porque saberlo nadie y la mayoría de las veces nos los guardamos para nosotros y no lo compartimos con los demás, pero ¿sabe que también sucede en nuestras mentes?, el pecado, todo pecado tiene sus fundamentos en un pensamiento, sin un pensamiento no hay acción, y es ahí precisamente donde fraguamos los planes mas malévolos o las estrategias mas asombrosas y pensamos que por el hecho de que nadie ve lo que pasa en nuestra mente o porque no ejecutamos la acción al momento, no es pecado, pero lamento decirle que si lo es, las infidelidades, las mentiras, los asesinatos, los robos y aun las respuestas groseras, suceden una y otra vez en nuestra mente antes de ejecutarlos, de hecho por eso en muchas ocasiones nos es tan fácil pecar, ya que previamente lo hicimos repetidamente y hemos adquirido practica en ello.
Obviamente ni a usted ni a mi nos gusta pensar que pecamos desde nuestra mente y además siempre tendremos una justificación de porque pensamos o porque sentimos lo que pensamos o sentimos, por ello creemos que tenemos derecho a hacerlo, ya que alguien nos inspiro ese pensamiento o sentimiento, incluso cuando nos llegamos a dar cuenta de ello, pedimos perdón a Dios, pero la realidad es que no hay tal arrepentimiento ya que como es un pensamiento no lo dimensionamos como pecado, de hecho nos gusta repetir el hecho una y otra vez en nuestras mentes.
La cita de hoy nos habla de eso, bien lo dijo Salomón al escribir el proverbio, todos nos creemos justos en nuestra mente, ya que tuvimos un motivo o creemos que no hemos pecado por solo pensarlo, pero la realidad es que estamos alimentando nuestro corazón con esos pensamientos y esos sentimientos, y eso es lo que mira y mide Dios, es decir, El ve que tan contaminado con pensamientos y sentimientos negativos esta nuestro corazón, ya que el corazón no se alimenta de hechos, se alimenta precisamente de pensamientos y sentimientos.
Este viernes no me quiero extender mucho, pero si quiero invitarle a que reflexione y analice lo que hay en su corazón, es decir, no porque haya mas sentimientos y pensamientos buenos en el que malos, quiere decir que las cosas están mas o menos bien, lo ideal seria que estuviera libre de los malos, pero no es hasta que son llevados delante de Dios y no en pensamiento, sino en genuina oración y reconocimiento de los tales como pecado, que seremos hechos justos, no por nosotros, sino por el único que si es justo, ¿que le parece?, ¿le gusta la idea?