Juan 12:2-8 (Reina-Valera 1960)
Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que  estaban sentados  a  la  mesa con él. Entonces María tomó una libra de perfume  de nardo  puro, de mucho precio, y ungió los  pies  de Jesús, y  los enjugó con sus  cabellos;  y la  casa se llenó  del olor  del perfume.  Y  dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote  hijo  de  Simón,  el que le había de entregar: ¿Por qué no  fue  este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres?, Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella. Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto. Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, mas a mí no siempre me tendréis.

Este fin de semana me toco ser niñero de mi sobrino!, que cosa tan espectacular, creo que esos son los mejores fines de semana que puedo tener, amo pasar el tiempo al lado de ese chiquillo y me emociona ver como día a día crece.

Una de las cosas mas difíciles con mi sobrino y creo que con casi todos los niños, es meterlo a bañar, una vez que esta dentro de la regadera es difícil sacarlo y la cara que pone una vez que esta limpio y se ve peinado podría durar para la eternidad observándose limpio,  pero lo que mas le fascina a el es que le ponga perfume, ya que aunque no entiende el como funciona, le encanta olerse fresco y limpio (nunca he preguntado a sus papas si tengo permiso de ponerle perfume!).

Cuando las personas pensamos acerca de Dios, siempre nos pasa algo muy similar a la situación de mi sobrino, primero, nos vemos sumamente sucios y sabemos que tenemos que pasar por un proceso de limpieza, pero la pensamos y la pensamos y la pensamos, hasta que pasa o que nos decidimos a entrarle al proceso de limpieza, o como es el caso de mi sobrino a que alguien nos invita amablemente forzado a que lo tomemos, una vez dentro nos damos cuenta de que no es tan malo, pero queremos seguir y seguir limpiándonos, siendo que no nos damos cuenta que no tiene ningún sentido que sigamos ahí dentro, porque no importa cuanto tiempo estemos ahí, no nos limpiaremos mas que lo que el agua, el jabón y una buena tallada hayan podido hacer en un principio.

Lo interesante es que pocos saben que viene después de ese tiempo de la limpieza, no saben que hacer después de ello y le voy a contar mi proceso personal:

En lo personal soy bueno para bañarme, me gusta pero no paso mucho tiempo ahí, sino que donde realmente tomo tiempo es en el tiempo después de bañarme, me rasuro con calma, me acicalo, me visto y por ultimo me pongo perfume, de hecho esa costumbre la tengo de mis padres, pero en especial de mi madre, ella no cruza la puerta sin asegurarse que huele bien, de hecho hace unas semanas estuve en casa de una prima en Chihuahua quien muy amablemente me hospedo y recuerdo que cuando estaba ya listo para salir me sentí sumamente halagado cuando hicieron referencia al olor que desprendía y dejaba por toda la casa una vez que estuve listo.

Las personas piensan que tienen que corregir su manera de vivir, pasan por su proceso de limpieza y luego se quieren quedar ahí, porque simplemente no saben que es lo que sigue, porque piensan que fueron limpiados por el Padre (cuando realmente fue el Hijo quien hizo la obra), pero no saben en realidad para qué fueron limpiados, de que sirve ese proceso que nos hace ser percibidos de con ese alto precio, y la realidad es que pasamos por el proceso para poder ir de regreso al Padre y pasar tiempo con El.

Hoy en la actualidad, lo que menos tenemos es tiempo y hay muchas cosas que algunos han puesto ahí y que nos confunden haciéndonos pensar que son cosas que nos acercan a Dios, como las obras de caridad, y reuniones en la iglesia y así sucesivamente, que ciertamente son importantes, pero no en el orden de la prioridad que Dios puso para nosotros, hay un objeto de gran valor que Dio espera de nosotros

Ese objeto de gran valor es nuestro tiempo, hoy en día es una de las cosas que menos lujo nos podemos dar de perder ya que significa perdida de dinero, pero eso es lo que Dios anhela para nosotros, ese bien caro como el perfume es lo que El anhela de nosotros, en el momento que decidimos usarlo para agradarlo como lo hizo María, todo el lugar en el que estemos se llenara de esa fragancia.

Si usted quiere como muchos me preguntan en los correos que recibo de manera diaria aprender a agradar a Dios, lo único que requiere es tiempo, pero tiempo efectivo, tiempo en el que no es indispensable hablar, sino simplemente tiempo en el que pase y medite en El y deje que El le hable, como?, le aseguro que si usted dedica ese tiempo a Dios, El le hablara como nunca antes lo había hecho y recibirá el favor de su mano.

Anexo a este devocional viene un video que habla acerca de cómo podemos derramarnos como un perfume a los pies de Dios, cuando damos lo mas preciado que tenemos, el tiempo efectivo de nuestro corazón a Dios y podemos ser como esa fragancia agradable que llene los atrios del Padre, le invito mas que a verlo a escucharlo.

Rene Giesemann
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