Romanos 8:26 (Reina-Valera 1960)
Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

Como usted y yo sabemos, Dios quiere lo mejor para nosotros, aunque esto no siempre signifique que nos da lo que queremos, pero definitivamente nos va a dar aquello que necesitamos, el detalle esta en que en muchas ocasiones no lo recibimos por el simple hecho de que no lo entendemos pues tenemos nuestros ojos puestos en lo que queremos y no nos detenemos a ver las cosas desde el punto de vista de Dios, le ha sucedido?.

La Biblia nos enseña que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, es decir somos 3 en uno: cuerpo, alma y espíritu, el tercero no lo tenemos de nacimiento, es el único que adquirimos por medio de el reconocimiento de Jesús como el Salvador de nuestras vidas y al arrepentimiento a las obras muertas, esto es lo que nos hace pasar de ser criaturas a hijos de Dios, y es la única manera en la que podremos asegurarnos que obtendremos los beneficios de Dios en su plenitud, que superaremos aquellos obstáculos que nos impiden el crecer y ver el favor de Dios en todos los aspectos de la Biblia y garantizar nuestra vida eterna, o como muchos lo llaman, llegar al cielo el dia que Cristo venga.

Es este espíritu el que tiene la capacidad de comunicarse con Dios, el que recibe de Dios y lo entiende espiritualmente y no racionalmente y el que recibe la fuerza que viene de Dios, la fuerza para soportar los momentos difíciles, la fuerza para tomar las decisiones correctas, la fuerza para resistir a la tentación y la fuerza para hacer cosas mas allá de nuestro entendimiento y nuestra capacidad física e intelectual.

Es indispensable el tener conciencia de este espíritu, ya que si no lo hacemos, seguiremos viviendo almáticamente, entendiendo las cosas de la misma manera que siempre lo hemos hecho y simplemente sospechando que es Dios quien interviene en nuestras vidas, sin darnos cuenta que posiblemente solo suframos las consecuencias de la obediencia y la desobediencia a la ley y las promesas de Dios que cualquiera recibe sin necesariamente estar en contacto con El.

La cita de hoy va incluso un poco mas allá, ya que nos enseña que el espíritu de Dios nos ayuda a pedir como conviene y si lo nota dice que lo hace en nuestra debilidad, y esto se refiere a que nos dará la sabiduría de pedir mas allá de los deseos y el entendimiento de nuestra carne, nos enseñara a pedir lo que necesitamos, aunque no sea siempre lo que queremos y nos enseñara a entender porque es lo mejor y como aprovecharlo.

Mi invitación de este lunes es a que si nunca ha hecho a Jesús el Señor y Salvador de su vida, lo haga, nazca de nuevo, como Dios lo demanda y que si ya lo hizo, ponga en contacto a su espíritu con el Espíritu de Dios, aprenda a orar como conviene a pedir lo que es conveniente, no solo para resolver su situación a corto o mediano plazo, sino para garantizar su eternidad y su beneficio de hijo de manera constante, que le parece?.

Rene Giesemann
giesemann@gmail.com
Página en Facebook

Rene Giesemann

Rene Giesemann

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

2 Comentarios

  1. Viejo Rene, muchas gracias a migo. de mucha bendición tu mensaje, saludos.