Efesios 5:2 (Reina-Valera 1960)
Y andad en amor, como también Cristo nos amo, y se entrego a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.

Alguna vez le ha sucedido que ve a sus hijos, sobrinos o simplemente algún niño que al que le tiene afecto y quisiera que nunca crecieran o pasaran de esa edad simpática o en la cual ha tenido un especial allego a el?, a mi me pasa todo el tiempo con mi sobrino, me asusta como cada vez que lo veo después de semanas de estar viajando, como ahora ya habla y dice de todo, como la comunicación verbal ya no es una barrera como lo era antes, como sus gustos están mas definidos y como madura día a día, pareciera que un pequeño adulto esta encerrado dentro de ese cuerpecito con esa mirada picara, para quienes conocen a mi sobrino, saben exactamente de lo que hablo.

Por que le cuento esto?, es sencillo, le voy a contar 2 historias, la primera tiene que ver con el tiempo en el que empezaba a asistir a la iglesia Cristiana (con esto no quiero hacer preferencia por ninguna iglesia o denominación, es solo una anécdota), recuerdo que me llamaba de sobre manera la atención el anhelo de las personas en ese lugar de subir delante de la presencia de Dios como «un perfume agradable», como «olor grato», y hacia sentido en mi entender por el anhelo que todos tenemos de ser agradables y reconocidos ante los ojos de Dios, y por el hecho de que entendemos que el cielo esta «hacia arriba», pero fuera de eso no había gran entendimiento hacia esta oración, mas tarde en la biblia encontré menciones similares, pero nunca me detuve a profundizar mucho en ello ya que no lo entendía del todo y creo que nunca encontré una persona que me inspirara la confianza para preguntarlo sin miedo a verme como un «ignorante».

La segunda historia es acerca de algo que leí, que describe el sentido del olfato, describe como es que el olfato es aquel sentido que tiene la mayor capacidad de retener la memoria y relacionar los olores (obviamente) con situaciones, personas, lugares y otras muchas cosas, cuando lo leí, tuve que asentir, es como cuando alguien nos recuerda un platillo que nos gusta y hace rato que no lo comemos, puedo casi verme y ver a muchos hacer la mueca de oler el platillo y después como decimos en México «dejar que se nos haga agua la boca».

Cuando leí acerca del sentido del olfato me llene de emoción, inmediatamente vinieron a mi mente esos momentos en los que yo escuchaba y veía a las personas orar y pretender ser un olor fragante delante de Dios!, así que de inmediato me puse a buscar esos pasajes en mi Biblia de mano y encontré la cita de hoy.

El sacrificio de Cristo hizo algo muy importante para nosotros, pago por nuestros pecados, aun por los que no hemos cometido!, eso quiere decir que cuando aceptamos este sacrificio, pone nuestra cuenta espiritual en ceros, no para que vayamos a pecar de nuevo y regresemos delante de El para pasar por el proceso de nuevo, sino para que seamos así de puros y así de agradables a Dios como en el momento que nos formo, para que tengamos la capacidad de traer a la memoria de Dios por medio de nuestro aroma a nuevo, a recién nacido e inspirar una sonrisa a Dios, para que como yo pienso en mi sobrino desde el primer día que lo tuve en mis brazos y pretendí en mi inmaduro entender que nunca creciera y recuerdo ese olor de bebe limpio, ese aroma inigualable, así piense Dios en nosotros en el momento que nos creo, hizo planes para nosotros, nos vea tan puros como el día que nos creo y nos llene de su favor y de sus sueños.

Como ve?, esta listo para echarse un clavado en Cristo para poder ascender como olor fragante delante de Dios?.

Rene Giesemann
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