Juan 14:10 (Reina-Valera 1960)
¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.

En ocasiones he hablado en este espacio acerca de las personas que sospechan acerca de la intervención de Dios en los hechos de sus vidas, y menciono el termino «sospechar»  ya que no tienen una certeza y tampoco un respaldo o soporte que avale esta intervención de Dios en la situación en referencia.

Cuando pienso en esto, sin animo de ofender a nadie, no me puede dar mas que tristeza, ya que las personas se conforman con eso, con sospechar que Dios estuvo ahí y que tuvo que ver con su situación, pero jamás sabrán con certeza que fue El, quien estuvo ahí, después de eso empiezan esas personas a conformarse y a pensar que si aquello que necesitan o desean y están orando por ello y no llega es porque «tal vez» asi lo quiso Dios.

No se usted, pero a mi el puro hecho de pensar en ello me da estrés, no entiendo como se puede vivir sin la certeza de la participación activa de Dios en la vida de cualquier ser viviente.

Hay otros que se sienten mas afortunados y dicen notar la mano de Dios en su vida, pero no tienen una manera de respaldarlo y esta bien, no soy yo nadie para juzga su fe y los efectos de ello en su vida, lo que si me preocupa es el hecho de que las personas vivan de esa manera tratando de ligar hechos aislados que no tienen que ver el uno con el otro y se pierdan de la fabulosa oportunidad de vivir una vida plena y llena de los beneficios de la presencia de Dios en ella, es decir, mas allá de salud y finanzas estables.

La cita de hoy nos habla de eso, habla de Jesús cuando fue juzgado por sus palabras, peor lejos de sentirse jugado, tenia plena confianza al hablar, ya que cada palabra que salía de su boca estaba soportado en la Biblia, la cual promete ser luz y provisión.

Así puede hacerlo usted también, si se atreve, simplemente lea y conozca de la palabra, ore al respecto y se quedara asombrado como es que Dios empezara a actuar, pero es solo através de la confirmación en la palabra que podrá contratar esa intervención, es decir, todo lo que tiene que ver con Dios tiene que ver con su palabra y viceversa.

Es mi oración el que usted sea bendecido, pero que lo sea confirmadamente, no crea en un Dios de milagros aislados crea en un Dios de cosas sobrenaturales cotidianas para beneficio suyo!.

Rene Giesemann
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