Mateo 12:35 (Reina-Valera 1960)
El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.

Yo se que le ha de llamar la atención el titulo del devocional de hoy, además de que ha de pensar de que me equivoque al escribirlo en viernes y no en lunes, pero no es así, con toda intención lo envié el día de hoy para que tenga tiempo el fin de semana para prepararse para el «San Lunes».

Recuerdo bien que en la década de los 90’s cuando aun era yo un niño, estaba muy de moda Garfield el famoso gato de quien hicieron un par de películas hace unos años, este gato no solo era flojo y comía lasaña todo el tiempo, sino que tenia una verdadera relación de enemistad con el día lunes, aunque siempre me pregunte el por que?, ya que no trabajaba y tenia una rutina de vida que era igual todos los días sin importar que día de la semana fuera, recuerdo que esta filosofía fue bien aceptada y en poco tiempo había calcomanías en las defensas de los coches que decían «odio los lunes» con la cara de Garfield en ellas.

En México tenemos un dicho que reza «en lunes ni las gallinas ponen» que se refiere a que el animo de los lunes es tan malo, que es difícil que algo bueno salga de nosotros ese día.

La realidad es que el lunes no tiene nada de malo, como tampoco tiene nada de bueno, todo es parte de cómo lo queremos percibir, y le voy a poner 2 ejemplos:
Yanett y Liz suelen poner en su Facebook TGIF (thanks God it is Friday, que traducido es Gracias a Dios es Viernes), las estadísticas dicen que el día mas feliz de la semana es el viernes, aun mas que el sábado y el domingo, ya que el solo hecho de pensar en las cosas interesantes que se pueden hacer el fin de semana  o el hecho pensar en descansar hace que el corazón se alegre, pero si lo pensamos, deberíamos ser mas felices el sábado y el domingo, no lo cree?

Antes los lunes eran los días en los que tenia yo mayores problemas internos, es decir el lunes era yo tentado mas fácilmente, los lunes por decirlo así, mi mente iba a mil por hora pensando en mil y un cosas que me hacían realizar actividades en contra de la voluntad de Dios, de hecho me preparaba y decía «de nuevo es San Lunes, espero este día no fallarle a Dios», obvio con este comentario ya me había dado el tiro de gracia yo solo, ya que estaba declarando miedo y posibilidades de fracaso a mi vida, conforme fue pasando el tiempo me enrole mas y mas en mi vida en Cristo, dedique el lunes a mi día de ayuno, entonces es el día en el que mas tiempo dedico a Dios en mi corazón y en mi mente, hoy por hoy es el día Lalo mi Pastor dedica a invitarnos a los hombres a orar a las 6 AM, para iniciar la semana con Poder, es decir el lunes se convirtió en mi día mas bendecido y curiosamente el día mas productivo de mi semana, laboralmente hablando.

El Salmista hablaba y decía «este es el día que hizo Dios, nos gozaremos y alegraremos en El» (Salmos 118:24) esta palabra tiene que ver con cada día, ya que cada uno de ellos fue diseñado para que seamos bendecidos, cada día es diferente solo tenemos que esforzarnos por ver la mano de Dios en cada uno de los días de nuestra vida y podremos ver que no hay diferencia entre el lunes y el viernes.

La cita de hoy nos enseña a que tenemos la oportunidad de sacar lo mejor o lo peor de nuestras vidas, nuestros problemas o nuestros lunes simplemente, todo depende de cómo lo programemos en nuestro corazón, todo depende si queremos pasar nuestro viernes soñando en el sábado y el domingo, si queremos pasar el lunes pensando en lo difícil que es sobrevivir ese día, o si queremos llenar nuestra mente y nuestro corazón de pensamientos no solo buenos, sino alineados con los pensamientos de Dios.

Hace unos días platique con Tere, una buena amiga quien acaba de pasar por un cambio drástico de vida, y platicábamos la diferencia entre las buenas y las malas personas, aquí un ejemplo de ello, las buenas personas, tienen pensamientos de bien, al igual que Dios y de todo sacan ventaja, aun de los lunes y las situaciones de adversidad, y los pensamientos de bien tienen que ver con el corazón de Dios y no simplemente lo que opinemos de El.
Le animo a reflexionar sobre esto el fin de semana, déle gracias a Dios por cada situación difícil de su vida, y porque a pesar de los problemas sigue vivo y puede hablar de ello, déle gracias porque el lunes puede ir a trabajar, o simplemente piense en la victoria nueva que tendrá en los momentos que siempre había sufrido lo contrario y que ahora puede transformar alineando los pensamientos de su mente a los del corazón de Dios.

Rene Giesemann
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