¿Le ha sucedido que esta usted esperanzado a algo o con la expectativa de que algo suceda y no quiere contarlo a nadie porque «se le sala»?, que interesante, como si el guardar un secreto sobre lo que anhelamos hiciera que esto sucediera, o como si temiéramos que la gente a nuestro alrededor fuera a orar en contra nuestra para que no sucediera, ¿le ha pasado?.
Ayer tuve la oportunidad de almorzar con Johnny un gran amigo de Guatemala, sabíamos que andaríamos ambos por Panamá y decidimos encontrarnos en el aeropuerto e ir a comer para ponernos al día sobre nuestras vidas y todo el tiempo que platicábamos no podía evitar el pensar como es que si algo que esperamos en nuestra vida no suceda es porque lo mantenemos un secreto, no de los demás, sino de Dios.
Me pasa seguido que hay personas que me escriben pidiendo apoyo en oración acerca de cosas o situaciones en su vida, a veces siento que lo hacen como si «echándole montón» Dios fuera a hacerlo mas rápido, o bien como si hubiera que convencer a Dios de hacer algo bueno por nosotros, sin tomar en cuenta que pocas veces tomamos en cuenta la opinión de El acerca de nuestra situación.
Una de las cosas que me quedaron mas claras después de mi platica con Johnny el día de ayer es que la mayoría de las cosas que no suceden en nuestra vida es porque no las ponemos en manos de Dios, es decir, muy probablemente oremos por ellas, muy probablemente las pongamos delante de El, pero la mayoría de las veces no las ponemos en manos de El, y le damos el control de la situación a El, como si temiéramos que si lo hacemos, haría algo totalmente opuesto a lo que queremos, le ha sucedido?.
El excluir a Dios de la toma de decisiones de nuestras vidas es un error, Dios no es un toma pedidos y no esta ahí solo para cuando lo necesitemos, es su anhelo el ser parte de nuestra vida todo el tiempo y quiere ocupar el lugar numero uno en nuestra mente y en nuestro corazón, aun por encima de nuestras esposas y esposos, hijos o cualquier persona que amemos.
Es decir, el amar a Dios sobre todas las cosas nos trae beneficios, el compartirle nuestro corazón y poner en sus manos nuestros deseos y nuestros anhelos nos asegura la bendición y nos garantiza que todo lo que pidamos nos sea dado, entonces por que nos resistimos tanto?.
La cita de hoy nos enseña que si no hacemos de esa manera, simplemente nuestro corazón se endurece y nos hace malvados porque al no entregar verdaderamente y a la voluntad de Dios aquello que queremos, pedimos o pensamos necesitar, por miedo de que Dios lo haga a su manera, simplemente demuestra que en nuestro corazón ese anhelo o deseo ocupa un lugar mas importante que Dios, por tanto eso nos asegura que no tendremos el respaldo de Dios en ello al 100%, pero si hacemos como Dios nos pide y le ponemos a El como numero uno, confiamos en que El quiere cosas buenas para nosotros y no solo eso, sino que puede superar nuestras expectativas y que si nos basamos en su palabra para todo ello, seremos primeramente justos y todo lo que haya en nuestro corazón será alineado a la voluntad de El, por tanto no habrá cosa en nuestro corazón que no nos pueda ser dado.
El día de hoy le voy a hacer la misma invitación que Johnny me hizo el día de ayer, tome esa parte de su vida que no ha sucedido y que no entiende porque y póngala verdaderamente en manos de Dios, confiando que El tomara las decisiones correctas por usted, no piense en las alternativas de lo que pueda suceder y de las miles de respuestas que Dios le pueda dar o no, simplemente confíe en que lo que suceda, no solo será voluntad de El, sino que además, le será explicada con un porque y con un como por parte del Padre, creo que mejor alternativa no hay, o si?