Daniel 2:21 (Reina-Valera 1960)
El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos.

Los que me conocen y los que leen estas líneas con frecuencia, saben que soy enemigo de la frase «Dios por algo hace las cosas», y esta semana una vez mas tuve la oportunidad de constatar en mi corazón y en mi vida que ciertamente Dios no solo por algo hace las cosas sino que siempre tiene el propósito especifico en todo lo que nos sucede y que podemos acudir a El y nos lo aclarara de manera que no solo aceptemos su propósito, sino que seamos parte de el.

Hace unos años tuve la oportunidad de ir a vivir a Guanajuato, pase uno de los mejores tiempos de mi vida por allá, no solo porque aprendí a amar aquella región, sino porque crecí grandemente en emoción, conocimiento, y en espíritu.

Durante ese tiempo tuve un jefe al que aprendí a admirar y querer, me enseño mucho, me disciplino mas y con el tiempo aprendimos a ser buenos amigos, es una de las personas que arrancan una sonrisa de mi boca cada vez que pienso en el, por circunstancias ajenas a mi voluntad, perdimos contacto y entre los que trabajamos juntos en ese tiempo, cuando podemos nos platicamos lo poco que sabemos de el o su familia, pero el común denominador es el cariño que sentimos por ellos, ya que fueron parte importante de nuestras vidas en ese entonces.

Hace un par de días, de la nada, después de años, repentinamente encontré a su esposa en Facebook, nos dimos de alta y como es de esperarse, puse un afectuoso saludo en su muro, y me deleite viendo las fotos de cómo han crecido sus hijos y ver que están bien, inmediatamente di de alta a sus hijos como mis amigos en el portal y regrese a esa sensación agradable de estar de nuevo en contacto con ellos.

Una de las cosas que me llamo la atención fue el tiempo, de hecho justo le pregunte a Dios, que porque después de casi 6 años de repente tenia contacto con ellos y la respuesta llego en ese preciso momento, no termine de orar, cuando veo que Mónica una entrañable amiga de ese mismo tiempo pone un mensaje de apoyo en el muro de Patty la esposa de mi Jefe, justo, estaban ellos de vacaciones cuando su hijo que había quedado en casa y sufre un fuerte accidente quedando en coma, en ese momento solo pensaba en mis amigos, la frustración que debían de sentir de estar del otro lado del mundo mientras su hijo esta en el hospital, entendí que el tiempo De Dios es perfecto y pude orar con toda paz y tranquilidad no solo por la recuperación de su hijo, sino por el viaje de ellos camino a casa, desde entonces, veo a diario los mensajes de Patty y veo con gran asombro como Dios escucha no solo mis oraciones, sino las de todos para con Derek que todos los días progresa un poco mas para salir de ese coma.

La cita de hoy habla de eso, Dios es el dueño de los tiempos y las edades, es el que pone y quita personas de nuestras vidas y nos da la sabiduría y el entendimiento a quienes nos permitimos ser entendidos en su Espíritu, en mi experiencia personal le puedo compartir que me he dolido junto con Jorge y Patty acerca de Derek, que he orado por ellos como si nunca nos hubiéramos dejado de ver y se que Dios entiende eso y por eso no solo por algo nos puso en contacto, sino que conoce el cariño que hay de por medio y sabe que intercederíamos conforme a su corazón.

Al día de hoy no he podido hablar ni con Jorge ni con Patty, y no pretendo hacerlo, se que en el momento justo podré tener la oportunidad de hacerlo y no solo eso, sino de visitarlos incluso, pero por el momento agradezco a Dios que tenga tal control de los tiempos, de manera que hoy me pueda gozar de su absoluto control.

Hoy lunes le quiero invitar, primeramente a no quedarse con la idea de que solo «por algo» Dios hace las cosas y por otro lado a entender los tiempos de Dios, sáquele jugo a cada momento, cuando su unción y su favor se derraman, siempre es con un propósito especifico, precioso y de gran poder.

Rene Giesemann
giesemann@gmail.com
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