Deuteronomio 7:9 (Reina-Valera 1960)
Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones.

Ayer fue un día completamente interesante, es impresionante como Dios se mueve en la vida de las personas, no solo cuando El lo quiere (porque El siempre quiere), sino cuando nosotros lo permitimos y nos permitimos ser bendecidos.

Una de las cosas que tuve la oportunidad de recordar ayer y recordarle a varias de las personas con las que platique es el hecho de que tener una relación con Dios es una de las cosas mas sencillas que existen, los únicos y verdaderos requisitos para ello es el recibir a Cristo en nuestro corazón y el querer ser tocados y usados por Dios, de hecho, lo dije en palabras textuales, cuando hacemos eso, mas que hacer un compromiso con Dios, El lo hace con nosotros, El se compromete a que si lo permitimos, cada una de las promesas de la Biblia se harán verdaderas en nuestra vida.

Aunque tengo que reconocer que una de las características mas asombrosas de Dios es su inmenso amor, la que mas admiro y considero mi favorita personal es su fidelidad, esta tiene que ver con la eternidad, El es fiel, no a nosotros, sino a su palabra y por la eternidad, es decir, siempre y cuando hagamos aquello que esta escrito sus consecuencias de bendición estarán presentes en nuestra vida, El no espera grandes sacrificios ni grandes rituales para estar en su presencia, El solo requiere que de continuo vengamos delante de El, reconociendo nuestra fragilidad y tendencia al pecado y un corazón honestamente arrepentido y con ello basta para que sus beneficios sean derramados en nosotros, así de fácil.

Hay personas que no se acercan a Dios ya que piensan que primero tienen que cambiar sus caminos y tener una buena vida para poder «merecer» el estar cerca de Dios, pero es completamente al revés, primero tenemos que acercarnos a Dios, merecer por medio de la sangre y el sacrificio de Cristo y ello cambiara nuestras vidas, parece ridículo de lo fácil que se escucha no?.

Dios nos creo imperfectos, ya que si fuéramos perfectos pretenderíamos parecernos a El, pero desde que nos creo, pretendió perfeccionarnos por medio de Jesucristo, y esto no depende de su estado de humor o de nuestro comportamiento, no existe tal cosa como «Dios esta enojado conmigo», mas bien existen cosas como «yo estoy alejado de Dios y por ello no recibo sus beneficios».

Ayer hable con un par de amigas acerca de la fidelidad de Dios y de cómo esa es la mejor herencia que podemos transmitir a nuestras generaciones futuras, si nosotros nos mantenemos de constante en la presencia de Dios, la presencia de Dios será una consecuencia no solo para nosotros, ni para los que habitan en nuestra cercanía, sino hasta mil generaciones después de nosotros, que genial no?

Obviamente, todo tiene un precio, hay que guardar y amar los mandamientos de Dios para ello, pero no los que usted imagina y tal vez este acostumbrado, sino los que están escritos en su palabra, por tanto, le invito esta mañana a que se ponga en contacto con ellos, empiece hoy a depositar en su cuenta bancaria espiritual, empiece a familiarizarse con la persona de Jesucristo, con sus estatutos escritos en la Biblia y empiécelos a amar, así asegurara que sus generaciones venideras tengan por herencia la fidelidad y la misericordia de Dios.

Rene Giesemann
giesemann@gmail.com
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