¿Sabía usted que el amor no se puede medir, ni en litros, ni en kilos, ni en metros?, no se puede medir en cantidad ni en calidad, es decir, no se puede amar ni mucho ni poco, no se puede empezar a amar ni se puede dejar de hacerlo, ya que simplemente no se puede medir cuando, ni como se ha amado.
Como lo comente en los primeros mensajes de este serial, el amor simplemente es la decisión de dar todo de si por una persona, y cuando decimos todo, es todo, no una parte, no es a prueba, no es solo si somos correspondidos, simplemente se ama y ya…
Si entendemos el concepto de que el amor no se mide, entonces, ¿como es que luego nos atrevemos a decir «yo ame mas a una persona que ella a mi»?, ¿de donde sacamos esa medida?, ¿como evaluamos el amor que «damos» y el que recibimos?, aún no me queda claro, como tampoco entiendo a las personas que dicen «me cansé de amar a ésta persona», ¿como se cansa uno de entregarse todo?, si al entregarse en amor, no se hace más que cambiar por una manera de vivir, es como Jesús, el se dejó colgar en la cruz consiente y decidido a morir, y sabía que llegaría hasta ese punto y no se cansó a mitad del camino, decidió cambiar su manera de vivir, para morir por amor a nosotros.
La cita de hoy, es una de mis favoritas dentro del capítulo 13 de la primera carta a los corintios, nos dice que el amor es sufrido, es decir, cuando sabemos que vamos a amar a alguien, o más bien, cuando decidimos que vamos a amar a alguien, tenemos que estar consientes de sus virtudes y defectos, consientes de que hay aspectos de su personalidad que no nos gustarán y que probablemente nos harán sufrir, incluso hay una versión de la biblia que interpreta la palabra sufrido como paciente, es decir tolerando con amor esas cosas que pudiéramos entender como defectos de una persona, también la cita nos explica que el amor es benigno, es decir en vez de criticar a una persona por sus defectos las ve con bien o con ojos de bondad, ojo!, no las ve «positivamente», pensando que esa cualidad o defecto «se le va a quitar», si no lo ve como algo que hace a esa persona única y algo que Dios quiere tratar en nuestra vida, y no en la de esa persona.
Aquí viene lo bueno!, la cita nos dice que el amor no es envidioso!, es decir si amamos a alguien, jamás tendremos envidia de que esa persona recibió más amor de nosotros que lo que nosotros recibimos de ella, si le ponemos medida al amor comparando lo que damos contra lo que recibimos, simplemente estamos perdidos…
Esta es mi favorita, nos dice el amor no es jactancioso, traducido significa, que si amamos, simplemente lo hacemos y no necesitamos pregonarlo, en miles de ocasiones he leído correos de quienes dicen «he hecho tanto por esa persona que amo», o «dejé tantas cosas de lado por amor a esa persona», y un sinnúmero de expresiones que pareciera convertir a esas personas en mártires, más que en personas que han descubierto lo que es el amor.
Por último pero no menos importante, nos dice que el amor no se envanece, no tiene vanidad ni es un atributo nuestro el que podamos amar a una persona, no es algo sobrenatural que solo nosotros podemos hacer a diferencia del resto de las personas, por el contrario, no podemos ni debemos presumir de algo que lejos de ser una cualidad en nuestra vida es una obligación y una forma de vida que deberíamos de tener.
Hoy si termino mi devocional completamente golpeado por la intensidad de las palabras en mi corazón, me llevo de tarea cada palabra en la que he hablado sobre mi amor hacia alguien y reconozco que si he tenido que hablar sobre mi amor a una persona para con otra, a lo mejor era más como para curarme en salud, que auténtico amor, que me dice de usted.