Gálatas 5:22-23 (Reina-Valera 1960)
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

En la casa de mi Mama hay un árbol de naranjas, no se exactamente cuantos años tenga ahí, pero quiero pensar que si no mas de 100, cerca de 100, este árbol tiene un tronco fuerte, sus raíces están bien afirmadas, fue la esperanza de mi tía abuela quien habito esa casa por mas de 50 años y ahora la esperanza de mi mama, cada año se llena de azares que desprenden un olor magnifico, pero en toda su vida, no ha dado una naranja que valga la pena comer, si no es porque están muy chicas, es que nunca se maduran o que son tan pocas o están tan altas, el caso es que en lo que tengo de memoria acerca de ese árbol, nunca hemos podido disfrutar verdaderamente de el, ni siquiera de su sombra!.

Hace cerca de un mes tuve la oportunidad de ir a casa de mi Mama de vacaciones y no pude evitar reír hacia adentro cuando mi Mama insistió en que viera el árbol de naranjas, para que notara los azares que tenia y me dijo muy orgullosa «este año si va a dar naranjas sabrosas!», cuantas veces he escuchado eso!, antes de mi tía Tina y ahora de mi Mama, y no es que no tenga fe en el árbol, sino que simplemente el árbol por macizo que este, simplemente no tiene de donde dar frutos y menos si no los ha dado en los pasados 100 años!, en ocasiones he estado tentado decirle a mi Mama que tiremos ese árbol y sembremos uno que cuando menos de sombra agradable y no tire tantas hojas…

Hace días que estoy reflexionando acerca de la muerte y he pensado en tantas personas que he visto morir jóvenes a mi alrededor, justo ayer en la mañana veía las noticias y veía cuanta gente ha muerto, ha sido asesinada y me preguntaba yo que hace diferente el que unas personas mueran jóvenes y otras de edad avanzada?.

Ciertamente es el deseo de Dios que todos lleguemos a ser salvos, si no, no tendría sentido que muriera en la cruz, todos los días tenemos una oportunidad de alcanzar la salvación, todos los días tenemos la oportunidad de dejar de pecar, es mas todos los días tenemos la oportunidad de dejar de luchar con nuestras fuerzas y dejar que Dios luche nuestras batallas, cuando eso suceda, los frutos del Espíritu se manifestaran en nosotros.

Cuando se trata de hablar los temas relacionados con la Fe, a nadie le gusta ser exhibido o cuestionado con respecto de su fe, por ello es una medida natural y automática el que nos empecemos a comparar con otras personas, de manera que en vez de que se note lo que nosotros tenemos de bueno, hacemos notar lo malo de los demás y nos comparamos con ellos como si el consolarnos con el hecho de que ellos están a nuestro parecer peor que nosotros nos fuera a servir de algo, ya no es una competencia de estar bien, sino de estar menos mal!!!.

La verdad es que no hay muchas maneras en las que se note que Dios esta en nuestras vidas, pero creo que la mas evidente es que los frutos del Espíritu que menciona la cita de hoy sean notorios no solo por nosotros sino por los que nos rodean, es una señal inequívoca de la obra de Dios en nosotros.

Por tanto me he preguntado en los pasados días, aquellos que mueren antes de tiempo (es decir el limite de edad que Dios puso a los hombres es 120 años), y sobre todo en la flor de su juventud, es porque así como el árbol de la casa de mi mama jamás darán los frutos del Espíritu?.

No lo puedo afirmar, pero creo en lo personal que tiene que ver con eso, no se ha puesto a pensar cuantos de estos frutos en abundancia da usted?, no vaya a ser que llegue un impaciente y le corte por su falta de frutos, y lo reemplace con alguien que por lo menos de buena sombra.

Rene Giesemann
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