Isaías 41:13 (Reina-Valera 1960)
Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.

Anoche tuve la oportunidad de ir a cenar con Johnny y Olga, un par de amigos que conocí recientemente en Guatemala, pero que sus vidas han impactado la mía desde que los conocí, ya que Dios ha hablado a mi vida verdaderamente por medio de la de ellos.

Anoche Johnny menciono dentro de nuestra platica la cita de hoy y le puedo decir que por un instante me transporte a otro lugar y me pude ver como si fuera yo un pequeño caminando de la mano de Dios, estirándola tan alto de manera que El la tome, para asegurar el que yo pierda el rumbo de hacia donde voy.

Hace también un par de días recibí un correo de una persona que me pedía le explicara como es que Dios nos puede hablar con exactitud y en mi corazón había miles de respuestas, pero fue cuando escuche a Johnny que entendí que esta es la manera mas adecuada.

En los tiempos del viejo testamento, cuando Dios hacia algo en la vida de las personas o estaba por hacerlo, establecían un altar en ese lugar, o bien ponían una piedra en ese lugar por señal de que Dios había estado ahí, recuerdo que en los tiempos de que leía eso, recordaba a Cuquita, mi segunda Madre (pronto le compartiré de ella), quien suele decir con frecuencia «lo físico tipifica lo espiritual», con ello quiere decir este tipo de cosas, de poner por señal aquí  en la tierra lo que necesitamos que suceda o tenga una repercusión en el cielo ya que nos viene por promesa (Mateo 16:19).

Me llama la atención que hay personas que tienen problemas con ir a una iglesia en donde se alaba a Dios y se levantan las manos, y no los juzgo, quien no tiene un entendimiento de ello, porque habría de hacerlo?, que sentido tiene?, solo porque alguien lo dijo?, o porque los demás lo hacen?, no, no creo que lo tenga, pero que tal el hacerlo porque es parte de ese hacer (así como hacían los hombres del viejo testamento por señal) un acto simbólico de alcanzar con nuestra derecha la mano de Dios y así asegurar caminar de su lado y no llegar a donde vamos solos o bien, el llegar a donde El quiere y es mejor para nosotros y no donde corramos el riesgo de perder el tiempo.

He aprendido a hacer mi acto simbólico en mi tiempo de intimidad con Dios, no le voy a decir que he sentido físicamente que Dios tome mi mano (hay quienes esperarían eso), pero le puedo decir que mi acto ha logrado hacer que yo sienta esa presencia de Dios en todo lugar a donde voy, literalmente he notado como puertas se cierran cuando no debo ir a un lugar en especifico, por mucho que lo intente y que termino yendo a un lugar donde soy mas que bendecido.

Mi invitación de esta mañana es a eso, aprenda a dejarse tomar de la mano de Dios, inténtelo, en su intimidad use su derecha para ser apapachado por Dios, siéntase protegido, siéntase guiado, siéntase amado, así como cuando era un niño aun y caminaba confiado que estaba en los asuntos de sus padres y que a donde ellos fueran, usted estaría bien, aprenda a orar y tomarse de la mano de Dios y no en las manos de Dios, creo que eso es la diferencia, la parte que nos toca hacer a nosotros es tomarnos de la mano y caminar, no ponernos en las manos de El y esperar que El haga todo el trabajo, no lo cree?

Rene Giesemann
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