Hace un par de días hablaba con Gustavo mi amigo acerca de las cosas que suceden en mi vida y le confesaba que había un asunto en especifico el cual no había llevado delante de Dios y me mortificaba, le voy a ser muy honesto, no le había llevado delante de Dios ya que tenia la esperanza de poderlo resolver por mi cuenta, por que?, sencillo, por el puro y simple hecho de que sospechaba cual seria la respuesta de Dios al momento de ponerlo a su consideración y no estaba del todo dispuesto a tomar esa vía, pero cada vez que pensaba en ello había en mi una sensación que no terminaba de identificar, de hecho si la identificaba, pero no le quería poner nombre, ese nombre era necedad!…
En muchas cosas y aspectos de nuestras vidas solemos hacer de esta manera, tratamos de conseguir la ayuda de Dios, pero no queremos que este involucrado en la toma de decisiones al respecto, ya que sabemos que nuestro sentir, nuestra actitud o nuestra manera de ver ese asunto no es del todo recta o adecuada delante de Dios y pretendemos abusar de su gracia.
Ayer oraba en conjunto con Lalo mi Pastor y otros varones y Lalo me recordó ese termino «abusar de la gracia», es decir, muchas veces hacemos deliberadamente uso del amor de Dios hacia nosotros y tomamos decisiones que nos llevan a pecar y tratamos de justificarlas en nuestras mentes o nuestros corazones sin darnos cuenta el daño que nos podemos hacer y el gran impacto a futuro que nos puede repercutir de una manera no del todo buena.
En pocas palabras, el actuar a «nuestra manera» y sin el respaldo de Dios, nos conducirá inevitablemente al pecado, y a lo mejor usted y yo pensamos que son pecados pequeños, o menores, pero olvidamos que para Dios no hay pecados pequeños, la Biblia nos revela que para Dios es igual un mentiroso que un asesino, así que imagínese como nos veríamos si cada uno de esos «pecaditos» nos pusiera una manchita! estaríamos como recién salidos de darnos un baño en un tintero.
En ocasiones me toca platicar con personas que aseguran han hecho todo lo posible por salir adelante, conozco incluso personas que han pasado años sin poder conseguir trabajo y por mas que invocan el nombre de Dios y tratan de hacer que este les ayuda, pero la realidad es que la intención de su corazón no es la adecuada, su manera de proceder tampoco lo es y es ahí donde la cita de hoy se hace efectiva, y le voy a explicar como:
Hay personas que pecan y se justifican en su situación actual y creen que porque su situación pareciera orillarles a hacerlo esta bien y por ello no se dan cuenta que se han convertido en un manojo de excusas y mentiras, desafortunadamente son mentiras que solo ellos se creen y no se dan cuenta que esas mentiras los hacen tomar un camino según su propio entendimiento, que no tendrá otro fin mas que la muerte misma ya que el único que no esta involucrado en su situación es Dios.
Luego cuando ven su vida… se asustan y se frustran porque creen que tuvieran que cambiar todo en ella, y no ven por donde empezar, sin darse cuenta que lo único que tienen que cambiar es la motivación de su corazón, eso es lo único que espera Dios, al hacer eso, nuestra vida pasa de ser la de un impío a la de un justo, en el momento que nuestro corazón decide tomar la dirección contraria y obedecer la guía de Dios.
Esta mañana le invito a reflexionar en ello, piense en cada aspecto de su vida que no va del todo bien y reconozca la ausencia de Dios en esa parte de su vida, solo cambie la actitud de su corazón con respecto a ella, busque la guía de Dios, no en su mente, ni en otras personas, sino en la palabra de Dios y en su intimidad con El y vera como en menos de lo que piensa su casa florecerá del abundante favor de Dios en ella.